Memorias de un Soldado
Escribe: Luciano Pereyra
La Operación Rosario fue la primera operación de guerra argentina del siglo XX contra un enemigo extranjero y resultó exitosa. Habíamos cumplido exactamente lo que estaba previsto y planificado y adecuadamente ensayado. Cuando regresamos a nuestro cuartel en Baterías todos nos sentíamos realizados, orgullosos y satisfechos por haber alcanzado y cumplido con todo éxito los objetivos fijados. Yo, particularmente, estaba doblemente satisfecho y orgulloso. Los esforzados conscriptos. La Infantería, la de los pies cansados y las botas sucias, es el principal arma en el combate…”.
Alfredo R. Weinstabl, comandante del BIM 2.
Carlos Daniel Ferreyra nació el 1 de mayo de 1962 en Villa Nueva, en la calle Independencia del barrio Florida, fue alumno de la Escuela Bartolomé Mitre. En 1981 fue alistado en el Servicio Militar Obligatorio como soldado conscripto del Batallón de Infantería de Marina Nº 2 compañía Foxtrot, provincia de Buenos Aires.
El 2 de abril de 1982, se produjo el desembarco del buque Cabo San Antonio en las Islas Malvinas, la recuperación del territorio usurpado desde 1833 y la posterior guerra contra la tercera potencia bélica mundial y sus aliados de la OTAN y logística chilena. Ferreyra participó de ese acontecimiento histórico, del que habló muy poco a su regreso.
El 24 de Marzo de 1976 la junta militar encabezada por Videla, Massera y Agosti derrocó al Gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón. La crisis económica internacional, las divisiones dentro del partido peronista y el resurgimiento de focos revolucionarios, permitieron a la oposición política, a los grupos de poder y a las Fuerzas Armadas preparar el golpe de Estado. En Villa Nueva el intendente elegido democráticamente, Reynaldo Navarro, continuó en su cargo hasta el mes de noviembre por presiones desde la Fábrica Militar. Navarro “renunció” en noviembre y asumió en su lugar un hombre del proceso, Néstor Rossa Bertorello.
El “Proceso de Reorganización Nacional” inauguraba la etapa del terrorismo de Estado y además de tener como objetivos terminar con la vida democrática, eliminando cualquier tipo de oposición e ingresar al neoliberalismo económico, destruyendo la industria nacional, intentaron perpetuarse en el poder llevando a nuestro país a una guerra desigual y anacrónica, que despertó un patriotismo aletargado en el pueblo. En ese contexto se produce la Guerra de Malvinas.
El conflicto de Malvinas está muy presente en la vida cotidiana de la ciudad de Villa Nueva, fundamentalmente en el ámbito escolar y social. Las 124 viviendas que construyó el Gobierno provincial de facto, luego del conflicto bélico de 1982, se denominó barrio Malvinas Argentinas El documento oficial denominado “fondo patriótico” nos muestra el apoyo de la sociedad a la causa “Malvinas”, la contribución del pueblo de Villa Nueva fue muy importante. Entre las instituciones que colaboraron con la causa podemos nombrar: personal municipal, Consorcio Caminero, centros vecinales, empleados y obreros municipales, Cooperativa de Electricidad de Productores Rurales Asociados (CEPRA), Cooperativa de Agua Potable y otros servicios.
En la actualidad el acto en homenaje a los veteranos y caídos en la guerra reúne a todas las fuerzas vivas e instituciones de la ciudad, transformándose en un evento que marca el sentido de pertenencia de los villanovenses.
Cartas de un soldado y su madre.
Las cartas son documentos que nos permiten recuperar datos fidedignos de un contexto político, social o económico, pero sin lugar a dudas nos conducen a conocer pormenores de la vida cotidiana y familiar. En tiempos de inmediatez tecnológica, individualismo y sentimientos descartables, la lectura de las cartas de una madre y su hijo nos enseñan a recuperar valores y sentimientos humanos que las nuevas generaciones vamos perdiendo. La correspondencia nos permite observar también aspectos cotidianos, como la escolaridad de su hermana Adriana, el crecimiento de su hermano más pequeño Damián, el casamiento de una amiga, la angustia de tíos y vecinos.
Durante la “colimba” (Servicio Militar Obligatorio), los francos son esporádicos. Ferreyra solicitó una licencia poco antes de la guerra, pero el conflicto armado imposibilitó el regreso a Villa Nueva para ayudar a su padre, quien se recuperaba de una lesión en la columna vertebral.
