El intendente dio algunos números sobre la deserción escolar y dijo no tener el dato sobre cuántos villamarienses no saben leer ni escribir, pero reveló que son 2.500 los habitantes del Departamento San Martín en esa situación
Datos estadísticos revelados ayer por el intendente Martín Gill dan cuenta de que queda mucho por hacer en materia de alfabetización y educación en esta localidad.
Es raro que un mandatario saque a la luz cifras que no dejan bien parados a los gobernantes. Por eso quizás aclaró que los números colocan a Villa María en “mejor situación” que muchas localidades o provincias del país, que hay “cientos de ejemplos de inclusión reales” y que incluso “podríamos contentarnos por eso”, pero acto seguido admitió que hay mucho por hacer.
En este marco es que anunció en un colmado Salón Blanco del Palacio Municipal un programa de alfabetización. Lo incluyó en un proyecto de ordenanza que ayer envió para su tratamiento al Legislativo local.
Prometió los recursos a tal fin y dijo que la iniciativa se mantendría hasta que se cumplimenten los objetivos, es decir que se alcance a la población que lo requiere.
Los números de la realidad
Gill precisó que 520 integrantes de la comunidad familiar que acude a los centros de promoción familiar de la ciudad no terminaron el nivel secundario.
En tanto, 53 de ese universo no finalizaron la primaria.
Además, un relevamiento efectuado en los 11 gimnasios en los que se llevan adelante los talleres de promoción a través del boxeo detectó que casi el 90% de los chicos no terminaron el Nivel Medio.
Estos números fueron brindados durante el acto en el cual presentó el programa.
Luego, en diálogo con la prensa, Gill dijo que no tenía cifras sobre la cantidad de habitantes de esta ciudad que no saben leer ni escribir. Ante una pregunta, contestó que los últimos datos son los de la Encuesta Permanente de Hogares que reflejó la situación en el Departamento General San Martín, pero no está desagregado por localidad. En el departamento, alrededor de 2.500 personas no saben leer ni escribir.
Villa María es la cabecera del mismo y por lejos la urbe de mayor población, por lo que se presume que cerca de 2.000 ciudadanos villamarienses están en esa condición.
“Tenemos además la otra realidad, la de quienes han dejado la escuela”, advirtió el jefe del Ejecutivo.
Citó, por ejemplo, los casos de ausentismo en la primaria, “que es un dato muy grave” y recalcó que la deserción “es el germen en la secundaria”.
“Hay muchos que al terminar la primaria no comienzan el secundario y de los que comienzan el Nivel Medio muchos no lo terminan”, graficó.
Incluso dijo que llega al 50% el porcentaje de quienes inician el trayecto educativo pero no alcanzan el título del nivel secundario.
“Tenemos una tarea pendiente por cumplir. No hay esfuerzo que valga más la pena que generar políticas activas para permitir brindar herramientas y la educación es la herramienta más potente para cambiar realidades”, señaló el titular del Ejecutivo.
Anticipó que para poner en marcha el programa se hará una convocatoria amplia a lo intersectorial, ministerios, sector privado y público e institutos de educación superior.
Uno de los ejes de la iniciativa será establecer un mapa de la realidad, “para saber dónde abordar con puntualidad” y ratificó que la comuna invertirá recursos “para que no sea una discusión sobre si se mantiene o no el programa desde jurisdicción nacional o provincial”, más allá de que, aclaró, se estará abierto a recibir programas y financiamiento de gobiernos superiores.
“Si tenemos que invertir dinero lo haremos, pero necesitamos la herramienta formal para poder llegar. Hace falta salir al encuentro de quienes no saben leer ni escribir”, comentó.
“El mismo programa prevé que anualmente el Departamento Ejecutivo Municipal (DEM) estipule en el presupuesto por programa una partida específica para el financiamiento del programa hasta tanto se alcancen los objetivos que dan lugar al nacimiento del mismo”, confirmó.
Falencias en el abordaje para la terminalidad educativa
El Programa Progresar llega a sólo el 10% de los que lo necesitan
Cuando hablaba con los periodistas sobre el panorama educativo y los recursos estatales para alfabetizar, el intendente Martín Gill tiró un dato importante sobre uno de los programas que ejecuta el Gobierno nacional.
Se trata del Progresar, “que está escasamente expandido en la provincia, la que tiene potencialmente a 320 mil jóvenes en condiciones de acceder, pero lo hicieron sólo 32 ó 35 mil”, reveló.
Recordó que esa herramienta “implica que quienes inician el proceso para la terminalidad educativa y tienen entre 18 y 24 años, recibirán un aporte del Estado”.
“Son herramientas con las que tenemos que articular”, subrayó.