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Argentino mostró su repertorio

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Argentino mostró su repertorio

Después de haber sido el único que perdió en el partido de ida, el actual bicampeón se despachó con un 6 a 0 de visitante ante Colón de Arroyo Cabral y enfrentará a Alem en semifinales

Escribe Juan Pablo Morre
Fotos María Victoria Araujo

En una goleada que repercutirá en la memoria colectiva del fútbol local en el futuro próximo y que sin dudas es uno de las más llamativos de los últimos años, el bicampeón Deportivo Argentino relució su actualidad gloriosa, revirtió una serie adversa, goleó 6 a 0 en Arroyo Cabral a Colón y otra vez puso su nombre en las semifinales de la Liga Villamariense.

Fue un triunfo que describe por sí solo los frutos de un trabajo de años que hoy por hoy le brinda una identidad clara de equipo al club de barrio Nicolás Avellaneda, más allá de la danza de nombres que van o vienen, torneo a torneo.

Y además se magnifica porque, después de un año y medio, estaba en su trance más difícil, con bajas resonantes y piezas claves que hoy ya no están; y ante esto, removió sus raíces y le aplicó a Colón, de visitante y en una cancha de las más difíciles de la Liga local, una goleada tremenda como impensada.

Como está claro, Claudio Díaz -nuevamente- demostró que es la principal figura, pero el Lobo ayer también ratificó que Ariel Galíndez, Jonathan Rosales y los hermanos Ñáñez, Gonzalo y Franco, entre otros, son puntales que, cuando cohesionan entre sí, es un equipo que acecha, lastima y con eficacia de equipo de élite en el plano local.

Entonces, en una tarde en el cual le salió todas y hasta tuvo su pizca de fortuna, Argentino minimizó de tal forma a Colón que pareció anecdótico los nombres en el once inicial del rival y que marcaron la última etapa de oro del Rojinegro cabralense.

De todos modos, en este presente, el de Cabral ayer se resignó ante la superioridad del rival aunque, mientras que la ventaja era mínima, mostró la enjundia, fuerza y voluntad de los grandes.

Sin embargo, eso no bastó porque estratégicamente siempre el control del trámite pasó por el lado del Lana y compañía.

A los dos minutos, Sachetto peinó tras un tiro libre al primer palo y la pelota impactó en el brazo (levantado) de Aguirre, dentro del área; por lo que, ante la nueva regla, el referí Murúa marcó penal, y Díaz, desde los 12 pasos, anotó el 1 a 0.

Fue un gol rápido en un amanecer de partido vibrante, sin especulaciones y mucha actividad sobre los arcos. El anfitrión -con el fuerte viento norte a su favor- metió 20 minutos de muchísima intensidad, quitándole el balón a un Argentino que en ese lapso se repitió en infracciones en campo propio frente a un Colón que, como se sabe, maneja muy bien la pelota parada, pero esta vez falló en la definición. Como así también Facundo Vega -quien en los primeros minutos acusó su inexperiencia- después fue soporte ideal con sus puños y buenas decisiones en el juego aéreo.

Tal fue el esfuerzo defensivo del visitante en esos primeros 25 minutos que perdió a Matías Piovano por lesión muscular (otra baja), pero cuando el panorama parecía oscurecerse, esbozó un ataque letal, contundente.

A los 26’, Argentino se asoció corto por derecha y, rápidamente, cambió el sentido del ataque con un pase de Díaz a Ariel Galíndez y éste resolvió perfecto: verticalidad, pase atrás a Díaz, cuyo primer disparo fue interceptado, pero corrigió Gonzalo Ñáñez con tiro rasante: 2 a 0.

Ese gol desarticuló totalmente al local que, ante el gasto inmenso como ineficaz en los minutos previos, definitivamente perdió el mediocampo, le permitió espacios a Lana Díaz y creció la labor de Franco Ñáñez por quite, lectura para la “segunda jugada” y distribución (particularmente, también el ingreso de Calderón le brindó más soltura al volante central porque el juvenil mostró un mejor orden que Danna, quien mejoró su función ubicado de líbero).

Entonces, pese a que Luppo tuvo un cabezazo al travesaño, Argentino continuó efectivo y selló la goleada, con dos goles en un minuto y en lo que fue el golpe de gracia de la serie.

A los 37’, Díaz se escapó por izquierda y, tras un freno al momento oportuno, cambió de frente a un Galíndez que, como se dice, tuvo la llave del triunfo, porque siempre apareció solo ya que le ganó la pulseada a Gabetta y tampoco Ripa, quien tiene como origen ser marcador central, cubrió acertadamente dichas subidas del volante rival, a veces cerrando en demasía.

Esta vez, Galíndez hizo la individual y marcó un hermoso gol, con tiro al ángulo más lejano de Peretti: 3 a 0.

Aturdido, Colón sacó del medio, la perdió y con la fortuna, para la visita, que el balón le quedó a Díaz quien mentalmente veloz dejó de cara al gol a Gonzalo Ñáñez y éste definió suave y cruzado: 4 a 0.

Historia definida. Es que, por más que el DT de Colón Daniel Abate Daga introdujo cambios tácticos y posiciones para el complemento, el que manejó el partido a su merced fue el Lobo; por lo que, se replegó en campo rival, tuvo mayor referencia en la marca lo que le simplificó el trabajo defensivo y, en la primera de cambio, anotó el 5 a 0. Combinación entre Galíndez, Franco Náñez y finalmente Díaz, quien piso el área y tiró cruzado, lejos de Peretti.

Con un campo de juego totalmente silenciado desde hace tiempo por lo expuesto en el campo de juego, el Lobo redondeó su notable tarde en cancha de Colón con otro gol que lo identifica: Galíndez, sabiendo que Rosales va como un tren por derecha, mandó el centro perfecto para el Chino: cabezazo potente y 6-0.

Así las cosas, el diezmado (solo en nombres) Argentino pero multiplicado por el trabajo de años, con un crack como Díaz y jóvenes afianzados en el máximo nivel, apabulló a un opaco Colón y se instaló en semifinales, donde enfrentará al Alem de Chopo Morales, en un cruce tremendo y resonante que brinda el campeonato doméstico.

 

El árbitro: Emanuel Murúa

Correcto en el penal a Argentino, a los dos minutos; personalidad para dirigir un complejo primer tiempo, siempre cerca de las acciones y, más allá de algún contratiempo con el segundo asistente, en general fue buena la labor de toda la terna.

 

La figura: Claudio Díaz

Una actuación de crack y con laderos que, cuando juegan su mismo idioma, se potencian mutuamente. Anotó dos goles, gestó otros y con su inteligencia manejó los tiempos del trámite… prácticamente hizo el partido perfecto. También fue un papel consagratorio lo de Ariel Galíndez (asistencias y golazo incluido) y de Gonzalo Ñáñez, un atacante veloz, hábil y tremenda frialdad para definir. Notable actuación de todo Argentino.