“…el sábado pasado salimos de franco, a Punta Alta, no nos alcanzó para comer más que fiambre, nos fuimos a dormir a un vagón del ferrocarril y luego por el frío a la terminal… las dos fiestas adentro, va a ser muy duro ya que nunca pasé las fiestas lejos de ustedes… si les sobra unos pesos que me los manden para no pasar las fiestas seco (sic)…”.
Después del desembarco, el 2 de abril, Carlos Daniel Ferreyra le escribe a su madre Teresa Bufarini:
“…ahora paso a contarles algo que nunca pensé vivir… estuve en las Islas Malvinas por el conflicto con los ingleses, desde aquí hasta allá fuimos en buque y demoramos cinco días para llegar… desde el buque desembarcamos en tanques de guerra… apenas llegamos a la playa nos empezaron a tirotear… entonces bajamos enseguida de los tanques y nos pusimos cuerpo a tierra y empezamos a tirar nosotros también… el tiroteo duró más o menos una hora o dos después ellos, los ingleses y el gobernador subieron la Bandera argentina, entonces se rindieron, pero eso paso porque ellos eran pocos, ruego a Dios que no pase nada, nosotros éramos novecientos más o menos, estuvimos allí un día y a la tarde llegó el Ejército y tomó todo el lugar, ya todo estaba en calma y al otro día nosotros nos volvimos en avión al batallón y aquí estoy dando gracias a Dios y a todos los santos de estar sano y salvo… hay mucho que contar pero por carta no se puede…”.
Su madre Teresa le escribe:
“…me alegro mucho que estés en la base porque nosotros no sabíamos adónde estabas y estábamos muy preocupados con este lío…”.
“…hijo te diré que en Malvinas está el chico de Ferreyra de acá a la vuelta de casa, Ezparza, Minue, Marchetti y muchos más de Villa Nueva…”.
“…anoche fuimos a la misa que hicieron para pedir por la paz de los soldados y lloramos tanto por el tiroteo de ayer y pensábamos si vos estuvieras en Malvinas o no; …te diré que papi se queda hasta las dos de la mañana a escuchar noticias por la radio…”.
“te escribo para decirte lo mucho que te extrañamos y al mismo tiempo nos enorgullece tu valentía junto a tus compañeros en el hecho de estar defendiendo la Patria…”.
Al final de la guerra, Carlos Daniel escribe:
“… estamos muy contentos que se terminó todo este problema de las Malvinas…”, ante el pedido de su papá que cuando vuelva llegue con el uniforme, el 14 de julio le responde a su madre: “…decile a papi que no se preocupe que voy a ir vestido de gala…” (uniforme).
Su padre Pedro, nos cuenta que él se enteró de la recuperación de las islas en el colectivo “La Estrella”, yendo para Villa María, el chofer le habló de las noticias que se escuchaban por la radio, que el BIM 2 había tomado las islas. Su hijo le contó que pensando que iban de maniobras se enteraron que la misión era otra. Recuperar las Malvinas. Luego del desembarco, el intercambio de fuego y la rendición británica, su misión fue hacer guardia en un hotel, Carlos recordaba la amabilidad de los isleños y el hambre que pasaron. Una vez finalizada la “operación Rosario”, el BIM 2 regresó a custodiar el continente en Tierra del Fuego, estableciendo el batallón en Río Grande.
Al regreso, no participaba de actos u homenajes, no hablaba del tema, su padre piensa que debería haber recibido un tratamiento psicológico. En 1995, Carlos Daniel Ferreyra falleció de un infarto, apenas tenía 33 años. Hoy honramos su memoria a través de la investigación histórica, basada en la lectura de la correspondencia entre madre e hijo y en el recuerdo nostálgico de un padre que no olvida.
Nuestro humilde y respetuoso homenaje a los veteranos villanovenses: José Daniel Esparza, Walter Daniel Suárez, Walter Marchetti, Hugo Daniel Ferreyra, Bernardo Rodríguez, Erico Polliotto, Severo Bodart, José Gambino, Horacio Faró, Jorge Minué y Carlos Goycochea y a la memoria de los fallecidos Reyna, Alzugaray, Ballses y Carlos Daniel Ferreyra.
Fuentes:
Archivo Histórico Municipal de Villa Nueva, expediente “Fondo Patriótico Malvinas Argentinas”, 1982.
Correspondencia entre Carlos Daniel Ferreyra y Teresa Bufarini, 1982.
Testimonio oral, Pedro Ferreyra, 2018.