BASQUET – Liga Argentina
Luego de completar su participación, varios de los integrantes del plantel de Ameghino hicieron un balance de la temporada, tras quedar eliminados en los playoffs de octavos de final
La derrota ante Oberá, en el cuarto partido de la serie, marcó la definición en favor de los misioneros, a la vez que determinó el final del primer año en la segunda división del básquet nacional por parte de Ameghino.
El equipo villamariense completó un año que comenzó muy bien y luego fue decayendo, con el desandar de los partidos y la exigencia de un torneo de muy alto nivel y con equipos con presupuestos más altos y mayores pretensiones en sus objetivos.
De todos modos, este primer año fue histórico tanto para el club como para el básquet de la región.
Nuestro matutino dialogó con varios de los protagonistas del plantel villamariense y esto dijeron:
Juan Abeiro: “Tengo una bronca terrible porque sabíamos que éramos más que ellos. Lo sabíamos, cualquiera de afuera lo veía también. Eramos más. Pero son partidos. Hay que demostrarlo dentro de la cancha y no lo pudimos hacer, ni el martes, y en este segundo partido de local lo hicimos un poco mejor en el segundo tiempo. Lo tuvimos para ganar y lo tuvimos para perder; lamentablemente la última entró para ellos, es una lástima. Este equipo tiene unos huevos gigantes, siempre quisimos más y no se nos dio por alguna que otra cosa. El destino quiso que nos quedemos afuera, esa pelota rebotó dos veces en el aro y entró”.
El interno destacó: “En el balance creo que arrancamos muy bien, luego nos caímos, pudimos mejorar un poco con el cambio de extranjero. Fuimos un equipo para estar de mitad de la tabla para arriba y no estar sufriendo como nos pasó con el descenso. Es una lástima porque nuestra meta era estar más arriba, sabíamos que podíamos hacerlo. Le ganamos desde el puntero al último, les ganamos a todos. Eso indica que cuando nos dedicábamos a hacer lo que debíamos hacer le ganábamos a cualquiera. Ahora no queda más que descansar y empezar a pensar para la temporada que viene. Tengo una temporada más, mi vínculo con el club es por una temporada. Espero que el año que viene pueda dar mucho más de lo que di esta temporada. Agradecemos a EL DIARIO, estuvieron siempre, ganáramos o perdiéramos. Siempre apoyando y tirando buenas energías”.
Matías Cuello: “Es una mezcla de tristeza y de bronca porque hicimos una buena serie. Peleamos de igual a igual contra un gran equipo y creo que dependía de nosotros. En el primer partido de visitante estábamos arriba y por desconcentraciones nuestras ellos lo sacaron adelante. En el primer partido que jugamos acá tuvimos 22 pérdidas, que es un montón, y ellos nos ganaron por 7. Nos queda un sabor amargo porque sabíamos que podíamos pasar. En lo personal creo haber aprendido muchas cosas. Me encontré con un juego diferente al que venía haciendo e intenté adaptarme lo mejor que pude y di todo de mí. Ahora pienso en descansar”.
Abel Aristimuño (capitán): “Se nos escapa el sueño en la última pelota. Es lo lindo y lo feo que tiene el básquetbol. Hicimos todo para ganarlo, desde el minuto uno, más allá de algún altibajo que puede tener el equipo. Entregamos todo, nos vamos por eso con la cabeza en alto, hicimos todo para ganarlo. Ellos lo definen en la última bola, totalmente ajena a lo que se dio el partido. La serie fue toda así y se iba a definir de esa manera. La definieron ellos. Estoy contento por lo que se logró y triste a la vez porque se nos termina el sueño. Cada vez que tuvimos que definirlo en la última bola, no sé si es por la experiencia de ellos en la categoría, por la experiencia de sus jugadores o suerte, ellos la pudieron definir y supieron cerrarlo y nosotros no. No sé si es mérito de ellos o culpa nuestra, pero el básquet es así. Ahora hay que pensar en descansar, terminar de disfrutar esto que es un logro para el club y la ciudad”.
Pablo Castro: “Creo que hicimos el máximo esfuerzo, no hay nada que reprocharnos. En alguna ocasión fuimos beneficiados con el último tiro, parecía que lo íbamos a ganar en el final. Nos costó mucho. Ellos fueron muy intensos, jugaron muy bien todo el partido. Y una bola, que esté dos centímetros más acá o más allá puede cambiar el partido.
Cumplimos el objetivo, es difícil hacer un balance de Ameghino y no ponerlo en el contexto donde está, la categoría, el nivel de rivales con el que juega. Oberá hace 11 años que juega en esta categoría y siendo protagonista, con jugadores de trayectoria. Nuestro trabajo fue por encima del bueno, no llegamos a un excelente, pero cumplimos con los objetivos. Ha sido un aprendizaje más en este proceso que lleva varios años y que no es normal dentro del deporte profesional”.
Maxi Tamburini: “El balance es muy positivo. El objetivo era salvar la categoría y lo logramos, encima llegamos a playoffs y jugamos cuatro partidos frente al quinto mejor equipo. En el juego por momentos lo hicimos muy bien y cuando nos equivocamos lo pagamos. Creo que también pagamos el derecho de piso, con los árbitros y otras cosas. La actitud del equipo nunca faltó. Oberá demostró ser superior en los dos partidos jugados en Villa María y nosotros fuimos superiores en Misiones. No hay nada para reprocharnos, sinceramente dejamos todo, y estoy agradecido a Ameghino, dirigentes, cuerpo técnico y mis compañeros”.
«Este triunfo es especial»
Sebastián Torre (exjugador de Sparta, estudiante del Profesorado de Educación Física en el Trinitarios y nacido en Cintra) es el entrenador de Oberá, el equipo que venció 3 a 1 en los playoffs de octavos de final a Ameghino.
“Fue una serie hermosa, porque había mucha gente en la cancha de Villa María que me quiere. Hasta el comisionado Gustavo Tacconi fue profesor mío. Tengo a mi cuñada que juega en Ameghino. Este es un ejemplo de club. Conocí Ameghino cuando tenía otro piso, no tenía nada de esto. Me sorprendió para bien. Ahora tiene un tremendo equipo. Estoy feliz con mis jugadores, porque hay que tener huevos para ganar dos partidos seguidos acá con diferencia de 48 horas. No hay nada táctico para hablar, una bola en el final que entró, ante un tremendo club, un tremendo rival. Tengo motivos para festejar, nada para criticar. Ellos allá casi nos sacan los dos. Ellos jugaron bien de visitante y nosotros no; acá en Villa María nosotros jugamos mejor y ellos no. Es playoffs, eso de ganar de visitante es un mito”.
El entrenador agregó: “Nosotros estuvimos 24 fechas entre los cuatro primeros y se nos escapó en el último partido y quedamos quintos en la fase regular. Por otro lado, con un triple de Gómez Quinteros le ganamos en el último minuto a San Isidro, que los deja 13 y Ameghino entró 12. Y nos puso en contra”.
Finalmente Torre dijo: “Soy de Cintra, toda mi familia está allá, mis amigos también. Trabajé en Complejo de Justiniano Posse, tengo una buena relación con Sebastián Sucarrat. Estudié en Trinitarios, jugué en Sparta con Julio Vales, después me fui a Juniors de Córdoba, luego a Complejo y después a Entre Ríos. De ahí a Oberá. Estoy feliz de ganar acá. Es especial por un montón de cosas”.