El secuestro de varias especies que se dio ayer en Brinkmann reflejó la problemática de la venta ilegal de pájaros que existe en la provincia. En el país se calcula que el negocio mueve unos 50 millones de pesos por año
La Policía Ambiental de la Provincia sigue sumando secuestro de aves en cautivero a lo largo de todo el territorio cordobés, mientras a nivel nacional diferentes organizaciones no gubernamentales salieron a pedir más control ante la “explosión de la venta ilegal” de pájaros en Internet.
Solo ayer, personal de la Comisaría Brinkman, junto a la Policía Ambiental llevaron adelante un allanamiento con orden judicial en una vivienda donde secuestraron aves autóctonas: cardenales, boyeros, reinas moras, petiteros, brasitas, estorninos, volatineros, monteritas y jilgueros, además de más de 20 tramperos y siete jaulas.
Se trató de Brinkmann, pero continuó con la enorme cantidad de casos que se dan en el país.
La Dirección de Policía Ambiental, que depende del Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos, ya secuestró, en diferentes operativos, 777 aves silvestres.
A nivel nacional, la semana pasada, en un importante despliegue desarrollado en el marco de los programas para la protección de la fauna y flora autóctona dispuestos por el Ministerio de Seguridad de la Nación, la Policía Federal rescató nada menos que 400 ejemplares de animales en peligro de extinción luego de allanar dos ferias en Santiago del Estero.
El operativo tuvo lugar a partir de la intervención de personal del Departamento Delitos Ambientales de PFA, que junto a efectivos de la Delegación Santiago del Estero y personal de Fauna de la provincia, inspeccionó tres locales de un mercado en el centro de la ciudad y un local del paraje Maco, situado en las afueras de la capital.
Esto demuestra que para muchos prácticamente la venta ilegal está muy naturalizada.
Al aire libre, por Internet, al amigo del barrio… Muchos venden los pájaros que son atrapados de la nada, simplemente con un trampero que cuesta 400 pesos.
Claro que el negocio es más redondo. Un cardenal de pechito amarillo está siendo vendido en el mercado a 100 dólares.
Por otra parte, un informe de Naciones Unidas e Interpol estimó que a nivel mundial el tráfico ilícito de flora y fauna mueve hasta US$23.000 millones por año. Ya es el tercer negocio ilegal a nivel mundial, detrás del tráfico de drogas y el de armas. En Argentina se calcula en unos $50 millones por año.
Laura Nadersohn, voluntaria de la ONG Aves Argentinas, explicó días atrás que “explotó la venta ilegal de fauna silvestre por Internet”.
“No existen páginas oficiales de comercio de fauna prohibida y los sitios de e-commerce tienen regulaciones internas mediante filtros, pero las redes sociales son actualmente el punto de venta preferido gracias a la privacidad que ofrecen los perfiles anónimos y los grupos cerrados, amparados en la dificultad de control y fiscalización”, añadió.
La ONG busca esas páginas y las denuncia a la Justicia.
Acciones
La Policía Ambiental de Córdoba desarrolla los controles y las acciones de concientización para que se cumpla la ley que establece la prohibición de mascotizar fauna silvestre, como así también la ilegalidad de tenerla, transportarla o venderla.
Y es que domesticar a uno de estos seres no solo significa provocarle un daño irreparable obligándolo a adaptarse a las condiciones de una casa contra su naturaleza, sino también perjudicar al medio ambiente quitándole un ejemplar autóctono y que no dejará descendencia siendo ecológicamente inútil.
La legislación busca además evitar daños para la salud y la integridad de quienes domestican estos ejemplares, los cuales muchas veces son peligrosos o poseen enfermedades riesgosas para el ser humano.
Todos los animales son rescatados por la división de canes y son trasladados a centros de recuperación hasta que puedan ser liberados y reinsertados en su hábitat natural.
De todas maneras, las acciones parece que no alcanzan. Y el tema preocupa, sin demasiada prensa.