Con varios kilos más que cuando habitaba la plazoleta de la calle Mendoza, Mario Cabrera, conocido por la mayoría de los vecinos como “Campera”, pasa sus días en el Hogar, lugar al que llegó después de su recuperación en el Hospital Psiquiátrico de Oliva.

Los directores lo llaman con cariño “secretario” y él no duda en asumir cada día más responsabilidades. Maneja la computadora de la Dirección, conoce bien los programas Word y Excel y se desempeña con alegría.

En diálogo con EL DIARIO, “Campera” (conocido por ese apodo porque mientras habitó en la calle fue su prenda característica) dijo que se siente bien. “Trabajo con gusto, hago lo que me piden en la Secretaría, con la computadora”.

Al verlo saludable le preguntamos por la alimentación y no dudó en señalar “que la comida -del Hogar- es muy linda”.

Antes de despedirnos, relató que disfruta a pleno de las actividades extras. “Siempre hay talleres que ayudan en la convivencia. Aprendemos música, Internet y mucho más”, señaló.

Dejó un saludo a través de este medio a todos los que preguntan por él.