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Canillita condenado por vender drogas en un club villamariense

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Canillita condenado por vender drogas en un club villamariense
Eduardo Lazos en el banquillo de los acusados, junto a su defensor, Eliseo Boiero, poco antes de ser condenado (foto gentileza Radio Show)

Narcomenudeo – Además de diarios y revistas, su negocio eran los “ravioles” de cocaína

Eduardo Lazos recibió una pena de cuatro años y seis meses de prisión por “comercialización de estupefacientes agravada”. Vendía cocaína en el Club Huracán y frente al barrio Las Acacias. En otro juicio, un joven cordobés fue sentenciado a cinco años de cárcel por haber robado una moto en Oliva
Un canillita local fue condenado ayer a cuatro años y medio de prisión de cumplimiento efectivo por vender cocaína en un club de barrio Güemes y en el puesto de diarios y revistas que tenía sobre la ruta nacional 158, frente al Hipódromo local.
Se trata de Eduardo Ramón Lazos (64), alias “Pato”, quien fue declarado autor responsable de “comercialización agravada de estupefacientes, por haberse cometido en las inmediaciones o en el interior de una institución deportiva, cultural o social”.
Luego de una minuciosa investigación, que incluyó contundentes pruebas fotográficas, fílmicas y testimoniales que lo vincularon con el narcomenudeo (venta de drogas en pequeñas cantidades), Lazos fue arrestado el 25 de enero de 2017 en un operativo ordenado por el Ministerio Publico Fiscal y ejecutado por personal de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA).
Las pesquisas permitieron establecer que, por la mañana, el sexagenario vendía “ravioles” de cocaína en el puesto de venta de diarios y revistas que por entonces tenía sobre la ruta 158, a la altura del ingreso al barrio Las Acacias, mientras que en horario vespertino y al anochecer hacía lo mismo frente al Club Atlético y Biblioteca Huracán, en el corazón del populoso barrio Güemes.
El día de la detención, Lazos fue visto por los efectivos policiales vendiendo estupefacientes a la vuelta del club y poco después la FPA ingresó a la sede social y apresó al sospechoso, que se encontraba sentado a una mesa.
Allí, los uniformados secuestraron media docena de envoltorios que contenían cocaína, un teléfono celular y 1.500 pesos en efectivo. Momentos después allanaron el domicilio particular del acusado, donde incautaron varias dosis del citado alucinógeno, 14.200 pesos y 300 dólares, además de elementos utilizados para el fraccionamiento de la droga.
Al declarar durante la audiencia de debate realizada en la Cámara del Crimen de Villa María, Lazos admitió haber vendido cocaína en el puesto donde trabajaba como canillita, pero negó que hubiese desarrollado la actividad ilegal dentro de la institución deportiva emplazada en Colombia 568.
A la hora de los alegatos, el fiscal Francisco Márquez y el abogado Eliseo Boiero discreparon con la calificación legal y el monto de la pena requerido.
El acusador público consideró que Lazos debía ser condenado a seis años de prisión, pena mínima establecida por la Ley Federal de Estupefacientes Nº 23.737 para el delito que se le atribuía, mientras que el defensor solicitó que se dejara sin efecto la calificante por entender que su cliente no había vendido drogas dentro del Club Huracán.
Además, Boiero hizo un planteo de inconstitucionalidad de la escala penal prevista para el último eslabón del comercio de drogas y sostuvo que el mínimo viola el principio de proporcionalidad de las penas y de igualdad ante la ley.
Al dictar sentencia, la jueza Eve Flores de Aiuto rechazó el cambio de calificación legal solicitado por la Defensa, pero hizo lugar al pedido de inconstitucionalidad y aplicó una pena inferior a la requerida por el fiscal de Cámara.

Cinco años de prisión para joven cordobés
En la segunda audiencia de la jornada y en el marco de un juicio de trámite abreviado, la misma magistrada le impuso una condena de cinco años de prisión efectiva a un cordobés que admitió haber participado en el robo de una moto junto a otro sujeto que logró escapar.

Lucas Ledesma admitió haber intervenido en el robo de una moto, pero aseguró que fue engañado por quien le pidió acompañarlo hasta Oliva

Lucas Ezequiel Ledesma (19) fue declarado coautor de “robo calificado de vehículo automotor por uso de arma de fuego cuya operatividad no se pudo acreditar”, por un hecho cometido en mayo del año pasado en Oliva.
El delincuente prófugo y Ledesma viajaron desde la capital provincial y, una vez en la vecina ciudad, interceptaron a Matías Suárez, le pegaron un culatazo en la cabeza y le sustrajeron la moto.
En su defensa, el joven aseguró que fue engañado por su “amigo”, quien supuestamente le había pedido que lo acompañara hasta Oliva para buscar una motocicleta. Pero cuando llegaron, notó que aquel llevaba dos armas de fuego entre sus ropas, con las que luego perpetró el atraco. Sin dinero para volver por su cuenta, Ledesma aceptó acompañarlo en la maniobra delictiva.
De regreso a Córdoba, fueron interceptados por la Policía en la ruta y, a raíz de una maniobra evasiva, cayeron al pavimento. El presunto organizador del robo logró escapar, no así Ledesma, que fue detenido.
Producto de un acuerdo previo, el fiscal Márquez y la defensora oficial Silvina Muñoz coincidieron en pedir la pena mínima para el joven, un muchacho analfabeto que se ganaba la vida como carrero, juntando ramas y escombros.