
Una práctica que parece fácil, pero hay personas que no lo saben, es la de ponerles la pipeta a perros o gatos.
Las pipetas son el antiparasitario más utilizado para las mascotas. Son efectivas y fáciles de usar. Vienen para perros y para gatos y se aplican en una pequeña zona de la piel, pero se distribuyen rápidamente por todo el cuerpo del animal.
Antes de comprar la pipeta hay que determinar el peso del animal, es por eso que antes de hacerlo conviene consultar al veterinario.
Al momento de colocarlas, hay que elegir un lugar de la casa donde la mascota se sienta cómoda y relajada.
La pipeta se sujeta con una mano en posición vertical, siempre lejos de la cara. Con la otra mano se debe romper la punta para abrirla, doblándola hacia detrás sobre sí misma. Una vez abierta, hay que apartar el pelo de la mascota de una zona determinada:
En el caso de perros pequeños, se aplica entre las escápulas (la cruz que se hace entre la cabeza y los hombros).
En perros grandes, se aplica a lo largo de la línea del lomo, entre los hombros hasta casi llegar a la cola.
En los gatos, la pipeta se aplica sobre la piel en la base del cráneo.
Una vez terminado el proceso, hay que dejar actuar el producto. No olvide lavarse las manos después de la tarea.
Recuerde que jamás debe utilizar una pipeta para perro en un gato, ya que puede ocasionarle daños e incluso la muerte. Los componentes de una y otra son muy distintos.
Como dato importante y para lograr un buen efecto, no hay que bañar a las mascotas, al menos por 48 horas.