Con el objetivo de evaluar y garantizar la calidad final de productos lácteos fermentados, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) incorporó un ensayo que permite enumerar uno de los microorganismos más utilizados como probiótico (las bifidobacterias). El servicio ya está disponible para empresas nacionales del sector.
La incorporación del nuevo ensayo del INTI permitirá evaluar la calidad de productos lácteos con probióticos durante su vida útil, cumpliendo así con un requisito del Código Alimentario Argentino (CAA). De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) se definen como probióticos a los microorganismos vivos que, suministrados en cantidades adecuadas, promueven beneficios para la salud. El principal vehículo para su consumo humano son las leches bebibles y los yogures.
Con el objetivo de ofrecer a las empresas nacionales la posibilidad de evaluar y garantizar la calidad final de estos productos, el INTI incorporó el ensayo de enumeración de uno de los microorganismos utilizado principalmente como probiótico: las bifidobacterias. Está comprobado que las bacterias probióticas ejercen efectos benéficos en la salud mediante interacciones con el intestino y sus metabolitos. Por eso, es fundamental la relación existente entre la microflora intestinal y el estado de salud de las personas.
En el intestino, tanto los microorganismos beneficiosos como aquellos potencialmente patógenos -que pueden originar enfermedades- suelen competir por los mismos nutrientes para crecer y reproducirse. Cuanto mayor es la población de las bacterias benéficas para la salud mejor y, en este sentido, es muy importante el aporte que pueden ofrecer los productos lácteos (a través de los lactobacillus acidophilus, bifidobacterium o lactobacillus casei).
“Verificamos tanto la cantidad de las bacterias probióticas como su viabilidad y estabilidad en las bebidas lácteas, durante la vida útil del producto. Estas cualidades son un requisito del Código Alimentario Argentino y están especificadas en su artículo 1.389”, explica Sandra Sarquis, responsable del Laboratorio de Microbiología del Centro de Lácteos del INTI.
En general, cuando se hace referencia a la calidad microbiológica de cualquier producto alimenticio se alude a los parámetros higiénico-sanitarios. Lo innovador, es que se ofrece un ensayo para enumeran bifidobacterias y con el cual se pueden realizar estudios de vida útil en bebidas lácteas.
El trabajo se suma a las acciones que viene implementando el INTI, institución que este año conmemora su 60º aniversario, para impulsar la industria láctea argentina.
Actualmente, la legislación nacional no permite aludir a propiedades benéficas para la salud en el etiquetado de alimentos, pero sí declarar la presencia de cultivos probióticos. En relación a estos últimos, el Código Alimentario Argentino establece como requisito que los microorganismos utilizados se encuentren viables y estables durante la vida útil de los productos que declaren su presencia en el etiquetado. A tono con las tendencias del sector alimenticio, la incorporación del nuevo ensayo del INTI permitirá evaluar la calidad de los productos durante su vida útil, cumpliendo así con los requisitos señalados en el CAA.