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Cabezón volvió a casa

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Cabezón volvió a casa

El perro fue llevado por el CAM, pero pertenece a Edith Allende, que lo rescató de la calle. La mujer tuvo que llegar hasta Tribunales para recuperar al can, uno de los ocho que tiene en su casa

Edith Allende, extitular de la Asociación Protectora de Animales, demostró una vez más que su lucha por los perros es incansable, luego de conseguir recuperar a Cabezón, uno de los ocho que tiene en su casa.

La historia es una más de las que existen en la ciudad, aunque el caso dejó preocupada a Edith porque nunca había imaginado que debía lidiar con una situación extraña, que tuvo a Cabezón en el Centro de Adopción Municipal (CAM) hasta que finalmente volvió al hogar.

“Es un perro cruza con pitbull, por eso se llama Cabezón”, contó la mujer, que vive en barrio Trinitarios.

“El siempre salía a la calle porque los chicos que van a la Funesil, cada vez que pasaban, le daban comida y lo llamaban, entonces él los acompañaba”, contó Edith.

Uno de tantos días en los que Cabezón deambulaba por la casa de estudios, llegó la perrera y se lo llevó al CAM, luego de una queja de un padre que acusó a la Dirección del colegio un hecho relacionado con su hija.

“Me dijeron que el perro había mordido a la chica, pero me quedaban dudas hasta que después comprobé que eran mentiras”, contó Edith.

“Cabezón no muerde a la gente, lo que pasa que ese día le puso las dos patas a la chica, pidiéndole un poco de masa, y ella se cayó de cola al barro; eso enfureció al padre y se generó un problema grande, entonces se llevaron al perro al CAM”, agregó.

A partir de allí comenzó el peregrinar de la mujer, que pidió ante el municipio la devolución de Cabezón y llegó hasta Tribunales para efectuar una denuncia.

“No me quisieron dar el perro porque decían que mordía; allí les pedí por favor que me den un certificado o algo que compruebe que el perro mordió, pero nada, entonces tuve que llegar hasta la Fiscalía porque ni siquiera en la Policía me atendieron bien como para tomarme la denuncia”, relató Edith.

Cabezón estuvo “guardado” durante 10 días, como si estuviese en prisión preventiva por el “daño” que hizo, pero que no se pudo comprobar, según Edith.

“Después de tanto sufrir, acá tengo a Cabezón, por fin en casa”, manifestó la mujer, después de haber logrado una victoria más en la batalla por cuidar a los animales. De hecho, a sus ocho perros los sacó de la calle.

“Con Cabezón fue algo especial porque vino al barrio con una familia del campo; estaba flaco, muerto de hambre, y vivía en la calle”, expresó Edith, para luego agregar: “Le di de comer de a poco porque me daba lástima verlo tan flaco; la gente del barrio se fue y él terminó quedándose en la calle, por eso lo dejé conmigo”.

“Me dirán la loca de los perros, pero yo no puedo verlos así”, aseguró la mujer, con Cabezón a su lado, feliz de volver a casa.