Dos comedores de la ciudad afirmaron que la situación “está complicada” y que cada vez son más los chicos que se suman. Por el frío, hicieron campañas para recolectar colchas
Frente a la ola de aumentos que vive todo el país, donde las tarifas incrementan, aquellos que menos tienen se vuelven más vulnerables.
La situación empeora con el invierno, que llegó más frío en comparación a otros años, lo que hace aún más complicado mantener caliente un espacio cerrado. Ante este panorama, desde los comedores de la ciudad resaltaron que la demanda de niños aumentó y que salen a flote otro tipo de necesidades.
Afirmaron que la situación “está complicada”. EL DIARIO habló con las encargadas de dos comedores de la ciudad. Liliana Costabella, de “Un rayito de Esperanza”, del barrio Las Playas, y con Marisa Sánchez, de “Caritas Felices”, del barrio La Calera.
“Un rayito de esperanza”
Costabella contó que están palpando esa realidad desde la mitad del año pasado. “Hay un aumento permanente y hoy hay más demanda”, indicó.
Dijo que el número de chicos que manejaban de manera permanente era 35 y que hace un año viene incrementándose. Hoy tiene entre 45 y 50, de lunes a viernes.
“La situación está muy complicada”, señaló. Además, explicó que en este contexto surgen también otro tipo de necesidades, como una mayor cantidad de alimentos, abrigos y mayor contención.
“Al ropero comunitario lo tenemos bastante desbordado, nos han pedido ropa, una cama, una cuna. La gente pide otro tipo de cosas por la situación que vive en su propia casa también”, destacó.
En ese sentido, habló sobre las familias y reflejó que hasta el año pasado notaban mayor contención. “Había un tipo de convivencia que los ayudaba”.
Resaltó que sienten “la falta de asistencia del Estado nacional” y que se suma a la “falta de contención” que tienen los chicos.
Como ejemplo, contó que el Hospital Pasteur les queda demasiado lejos, por lo que siempre se acercan a los Centros de Atención Primaria a la Salud (CAPS). Allí solicitan los medicamentos que les hacen falta. “Pero ellos también sienten la falta de asistencia del Estado, entonces tienen más demanda”, indicó, y agregó: “Ahora nos vienen a pedir a nosotros los medicamentos porque en los CAPS no hay”. Ante esto, explicó que la demanda que tienen es “muy diversa”.
“Caritas Felices”
Por su parte, Marisa Sánchez dijo que “a los padres no les alcanza”. Contó que “esta muy complicado, lo ves todos los días en el comedor y los chicos te cuentan cómo lo sufren en la casa”. Actualmente tienen 76 chicos.
Comentó que durante las vacaciones también están brindando el almuerzo. “Como hay Paicor, algunos se quedan sin comer, así que acá sumamos el mediodía hasta la semana que viene”. También reflejó que, a diferencia de otros años, ahora los niños piden azúcar, té, para llevarse a su casa. “Hay que seguir pelándola y, por suerte, la gente es muy buena, colabora mucho”.