Escribe: Dra. Marina Galeano INEDI
El exceso de colesterol en la sangre y su persistencia a través del tiempo pueden llevar a la patología más frecuente del mundo occidental: la enfermedad ateroesclerótica.
Esta enfermedad altera el paso de la sangre en órganos de vital importancia para nuestro organismo como el corazón, el cerebro y los riñones. Esta situación provoca un deterioro de la llegada de sangre a los tejidos y órganos ocasionando una dificultad en el funcionamiento de los mismos pudiendo llegar a una supresión brusca del aporte sanguíneo: situación que se conoce con el nombre de infarto.
Afortunadamente la ciencia médica cuenta con importantes tratamientos médicos, farmacológicos y quirúrgicos para contrarrestar la enfermedad ateroesclerótica. Existen nuevos fármacos de acción cada vez más precisa sobre el equilibrio del colesterol en el organismo, pero… mejor es prevenir: ¿cómo?
Teniendo un estilo de vida saludable
Ejercicios físicos: el ejercicio físico ha demostrado disminuir los niveles de colesterol y disminuir la presión arterial en reposo. Se recomienda a toda persona adulta, realizar 30 minutos de ejercicio diario según su condición física.
Dieta: está demostrado que las personas que comen abundantes frutas y verduras y poca cantidad de grasas saturadas tienen menor posibilidad de tener infarto y ateroesclerosis.
No fumar.
Evitar el estrés.
Evitar el sobrepeso.
Si usted tiene colesterol alto recuerde tomar sus medicamentos y realizar sus controles médicos.