Angry birds
De un clásico de los videojuegos para celulares, llega al cine “Angry Birds”, unos pájaros con caras de enfadados, que viven en una isla poblada de pájaros y que en su mayoría no vuelan.
En este lugar hay tres “outsiders”. Se trata de: Red, un pájaro con problemas de mal genio; Chuck, un pájaro amarillo hiperactivo y Bomb, un pájaro negro muy volátil. Todo cambia cuando a la isla llegan unos misteriosos cerdos verdes, con el objetivo de robar los tan preciados huevos de estos pájaros. A partir de aquí los tres toman conciencia del terrible peligro que los acecha de parte del rey cerdo Leonard y su malvada piara y Red, Chuck y Bomb decidirán contraatacar y poner en marcha un plan para salir victoriosos.
Al final del túnel: la ventana indiscreta
El maestro del suspenso Alfred Hichcock con “La ventana indiscreta”, ponía a un hombre común en una situación extraordinaria, quien desde una silla de ruedas va descubriendo el entramado de un asesinato. Rodrigo Grande en“Al final del túnel” retoma esa idea con Leonardo Sbaraglia, en un papel excepcional, para posicionarlo desde una silla de ruedas y, con elementos electrónicos de la actualidad, ir descubriendo un asalto a un banco a través de un túnel.
“Al final del…”, es uno de esos filmes con poco marketing que logra atrapar a un espectador desprevenido, con un guión de relojería que rompe con todos los malos “tics” del cine vernáculo y que supera con creces otras dos propuestas nacionales que se proyectan en la actualidad.
Joaquín (Sbaraglia) es un hombre que está en silla de ruedas, vive en un casa derruida a la que concurre Berta, una joven bailarina con su pequeña hija, que le da cierta alegría a su hogar y anima a su dueño. Una noche trabajando en el sótano, donde repara computadoras, escucha a un grupo de ladrones que están construyendo un túnel, liderados por Galereto (Pablo Echarri), que piensan en robar al banco de la esquina. Pronto establecerá un plan que permitirá frustrar el propósito de la banda.
Víctor Alvez