

Desde muy chiquita la perra Chicha vivió en las instalaciones de la Municipalidad de Villa Nueva.
A diario recibía el amor y el cariño de todo el personal, que la adoptó como parte del lugar y también la alimentaban todos los días en el hall del municipio.
No era conocida solo por los trabajadores, sino también por los vecinos que se acercaban a hacer sus trámites que la cruzaban en los pasillos del edificio.
Chicha, de 6 años, era una integrante más. Todos acostumbrados a verla ahí. Pero hace unos días se perdió unas horas y apareció muy golpeada. Parecía que no iba a aguantar las consecuencias de los golpes y estuvo muy cerca de morir. Nunca se supo qué le pasó, todos se concentraron en ayudarla y sanarla.
Fue ahí cuando dos hermanas que trabajan en la Muni, Anita y Lorena, decidieron llevarla a su casa para cuidarla.
Cuando comenzó a reponerse decidieron que esa casa era el mejor lugar para ella y le dieron un nuevo hogar.
Hoy la extrañan en la Municipalidad. Era la primera en recibir a todos cuando llegaban a trabajar temprano a la mañana, moviendo su cola y siempre contenta.
“Pero todos sabemos que está bien cuidada y rodeada de mucho amor”, expresaron los trabajadores del municipio.
Chicha, hoy recuperada, ocupa un lugar en el corazón de todos los que compartieron tantos años junto a ella.