La institución que alberga a jóvenes vulnerables cerraría sus puertas por problemas económicos. Así lo dio a conocer Sergio Sánchez, titular del espacio de contención, quien como toda comunicación, recibió un correo electrónico de autoridades provinciales. Es incierto el destino de los diez pibes allí alojados
El Gobierno de Córdoba decidió cerrar la Residencia Juvenil de Bell Ville, que lleva 62 años de historia llevando adelante una tarea constante de contención y apoyo a niños y jóvenes vulnerables.
Pasaron las décadas y muchos de los que fueron internados allí por problemas con la Justicia, por falta de contención familiar o por escasez de medios, hoy son hombres que siguen valorando la posibilidad que tuvieron para encontrar en la Residencia, el sentido a sus vidas. Incluso, el actual director, Sergio Sánchez, vivió allí por varios años. Hoy es maestro de música “gracias a lo que aprendí acá”, dijo en una nota al Canal 2 de Bell Ville.
Ayer, Sánchez mantenía una reunión con directivos de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), que depende del Gobierno de Córdoba.
-¿Hay posibilidad de que den marcha atrás con el cierre?
-No, se habla de todo menos de eso.
Esa fue la respuesta de Sánchez ante la consulta de este diario.
Según explicó, el último día de diciembre cerraron la institución por vacaciones, quedando sólo algunos trabajadores con turnos reducidos para la atención el lugar.
En febrero, cuando se aprestaban a abrir las puertas, Sánchez recibió un correo electrónico en el que las autoridades provinciales le indicaron, según dijo públicamente, que cerrarían la Residencia “por las deudas” que tiene la institución.
Es decir, que los diez chicos que viven allí y los 14 trabajadores (entre personal de planta, equipos técnicos y becarios) tienen a partir del primer día de febrero un destino incierto.
“Los contratados están un poco preocupados porque no saben qué pasará. Los de planta van a ser reubicados”, dijo Sánchez a la televisión de Bell Ville.
Pero lo que más le parece preocupante es el futuro de los diez pibes allí alojados. “Ya están llamando porque algunos tienen que rendir en febrero materias que deben y no sé qué pasará con ellos”, agregó Sánchez.
La deuda
La deuda se origina, según se publicó en distintos medios locales y provinciales, en la falta de pago, durante cuatro años, del alquiler de la casa que ocuparon para el funcionamiento de la Residencia hasta mediados de 2015.
Los propietarios, integrantes de la familia Ariaudo, iniciaron acciones judiciales denunciando, además de la falta de pago, el destrozo de la casa.
Según indicaron, la deuda pura, el año pasado, ascendía a unos 200 mil pesos.
Frente al reclamo judicial, las autoridades resolvieron trasladar la Residencia Juvenil, mudando las actividades a un espacio céntrico, desde donde proyectaban continuar la acción de contención para este año. Pero el mail, cerró todas las expectativas de futuro.
Diálogo cero
EL DIARIO también consultó al intendente Carlos Briner, quien iba a mantener reuniones con funcionarios provinciales para llegar a una solución al conflicto.
Sin embargo, le llamó la atención que los miembros de la SENAF, que estuvieron ayer en Bell Ville abordando el problema “no nos dejaron participar como Municipalidad en la búsqueda de soluciones”. “No nos informan nada de lo que está pasando ni nos pidieron ayuda para encontrar una respuesta para los chicos que estaban allí”, agregó.