En esta oportunidad, el conocido presidiario está acusado de haber tenido cocaína en la celda que ocupa en la cárcel de barrio Belgrano. A poco de iniciada la audiencia dijo que la droga no era de él, sino de otro detenido, quien fue citado para declarar
Néstor Eduardo “Chachán” Guzmán (33), un convicto que en octubre de 2005 recibió una dura condena por un aberrante asalto en el que fue abusada sexualmente una mujer, comenzó a ser juzgado ayer en la Cámara del Crimen de Villa María, esta vez por habérsele encontrado droga en la celda donde pasa sus días.
En efecto, Guzmán comparece imputado como presunto autor de “tenencia simple de estupefacientes”, un delito que, legislado por el artículo 14 de la Ley Federal de Estupefacientes Nº 23.737, es reprimido con prisión de uno a seis años.
El 20 de noviembre de 2013, personal del Establecimiento Penitenciario Nº 5 secuestró de la celda 16 del pabellón 6 un total de 17 gramos de clorhidrato de cocaína, distribuidos en 27 envoltorios termosellados.
Esa celda era ocupada por Diego Daniel Vega, alias “Sapo” o “Sapito”, y Guzmán.
En un primer momento de la investigación administrativa, que posteriormente se judicializó, Guzmán se hizo cargo de la droga que había en la celda, al tiempo que Vega dijo que él no tenía “nada que ver con eso”.
Poco después que Vega fuera sobreseído y, gracias a esa resolución, obtuvo el beneficio de la “libertad asistida” en un proceso por robo que lo tenía preso desde 2008.
Terminada la Instrucción, la causa contra Guzmán fue elevada a juicio y ayer llegó a la Cámara del Crimen. Y a poco de comenzada la audiencia de debate y tras la lectura de la acusación, Guzmán pidió la palabra para declarar.
Durante su intervención, “Chachán” contó los distintos avatares vividos en los pocos más de 12 años que lleva detenido, durante los cuales recorrió distintos penales de la provincia de Córdoba (Villa María, Bouwer, San Martín, Cruz del Eje y nuevamente Villa María); se refirió a que los sucesivos traslados fueron por sus inconductas, provocadas por su adicción a los estupefacientes, y agregó que el tratamiento que le dieron a su problemática era nocivo para su salud.
Al referirse a la acusación que se le atribuye y por la que está siendo juzgado, sentenció: “La droga no era mía, era del ‘Sapo’ Vega; yo me hice cargo para que a él le dieran la (libertad) asistida. Es parte de los códigos carcelarios, siempre el que está por salir debe tener la ayuda de los otros. Si no se ayuda al que está por salir, pasás a ser un ortiva, un brígido y empezás a vivir muy mal ahí adentro. En la cárcel no quieren al buchón. Yo me comí una condena de 19 años por no ser buchón y acá estoy”.
Estas declaraciones de Guzmán provocaron un intenso interrogatorio por parte del fiscal Francisco Márquez, como así también algunas preguntas aclaratorias del juez René Gandarillas, quien preside la audiencia, y del abogado defensor, Eduardo Luis Rodríguez.
Inmediatamente después se solicitó en la sala de audiencias la presencia de Diego Vega, quien en esta oportunidad no compareció en calidad de imputado (fue sobreseído en la Instrucción), sino como testigo de lo ocurrido aquel 20 de noviembre de 2013 en la cárcel villamariense.
“Sapito” Vega, quien actualmente se encuentra detenido por otra causa (un robo calificado), fue trasladado a Tribunales y, previo a ser escuchado, se le advirtió la diferencia entre declarar como testigo y declarar como imputado, haciéndosele saber que podía incurrir en el delito de “falso testimonio”, lo que le significaría un nuevo proceso penal en su contra.
“La merca era mía, la había cambiado el día anterior por un televisor”, comenzó diciendo Vega, y agregó: “El ‘Chachán’ ni sabía que estaba ahí. Ese lunes, cuando empezó la requisa y nos bajaron al patio, ahí le dije que tenía la droga escondida entre mis cosas de limpieza. Después estuvimos 3 ó 4 horas en el ‘freezer’ (calabozo) y ahí salió que él se hiciera cargo para que me dieran la asistida. Son los códigos de allá adentro, por eso yo ahora vengo a decir la verdad. La merca era mía. Gracias a eso yo salí a los cuatro o cinco meses con conducta 6. Si me ponían la merca a mí, no hubiera salido”.
