“La calificación regular a mala asciende a un 16% del área de soja de primera”, indicó en su último informe la Guía Estratégica para el Agro (GEA), de la Bolsa de Rosario. “Marchitamiento, baja altura de planta, pérdida de vainas, reducción del tamaño del grano, trips y arañuelas encienden la alarma de estrés hídrico en gran parte de la región núcleo. Las expectativas de rindes se recortan con el paso de los días y la ausencia de lluvias”, indicaron, rebajando las proyecciones que ubicaban márgenes de 45 quintales por hectárea a 38 en el mejor de los casos y con pisos de 20 quintales.