Se llevó a cabo el jueves en la Sociedad Rural de Pozo del Molle una charla de capacitación a cargo de Gonzalo Rodríguez, veterinario de Vetanco, quien abordó una propuesta de tratamiento integral para el tratamiento y control de moscas en los rodeos lecheros.
“Junto con la firma Héctor A. Bertone (HAB), que son distribuidores de nuestro producto, organizamos esta charla que es de interés para los productores, porque si la mosca no se controla bien, causa serios perjuicios en la producción y en la economía”, dijo.
A su turno, Guillermo Piñeyro, de HAB, destacó que la capacitación se trata no solo de la presentación de un producto, sino de un manejo integral.
Sobre el producto en sí (ambiflud Benzuron larvicida), González destacó que los tratamientos existentes son para controlar la mosca adulta. “En este caso, lo novedoso es que se promueve el control en el estado de larva en la materia fecal, lo que viene a resolver el 85% del problema”, dijo.
El producto se incorpora a la dieta del rodeo en el período estival. “Se recomienda desde septiembre a marzo”, señaló. Al ingerirlo pasa de manera inalterada por el organismo de las vacas y se elimina en las heces. “El principio activo se concentra precisamente donde la mosca, especialmente la mosca de los cuernos -que es la que más afecta a la producción-, pone los huevos. Con eso, evita que llegue al estadío de pupa y que se desarrolle”, planteó González.
A su turno, Piñeyro destacó que “es importante destacar que es totalmente inocuo para el animal y no deja residuos ni en la carne ni en la leche que produce. Se han hecho ensayos en universidades y tiene todas las autorizaciones del Senasa”.
Es el único larvicida registrado en Argentina “y como prueba que funciona, desde que lo estamos utilizando en Villa María, quien lo probó, lo siguió utilizando. El crecimiento es exponencial”, planteó Piñeyro.
Ambos coincidieron en que la charla se concentró en el manejo integrado. “El ambiflud para evitar el desarrollo de las moscas y también otras medidas de buenas prácticas y hasta control biológico para reducir la presencia de moscas adultas”, indicaron.
Cabe señalar que las moscas son “vectores de muchísimas enfermedades”. “Solo la mosca doméstica transmite 65 patógenos”, explicó. Si a eso se le suma la acción en los tambos de la mosca de los cuernos y la conocida como mosca brava “nos encontramos con un problema importante para la producción”.
“En la zona lechera, estas últimas son vectores mecánicos que transmiten la mastitis, por lo que las pérdidas de producción son significativas”, indicó González.
“El objetivo es tener el problema controlado y en eso estamos trabajando”, concluyó.