Investigadora de la Universidad Nacional de Villa María
Una joven villamariense se encuentra trabajando para poder generar un producto con mayor valor agregado revalorizando un desecho de la industria láctea
Marina Bettiol, reciente egresada de la carrera Ingeniería en Alimentos en la Universidad Nacional de Villa María, lleva adelante una investigación mediante la cual busca diseñar y optimizar el proceso de elaboración de un producto que sea funcional a partir del agregado de péptidos y microorganismos probióticos provenientes del lactosuero. Es decir, crear un yogur mediante el cual se puedan prevenir enfermedades
Los laboratorios de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) son cuna de diversos tipos de investigaciones con impacto en la ciudad y la región. Tal es así que un grupo de investigadores trabaja para crear un nuevo “yogur funcional” que sea benéfico para el organismo humano, el cual podría contribuir en la prevención de ciertas enfermedades.
Actualmente, trabaja en colaboración con las doctoras María Belén Ballatore y Noelia L. Vanden Braber (también becarias posdoctorales del Conicet) en la hidrólisis (ruptura) del concentrado de proteínas de suero, para obtener péptidos bioactivos con elevada actividad antioxidante, destinados a prevenir el estrés oxidativo y enfermedades asociadas al mismo tales como dolencias cardiovasculares, Alzheimer, Parkinson, cáncer, entre otras.
La joven de 24 años explicó que en esta instancia de trabajo ya se obtuvieron los péptidos, ahora se encuentran evaluándolos y caracterizándolos. Para este trabajo cuenta con una beca doctoral financiada por el Conicet.
El objetivo principal es generar un producto con un mayor valor agregado. “Elegimos un yogur porque es un alimento fermentado de consumo masivo y el lactosuero que es un coproducto de la industria láctea, y generalmente está destinado a desecho o para alimento de animales”, señaló.
La idea radica en que un desecho de la industria láctea pueda ser revalorizado para producir un alimento de consumo diario, en este caso el yogur.
La idea radica en que un desecho de la industria láctea pueda ser revalorizado para producir un alimento de consumo diario.