¿Por qué las bacterias se hacen resistentes a los antibióticos? Es un problema que afecta a todos los países por igual y constituye una de las amenazas más graves para la salud del mundo
La resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo, según señala la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cada vez es mayor el número de infecciones cuyo tratamiento se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos.
Por eso, desde hace ya bastante tiempo, se ha comenzado a impulsar campañas promoviendo el uso responsable de los antibióticos.
El objetivo es que estos principios activos hagan el efecto deseado en los pacientes y no surjan complicaciones que potencialmente pueden ser graves. Pero, ¿cuál es la causa de que las bacterias se hagan resistentes a los antibióticos?
Las bacterias cambian…
La resistencia ocurre cuando las bacterias cambian y se vuelven resistentes a los antibióticos que se usan para tratar las infecciones que estas bacterias causan.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala seis causas específicas que hacen a la resistencia de las bacterias a los antibióticos. En primer lugar, el exceso de prescripción de este tipo de medicamentos.
La OMS señala que en aquellos países «que carecen de directrices terapéuticas normalizadas, el personal sanitario y veterinario tiene tendencia a prescribirlos -y la población general a consumirlos- en exceso». Precisamente en esos lugares la aparición y propagación de la farmacorresistencia empeora.
Por otro lado, la OPS también incluye como causa de resistencia a aquellos pacientes que no acaban su tratamiento. Muchas personas creen que el tratamiento se acaba cuando los síntomas de la patología desaparecen. Esto es un error, dado que en muchos casos las bacterias no se hayan muerto completamente. Por eso, cuando un médico indica la extensión del tratamiento es necesario respetar ese tiempo.
La falta de desarrollo de nuevos antibióticos es otra de las causas principales que la OPS encuentra para la resistencia a los mismos. En este sentido, es importante destacar que aunque se desarrollen nuevos medicamentos la clave está en que se modifiquen los comportamientos actuales. Si esto no sucede la resistencia de las bacterias a los antibióticos seguirá representando una grave amenaza.
La OMS explica que esos cambios también deben incluir medidas destinadas a reducir la propagación de las infecciones, a través de la vacunación, el lavado de las manos, la seguridad de las relaciones sexuales y una buena higiene alimentaria.
El control inadecuado de las infecciones en los hospitales y las clínicas
El control inadecuado de las infecciones en los hospitales y las clínicas también constituye una de las causas de la resistencia de las bacterias a los antibióticos. Del mismo modo, la falta de higiene y saneamiento deficiente son consideradas como causas principales de esta problemática mundial.
Para prevenir y controlar la propagación de la resistencia a los antibióticos la Organización Mundial de la Salud establece tres tipos de grupos de personas que pueden contribuir. Por un lado, la población general puede limitarse a tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional sanitario certificado, no solicitar este tipo de medicamentos si los profesionales sanitarios dicen que no son necesarios y siempre atenerse a las instrucciones de los profesionales sanitarios con respecto al uso de los antibióticos.
Planes nacionales
Por otro lado, los planificadores de políticas de salud puede poner en práctica planes nacionales de acción para hacer frente a la resistencia a los antibióticos, mejorar la vigilancia de las infecciones resistentes a los antibióticos, reforzar las políticas, los programas y la aplicación de las medidas de prevención y control de las infecciones. Asimismo, es importante que se hagan campañas de concientización sobre el impacto de la resistencia a los antibióticos.
Por último, los profesionales de la salud también pueden contribuir a prevenir la resistencia a los antibióticos desde su lugar. Pueden prescribir y dispensar antibióticos solo cuando sean necesarios, notificar las infecciones resistentes a los antibióticos a los equipos de vigilancia, e informar a los pacientes sobre cómo tomar los antibióticos correctamente, la resistencia a estos fármacos y los peligros de su uso indebido.
A través de esta información la Organización Mundial de la Salud destaca la importancia de la participación de cada uno de los agentes mencionados en la prevención de la resistencia a los antibióticos.
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