Para algunos las ventas superaron las expectativas, mientras que para otros el estacionamiento pago y el corte de calles perjudicaron a su clientela
Los días del Festival Internacional de Peñas y la semana previa del recorrido peñero trajeron aparejada una gran afluencia de gente, que llegó desde distintos puntos de la región y el país.
Finalizado el Festival y luego del desarme de las carpas, EL DIARIO hizo un recorrido por los locales comerciales que se ubican a los alrededores de la costanera, con el fin de saber cómo les había ido con las ventas durante esos días.
El resultado de esta serie de consultas fue dispar. Algunos manifestaron haber superado las expectativas, mientras que otros sufrieron una merma en sus ventas.
“Hubo diferencia con respecto a las ventas en los días del recorrido peñero y del Festival en sí. Por supuesto fue más importante durante el Festival. Nosotros optamos por hacer locro durante esas noches y hemos trabajado bien. Pero tuvimos que buscarle la vuelta y cambiar el menú para atraer gente”, señaló Norberto Fratondi, dueño del famoso restorán homónimo de la ciudad.
Lo contrario ocurrió en los restoranes ubicados frente al Anfiteatro: “Superaron las expectativas que teníamos, nos quedábamos sin mercadería. Volvíamos a traer a la mañana y a las 12 hacíamos un nuevo un pedido para poder arrancar a trabajar a la tarde”, expresaron desde Pizzería Gaido, que abrió hace pocos meses en ese lugar. “Fue un boom. El último día la gente decía que estaba divina la ciudad y que quería volver”, agregaron.
Alejandro, dueño del restorán La Abuela, ubicado al lado de la pizzería, también frente al “Anfi”, manifestó que mejoraron notablemente las ventas los días del Festival: “La semana previa también subieron con respecto a los meses normales del año. Pero significativos fueron los días del Festival. Hace cuatro años que estamos acá, y con respecto a otros festivales creo que este año ha sido muy bueno”, dijo y agregó: “Diría que mejor que otros años porque antes teníamos menos competencia en el rubro, no estaban los food trucks o la peña que estaba cerca nuestro, se trabajó con la misma intensidad y hasta diría que más. Hubo mucha afluencia de público”.
Otros negocios de la zona, como la heladería Grido frente al Anfiteatro o algunos más alejados como Sándwiches Ale, la heladería y el quiosco frente al puente Juan Domingo Perón coinciden en que las ventas fueron normales, pero no más de lo que se esperaba: “Se ha trabajado, dentro de todo, lo normal. Un poco más los días del Festival, pero nada más”.
Quejas por el estacionamiento
Lo que repetían recurrentemente los distintos comerciantes es lo perjudicial que les resultó el cobro del estacionamiento: “El año que viene para esta época prefiero cerrar e irme de viaje. De los clientes míos ninguno podía estacionar, salvo algunos vecinos que viven en la zona y se llegaban, pero el resto no. Vendo mucho para llevar y me perjudicaba. Recién ahora empezó a moverse de nuevo, el miércoles cuando sacaron las carpas y empezaron a abrir las calles, pero desde que se cerró la calle y empezó el movimiento de peñas, me perjudicó. Tampoco vi incremento en la gente que venía. Hay que mejorar el tema del cobro del estacionamiento. Era bastante caro y para la gente era un costo grande que se le agregaba a la comida que venía a buscar”, expresó Pablo del restorán Mole.
Fratondi coincidió en esto: “Hubo mucha gente, estuvo todo muy bien. Pero lo que nos causa molestia es el cobro del estacionamiento, porque paran cinco minutos para buscar un pollo y ya les quieren cobran 40 pesos por auto, que encarece mucho la comida, y todo eso nos quita un gran movimiento de todos los días”.
Desde La Abuela indicaron: “Los días previos del recorrido peñero no hemos notado mucha diferencia con los días normales del resto del año, porque al estar cerrado el trayecto mermó. El estacionamiento influye mucho en los clientes habituales que por ahí evitan venir esos días en los que hay mucha gente. Lo que es delivery también bajó”, expresó Alejandro y agregó: “Mermó la compra de clientes fijos, pero aumentó considerablemente la venta al cliente circunstancial”.
Alicia de Sandwichería Ale señaló lo mismo.
Los baños, un problema a solucionar
“El tema de los baños es algo que pasa todos los años. Los baños públicos que hay no alcanzan o por una cuestión de higiene la gente se rehúsa a usarlos y para nosotros es un tema complicado, porque uno tiene las estructuras limitadas a la gente que puede atender y se desborda totalmente. Es un tema a solucionar, sobre todo en esta zona donde se concentra mucha gente”, manifestaron desde La abuela.
Este es también un punto en el que coindicen los restoranes: “El tema del baño fue una locura. Lamentablemente he optado por no prestarlos más, es sólo para los clientes. Los demás que vienen se han llevado cosas, ensucian mucho, llenan todo de arena. Por eso tenemos que cuidarnos”, añadieron desde Fratondi.
“Lo que me molesta bastante es el tema de que venían miles de personas a entrar al baño porque no había en toda la costanera. Venía gente que se hacía la que iba a comer y se metían al baño y se iban, ni siquiera preguntaban. Usaban de baño público el de nuestro lugar. Tampoco me molesta que estén las peñas, pero me parece que hay un montón de cosas para mejorar”, expresó Pablo de Mole.
Otros rubros, como las heladerías, manifestaron que el frío durante las noches de las peñas redujo el número de consumidores: “El rubro heladería fue 50% menos que el año pasado, pero por el clima, hizo mucho frío. Los primeros días de las peñas, que estaba más lindo, se vendió más. El resto de los días, sólo durante la tarde que hacía calor se vendía mucho”, explicaron desde Aloha y Grido.
“El año pasado trabajé bien durante las noches del Festival, pero la semana previa de las peñas no.
Este año fue flojo todos los días, menos que un día normal”.
“De los clientes míos ninguno podía estacionar, salvo algunos vecinos que viven en la zona y se llegaban, pero el resto no. Vendo mucho para llevar y me perjudicaba. Recién ahora empezó a moverse de nuevo, el miércoles cuando sacaron las carpas y empezaron a abrir las calles”.
Pablo
“Diría que este fue mejor que otros años porque antes teníamos menos competencia en el rubro, no estaban los food trucks o la peña que estaba cerca nuestro y se trabajó con la misma intensidad y hasta incluso más. Hubo mucha afluencia de público, siempre hablando de los días del Festival”.
Alejandro
“Este es el primer Festival que he pasado, pero lo que me habían comentado era que las ventas explotaban y no ha sido así”.
Alicia
“Hubo mucha gente y se vendió bien. Pero estuve trabajando en el Festival pasado y en este se ha vendido menos”.
Camila
“Han comprado, pero no grandes gastos. Vendimos muchos cigarrillos y sándwiches”
Gigi
Desde Villa Valeria al Anfiteatro
Siguen llegando turistas a la ciudad
Este grupo de recién llegados disfrutó de los platos del restorán La Abuela, frente al Anfiteatro, mientras esperaba que inicie el Festival de Adultos Mayores: “Pertenecemos al Centro de Jubilados de Villa Valeria y viajamos todos juntos para participar hoy”.
Dentro de la comitiva se encontraban Adelia y Aníbal, quienes estaban festejando sus 33 años de casados: “Estamos muy contentos de estar en esta ciudad, que es maravillosa. No solamente por el Festival que hacen, que es tan importante, sino porque es una ciudad que me pregunto siempre quién la diseño, tan cómoda y bonita. Los villamarienses tienen que estar muy orgullosos de la ciudad que tienen”, expresó Aníbal.