Ante el fracaso de la audiencia de mediación
Sin acercamiento entre las partes, la audiencia de mediación no prosperó. Los propietarios de Lola Cruz siguen manteniendo la postura de que se impidió el acceso porque la capacidad del boliche estaba al límite y el joven que no pudo ingresar entiende que fue discriminación
Misael Ogaz estudia Abogacía en Córdoba y sostiene su formación académica trabajando en una estación de servicios en la capital provincial.
En julio de 2016, junto a unos amigos, fue al boliche bailable y no le permitieron el acceso. “Detrás mío, la gente seguía entrando”, dijo en esa oportunidad Ogaz.
No dudó en hacer oír su voz y denunció, en primer término, la situación en la Auditoría General de la ciudad.
En esa oportunidad, no hubo acercamiento entre las partes. “Ellos dicen que el boliche estaba lleno y no es así, porque la gente seguía entrando”, planteó.
Como no hubo acercamiento en esa instancia, el joven, representado por el abogado Ricardo Gutiérrez, decidió hacer una denuncia en la Justicia para que sea un juez el que determine la responsabilidad de los propietarios de Lola Cruz.
Antes de que un magistrado dicte sentencia, se establece como instancia previa en casos como este una reunión con mediadores que se pueda alcanzar un acuerdo.
La audiencia se concretó ayer en las oficinas del Centro Judicial de Mediación, ubicado sobre la calle San Juan.
El trámite duró unos minutos porque la empresa no consideró que exista el derecho a un resarcimiento, en consecuencia, no hizo ninguna oferta; y porque para Ogaz lo importante de todo esto es que no vuelva a ocurrir, “pero, lamentablemente, sigue pasando”.
Cerrada esa instancia, la demanda continuará su curso en la Justicia villamariense, por lo que será un juez quien determinará si el hecho denunciado estuvo fundado en la normativa o si, en cambio, lisa y llanamente una discriminación.
Los hechos
Según la denuncia de Ogaz, los hechos sucedieron el sábado 9 de julio de 2016 en la puerta del boliche bailable Lola Cruz, ubicado sobre la ruta nacional 158.
Cuando quiso ingresar al lugar junto a unos amigos, le vedaron el acceso. Pero además aseguró que al tomar fotografías y filmar todo con su celular, el policía que realizaba tareas como adicional lo amenazó hasta que borró las imágenes.
Esto generó que el joven iniciara también una denuncia contra el uniformado.
La posición del joven
“Esto no fue un caso aislado”
Viajar desde Córdoba para estar en la audiencia representa mucho esfuerzo para Misael Ogaz. “A las 15 entro a trabajar, así que de acá nomás me voy”, indicó el joven que denunció discriminación.
“Intentamos mediar, pero no se dio, así que ahora seguirá el trámite judicial como venía siguiendo”, planteó.
“Hago este esfuerzo de seguir con la denuncia con el objetivo de que no vuelva a pasar, porque la gente tiene que saber que no es un caso aislado el que viví. Lamentablemente pasó y sigue pasando en varios boliches, no sólo en el denunciado”, explicó.
“Hubo hace pocos días un caso que se conoció porque el mismo discriminado hizo pública una carta dirigida a los dueños del boliche de Bell Ville. A él le llegaron a decir ‘gordito, correte de la fila’, lo que es indignante, doloroso”.
“Voy a seguir adelante con esta causa para que no siga ocurriendo eso”, dijo.
También sigue su curso la denuncia por amenazas contra el policía que supuestamente lo obligó a borrar las imágenes del celular. “Me llamaron hace unos meses para tomarme declaración, pero no sé bien cómo está esa causa. Con mi abogado lo denunciamos penalmente y ante el Tribunal de Conducta Policial. No sé si hicieron algo al respecto”, agregó.
La posición de la empresa
“No hubo ninguna falta de parte del boliche”
“No hubo conciliación porque entendemos que el señor Ogaz no tiene ningún tipo de derecho para hacer reclamos contra Lola Cruz”, dijo Marcelo Silvano (foto), abogado de los dueños del boliche bailable. “Por lo tanto, dejaremos todo para que resuelva un juez, a ver si corresponde o no el reclamo”, agregó.
Esto significa que “no hubo acercamiento en la mediación de ayer porque evidentemente que consideramos improcedente el reclamo”.
“No hubo ninguna falta por parte del boliche bailable. En ningún momento se ha discriminado a Ogaz, simplemente es un factor ocupacional. Si a mí me da la autorización la Municipalidad de que entren 2.000 personas en lugar de 1.200, se permitirá el ingreso a más cantidad”, afirmó el letrado.
“Si la Municipalidad te dice que no entran más, no podemos hacer nada. Si alguien compró una anticipada, obviamente que va a entrar, pero pasan por el denominado cuenta ganado, que impide que se supere la capacidad de ocupación”, concluyó.