La idea del comedor de barrio La Calera era ofrecerles una cena, pero les falta pan, jugos y dulces. Además, por la necesidad que tienen los pequeños, no pidieron donaciones de juguetes, sino de calzado
Noventa niños asisten al comedor Caritas Felices de barrio La Calera. Allí, Marisa Sánchez, una de las que encabeza este espacio, está preocupada. Es que el festejo de Navidad que pretendía hacerles a los pequeños corre riesgo por la falta de… todo.
“Este año se ha puesto bravísimo. Otros años, para esta fecha, ya tenía todo listo. Esta vez es diferente”, dijo acongojada la mujer que recibe casi al centenar de nenes y nenas de lunes a viernes a las 21 para cenar y martes, jueves y viernes también a merendar.
EL DIARIO ha dado cuenta de que las donaciones por parte de quienes habitualmente colaboran en diferentes campañas solidarias han bajado. De esto también habló, días atrás, un referente del grupo Ciudadanos Solidarios en Acción, quien se manifestó preocupado por no poder conseguir regalos para donar a niños, como lo hacen cada año en la campaña. En ese sentido también se manifiesta Marisa.
“Durante el año gracias a Dios no nos faltó alimentos, pero sí está costando ahora para Navidad. Me preocupa porque no tengo nada en el comedor”, explicó. Su intención es, el jueves 21, poder hacerles una cena con choripán, para lo cual ya cuentan con los chorizos. “Necesitaríamos el pan, jugo o gaseosas. Además, todos los años les he armado, para después de la cena, una mesa navideña y esta vez no tengo nada. Así que quienes puedan acercar cosas como pan dulce, garrapiñada o turrón, vamos a estar agradecidos. Yo voy al mercado y les hago la ensalada de frutas”, manifestó.
“Gomones” en vez de regalos
Nadie niega que la sonrisa que brota de un niño al abrir un regalo es algo impagable. Claro que Marisa lo sabe, pero esta vez ha tenido que apuntar a intentar cubrir las necesidades de los niños y no a ver esas expresiones de alegría.
Esta decisión la tomaron en el comedor cuando “días atrás vinieron a la copa de leche tres nenes descalzos, les pregunté por qué y me comentaron que tenían zapatillas, pero que estaban mojadas y tienen ese solo par”.
“Entonces charlando entre los colaboradores del comedor pensamos en que en vez de juguetes, estaría bueno conseguirles un par de gomones a cada niño para Navidad”, planteó.
“Los juguetes sé que son lindos y todos quieren que Papá Noel les traiga uno, pero es un momento y quizás no tiene tanta utilidad. Pero entiendo más la necesidad que tienen, pese a que los haría feliz un juguete. Claro que si nos lo traen se los vamos a dar, pero este año no pedí juguetes porque vi otras necesidades”, insistió Marisa.
Así es que “la idea es que cada uno pueda estar calzado”. “Para nenas solo nos faltan dos o tres pares, pero para varones tenemos pocos. Los que quieran colaborar, la idea es que sean nuevos y pueden ser del talle 35 al 41”.
-¿Cómo creés que van a pasar el 24 a la noche estos niños y sus familias?
-Para muchos va a ser una noche normal. Varias mesas no van a tener algo para festejar. La situación no está nada bien y muchos papás están sin trabajo, son familias numerosas, ojalá que todos pudieran levantar una copa y brindar.
Un nene que viene es porque tiene hambre. Como también tienen necesidad de contención, amor. Cada nene viene con un problema distinto, una realidad diferente.
Los interesados en colaborar, ya sea con los alimentos, las cosas dulces o los gomones, pueden comunicarse con Marisa al 154114971 o acercarse a Juárez Celman 842.