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Buscan intensificar la asistencia al anciano en situación de soledad

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Buscan intensificar la asistencia al anciano en situación de soledad
Víctor Vedelago, presidente del Centro de Jubilados Suppo

Víctor Vedelago dijo que se evalúa la manera de mejorar el servicio de asistencia telefónica que se les brinda a los adultos mayores durante las 24 horas del día 

Víctor Vedelago, presidente del Centro de Jubilados Suppo

El presidente del Centro de Jubilados Suppo, Víctor Vedelago, busca intensificar el sistema de asistencia telefónica para los adultos mayores en situación de soledad, que implementó desde hace unos años.

Dicha asistencia funciona las 24 horas y está a cargo de Vedelago y un grupo reducido de voluntarios, que se turnan para atender el teléfono al que llaman los ancianos que necesitan contención.

“Hace cuatro años que iniciamos un servicio de atención telefónica para adultos mayores que están en situación de riesgo, de soledad, que funciona las 24 horas del día”, explicó Vedelago.

“Somos un grupo reducido de personas que nos turnamos para atender las llamadas, cumplimos guardias con el teléfono hasta que llegue el que sigue en el turno”, agregó.

“La soledad es la principal enfermedad que acecha a los viejos, está siendo poco tratada en el mundo y en la Argentina menos. Por la forma en la que vivimos, los viejos no tenemos más lugar en la familia, no tenemos más el espacio de vida”, consideró Vedelago.

“A lo mejor el viejo vive en un barrio y tiene un único hijo, que trabaja desesperado para mantener a su familia y vive en la otra punta de la ciudad, entonces tal vez ese hijo lo ve una vez al mes, porque no le dan los tiempos para ir a la casa de su padre. A la vez al anciano también se le dificulta ir a la casa del hijo porque el taxi le cuesta caro, hay muchos motivos”, señaló.

“A mí no me asusta la persona que viene a pedir ayuda, los que me asustan son los que no salen a pedirla, porque muchas veces ese anciano solo deja de ir al médico, se abandona y se muere de la peor de las muertes, que es morirse de soledad”, afirmó el presidente del Centro Suppo.

“Este es un trabajo que estamos viendo de dinamizarlo, de mejorarlo, porque una charla telefónica hace que esa persona que está sola sienta que no está sola en el mundo”, remarcó.

“Tenemos un promedio de unas 10 llamadas telefónicas por día, aunque no todas son pedidos de auxilio por soledad. Por ahí llaman para que les expliquemos cómo sacar un turno para hacer un trámite en el PAMI. Muchas veces terminamos haciendo nosotros ese trámite, tratamos de ir supliendo la familia”, manifestó.

“La gente llama entre la tardecita y la noche, especialmente los fines de semana, a veces llaman a las 23 de un domingo. Muchas veces llaman con la excusa de preguntar por un servicio o un trámite, pero en realidad después de un rato de charla terminan contando que el hijo que vive en otra ciudad y que hace mucho que no ve, le prometió visitarlo el domingo y lo dejó esperando. Ese anciano siente que no tiene a quién recurrir, porque ese único hijo no cumplió con su promesa de visitarlo después de tanto tiempo”, ejemplificó Vedelago.

“Una cosa es un anciano solo y otra es un anciano en situación de soledad, que es aquel que vive en el seno de una familia que no le presta atención, o bien que vive solo pero no lo soporta”, indicó.

“La contención era una responsabilidad de la familia, cuando no está, los que nos ocupamos de los viejos en situación de soledad tenemos que buscarlos, hacernos cargo y acompañarlos en el proceso”, explicó.

“Al principio teníamos un grupo joven, muy voluntarioso, pero sin mucha experiencia. A veces cuando una persona llamaba, se le hacía el trámite que necesitaba y se tomaban un taxi para llevarle la solución a la casa”, contó.

“En esa primera etapa éramos un grupo más numeroso, corríamos con todos los gastos y eso llevó a una situación muy complicada al centro de jubilados porque ya no podíamos cumplir con todo. De a poco el grupo se fue achicando, y ahora se tratan de solucionar las cosas de manera telefónica”, señaló.

“Ahora tratamos de optimizar lo que podemos resolver por teléfono, porque todo se solventa con el dinero que ingresa por la cuota social o algún evento que realizamos para el centro de jubilados”, remarco.

“No obstante, estamos buscando intensificar esta ayuda y estamos evaluando cómo hacerlo, porque no sólo necesitamos a gente que se comprometa, sino también que tenga una experiencia de haber tratado con los viejos. Necesitamos encontrar un grupo de gente o una institución para ver cómo hacer mejor este servicio, porque es un trabajo complejo, que va más allá de atender el teléfono. La angustia de un viejo es hoy, no puede esperar”, manifestó Vedelago para finalizar.

Para quienes quieran ayudar o necesiten comunicarse, el Centro de Jubilados Suppo tiene su sede en Ramiro Suárez 415 y su teléfono es 154201842, el mismo que funciona para la asistencia a los adultos mayores.