Esta declaración de Vega despertó un nuevo y acalorado interrogatorio por parte del fiscal Márquez, pero el testigo mantuvo sus dichos hasta el final, insistiendo en que la droga secuestrada en la celda en que habitaba con Guzmán era de su propiedad.
Luego de incorporarse por lectura el resto de la prueba, el tribunal dispuso un cuarto intermedio para hoy a las 9, ocasión en la que formularán sus alegatos la Fiscalía y la Defensa y posteriormente se le concederá a Guzmán la “última palabra” como paso previo al dictado de la sentencia.
Non bis in idem
Consultado el defensor de Guzmán en relación a la declaración de Vega, manifestó: “Hoy es un testigo de la causa; con anterioridad estuvo imputado, pero fue sobreseído durante la Instrucción”.
“Aún cuando hoy asuma la responsabilidad por la tenencia de la droga secuestrada, no se lo puede volver a incriminar por el mismo hecho”, explicó Rodríguez, y añadió: “Es una garantía constitucional denominada non bis in idem, que significa que nadie puede ser perseguido penalmente dos veces por el mismo hecho, y Vega ya fue perseguido y sobreseído por este delito”.
Otros detalles
Néstor Guzmán nació en Villa María el 21 de septiembre de 1982 y hace poco más de 12 años que se encuentra detenido. Ingresó a la cárcel cuando tenía 21 años y en octubre de 2005 fue condenado a 19 años y cuatro meses de prisión por el denominado “caso Ghirardi” (ver nota aparte).
Es padre de tres hijos, todos ellos menores de edad, y nieto del conocido “Loro” Guzmán (ya fallecido), quien años atrás le enseñó a manejar a muchísimos villamarienses.
“Chachán” confesó su adicción a las drogas en dos oportunidades. Estando en libertad fue internado en el Hospital Pasteur por sobredosis y, encontrándose detenido, no ha recibido ningún tratamiento.
Protagonista de un caso aberrante
El 11 de octubre de 2005, es decir hace exactamente 10 años y seis meses, Néstor “Chachán” Guzmán fue condenado a 17 años de prisión por haber asaltado a un matrimonio y violado a la mujer, en un aberrante episodio ocurrido en horas de la madrugada del 4 de febrero de 2004 en la zona rural de Tío Pujio.
En rigor de verdad, Guzmán recibió entonces una pena unificada de 19 años y cuatro meses, porque tenía pendiente parte de otra sanción impuesta por la Justicia local en junio de 2004.
El feroz asalto, que incluyó una golpiza y el ataque sexual, tuvo como víctimas a Santiago Ramón Ghirardi y su esposa Estela Dora Cassi, quienes fueron sorprendidos por tres sujetos que irrumpieron armados en su campo.
El denominado “caso Ghirardi” conmovió a la opinión pública de Villa María y toda la región y llegó a tener repercusiones a nivel nacional, luego que la propia Estela concediera una entrevista exclusiva a EL DIARIO en la cual contó los dramáticos momentos que tuvo que vivir.
Aquel reportaje posibilitó que, por primera vez en la historia jurídica de la provincia (y posiblemente del país), las audiencias de debate del juicio oral fueran públicas, pese a tratarse de un hecho de instancia privada, ya que -y por esa misma cuestión- las mismas debían sustanciarse a puertas cerradas.
“Chachán”, por entonces de 23 años, fue declarado coautor de “robo calificado” por uso de arma, en despoblado y en banda; “abuso sexual con acceso carnal, calificado”, y autor de “coacción”, delitos por los que se le impuso una sanción de 17 años de prisión.
Además de Guzmán, en aquel trascendental juicio fue condenado Claudio Alejandro Deheza, alias “Caíto” (15 años de prisión por el asalto, unificados en 16 con una condena anterior), mientras que los coimputados Jorge Pereyra, Diego López y Román Viano fueron absueltos y recuperaron la libertad al concluir el proceso.