Arroyo Cabral está de luto. Dante Ernesto Echegaray, el popular Tupe, goleador histórico de Rivadavia, relator de FM Horizonte y trabajador gastronómico, dejó de existir ayer a los 56 años, tras ser internado de urgencia en el Hospital municipal de la vecina localidad.
Un inmenso dolor se sintió ayer por la tarde-noche entre los vecinos, ya que Echegaray no sólo fue una figura del Verde, sino también un defensor acérrimo del fútbol cabralense, por el cual relataba y comentaba partidos con la pasión de un futbolero de siempre.
Echegaray llegó a Cabral por casualidad. Su familia había pasado en gira con un circo y resolvió radicarse en la pujante localidad. De hecho, Tupe solía mostrar la marca de su pasado con heridas de arañazos del león que le quedaron en la espalda.
Así lo veían sus compañeros de fútbol, que enseguida le reconocieron sus condiciones de buen jugador.
En Rivadavia, el delantero, nacido el 9 de junio de 1960, rápidamente se ganó a la gente con goles importantes y esa condición de máximo artillero la mantuvo durante varios años, incluso en los mejores tiempos del club que, justamente, cumple 100 años.
Cuando colgó los botines, Echegaray siguió ligado al fútbol y los cabralenses se acostumbraron a escucharlo en los programas deportivos y en las transmisiones de los domingos, relatando con su estilo cansino y sin pelos en la lengua.
Defendía siempre sus ideas en el micrófono y se apasionaba con los momentos importantes de su querido Rivadavia.
Mientras tanto, Tupe se mostraba como un buen laburante gastronómico.
Familiero, Echegaray siguió de cerca también la proyección futbolística de dos de sus hijos, Richard y Diego, que también siguieron la pasión por Rivadavia.
El año pasado le detectaron un tumor cerebral maligno que lo obligó a ser intervenido quirúrgicamente.
Tras la operación, Tupe debió someterse a tratamientos y, por ese motivo, se alejó del relato, mientras los oyentes lo extrañaban.
Aunque intentó pelearla, Echegaray no pudo salir. Ayer tuvo una descompensación y fue trasladado al hospital municipal, donde finalmente murió, a las 18.30, hora en la que finalizaba la mayoría de los partidos de la segunda fecha de la Liga Villamariense de Fútbol.
“Fue sobre todo una excelente persona, buen tipo, trabajador, familiero y defensor a ultranza de su idea política que defendía a capa y espada en la libertad de la radio”, lo recordó ayer Sergio Dellamaggiore, propietario de FM Horizonte.
“Te extrañaremos, Tupe”, cerró el conocido locutor, a través de su Facebook.
Rivadavia y el fútbol local no lo olvidará. Tupe fue parte importante del engranaje que motorizó la grandeza del fútbol de Arroyo Cabral. Y quizás como capricho del destino, se fue en el año del Centenario de Rivadavia, como para marcar un tiempo que quedará inmortalizado.