Diez factores a tener en cuenta
En cualquier lugar del mundo, la compra de una vivienda, como cualquier otra adquisición, implica tomar una decisión. Y probablemente, comprar un inmueble, sea una de las decisiones más importantes que tomaremos en nuestra vida, en cuanto a compra se refiere. Por eso, y, aunque este sea un acto eminentemente subjetivo, depende de cada persona, ya que lo importante para algunos podría ser prescindible para otros.
Deberíamos atender a una serie de criterios a la hora de afrontar este proceso de toma de decisiones de manera que dejemos muy poco espacio a la improvisación, que puede resultar negativa.
Un buen asesor, como persona que conocerá al cliente, lo guiará hasta que encuentre el inmueble o casa que mejor se ajuste a sus necesidades.
Es por ello, que a continuación repasaremos algunos puntos clave a la hora de buscar una casa o un departamento. No se trata de un esquema que debamos seguir a rajatabla al encontrarnos en esta tesitura si no, más bien, una serie de factores que debamos tener en cuenta para que esta decisión sea lo más acertada posible.
Buscar, encontrar y decidir
Existen numerosos factores a tener en cuenta que nos pueden mover hacia un lado u otro de la balanza, por lo que es aconsejable la ayuda de un asesor a la hora de elegir una propiedad.
Recordemos que debemos tener la mayor información posible sobre la situación en la que nos encontramos y las diferentes alternativas que podemos adoptar. Esto reducirá la incertidumbre a la hora de tomar nuestra decisión.
A la hora de buscar, los futuros propietarios suelen tener en claro tres factores: ubicación, número de habitaciones/baños y precio. Esto puede dar como resultado un amplio abanico de posibilidades, por lo que buscaremos otros aspectos que nos puedan ayudar.
¿Un departamento o en una casa?
En muchos casos esta decisión estará condicionada por la ubicación, ya que si tenemos claro el lugar donde queremos residir, la oferta existente de una de las dos tipologías puede ser escasa.
Si no es así, y podemos elegir, la decisión suele ser muy personal, puesto que al considerar las ventajas y desventajas que ofrece una frente a la otra depende mucho del cliente: seguridad, jardín, tamaño, piscina, gastos de mantenimiento, número de plantas, escaleras, ruido, vecinos, mascotas, etcétera.
El emplazamiento
Dentro del barrio deseado, podemos atender al tipo de calle en el que se ubica el edificio. La distancia y accesibilidad a las dotaciones que para nosotros son importantes: zonas verdes, colegios, instalaciones deportivas, transporte público, lugares de ocio, aparcamientos, centros sanitarios y supermercados, por mencionar a algunos.
Año de construcción y estado
Adquirir una vivienda de nueva o de segunda mano es una dicotomía que a muchos invade a la hora de realizar una compra de este tipo. Dentro de las de segunda mano se puede decidir entre un inmueble que esté para entrar a vivir o que debe reformarse.
Hoy en día se está teniendo muy en cuenta esta última opción, por varios motivos: la ubicación nos limita a poder escoger una vivienda nueva y dentro del mercado de segunda mano, es difícil encontrar una vivienda que esté para entrar a vivir y se ajuste a nuestras necesidades y gusto. Por lo que resulta atractivo la reducción en el precio de compra que nos ofrecen las vivienda para reformar e invertir ese dinero que nos ahorramos para acondicionar la vivienda como en realidad deseamos.
También hay que analizar si podremos asumir las futuras inversiones que necesitaremos realizar tras la compra. Y no solo los gastos inminentes, sino también los que realizaremos a lo largo de la vida útil de la vivienda.
Vistas y luminosidad
Poseer amplitud, vistas y luminosidad suele ser un valor intangible que influye considerablemente a la hora de sentirnos a gusto en nuestra residencia.
Si la vivienda se encuentra en un edificio, las plantas altas tienden a ser más atractivas. Y el tipo de hueco existente en los paramentos también está relacionado con la correcta ventilación del inmueble.
Instalaciones y calidad de los acabados
En este aspecto, los factores a analizarse son: instalación eléctrica, de gas, agua, calefacción, aire acondicionado, calentador de agua, puertas blindadas, antena de televisión, conexión a Internet, calidad del mobiliario de cocina, inodoros, lavamanos, ducha, grifería, carpintería interior, puertas, carpintería exterior, ventanas, armarios empotrados, pavimentos, etcétera.
Distribución
Otro de los útiles consejos para comprar una casa es verificar una correcta distribución, hace que los metros cuadrados de la vivienda estén mejor aprovechados y no se invierta demasiada superficie en zonas como pasillos.
También se suele tener en cuenta que las zonas de día (cocina, salón, comedor, terrazas) estén separadas de las zonas de noche (dormitorios). Así el uso de estos espacios comunes no resulta molesto a la hora de intentar descansar.
Estética
Tanto si optamos por una casa, como si lo hacemos por un departamento, no olvidemos que la carta de presentación de nuestra vivienda (lo primero que vamos a ver al llegar) es la fachada, su aspecto exterior. Y esto nos predispone a tener una actitud hacia ella.
Aislamiento térmico y acústico
Está clara la importancia de un correcto aislamiento de la vivienda, y la repercusión que tiene este sobre el confort y bienestar. Ambos están relacionados, se logran mediante la elección de materiales y soluciones constructivas adecuadas y, en la mayoría de los casos, un correcto aislamiento térmico implica que la vivienda también estará bien aislada acústicamente.
El aislamiento térmico además está relacionado con el consumo energético de la vivienda, por lo que reduce considerablemente el gasto anual que dedicamos en su climatización y la incidencia que tiene esto sobre el medio ambiente. Para el correcto aislamiento acústico se ha de considerar las fuentes de ruido: fuente de ruido exterior (cualquier molestia proveniente de la calle) y fuente de ruido interior (vecinos y diferentes habitaciones de la vivienda). Y también la naturaleza de estos ruidos: ruido aéreo (las ondas provenientes de diferentes fuentes chocan contra el cerramiento y producen una vibración o se filtran directamente) o ruido de impacto (donde es el choque de algún elemento contra la estructura, suelos techos o paredes).
Orientación
Aquí se analiza la relacionada con la luminosidad y el consumo energético. Para el Hemisferio Sur, la fachada de sol constante es la orientación norte y para el Hemisferio Norte la fachada de sol constante es la orientación sur.
Las fachadas con orientación este y oeste también atrapan los rayos de sol, aunque en menor intensidad y tiempo. Esta intensidad variará en temporadas de verano e invierno.
La orientación sur es la que tendrá más incidencia de los rayos de sol a lo largo de todo el día. La orientación oeste, hará que la luz entre directamente a última hora del día, momento en el que la vivienda estará más caliente. Y la orientación norte, no recibe luz directa, por lo que tendrá una luminosidad tenue y uniforme a lo largo de todo el día. Dependiendo de si la vivienda se encuentra en un lugar frío o caluroso nos ayudará a valorar la mejor orientación.
En síntesis
A la hora de analizar y considerar todos estos aspectos debemos tener claro los objetivos a alcanzar con la decisión que adoptemos, eso significa identificar y definir claramente cuáles son nuestras prioridades.
Para decidir el camino a tomar, debemos saber a dónde queremos ir, además hay que tener en cuanta todas las alternativas y si no las hay, buscarlas, es importante tener paciencia y conocer el mercado. Ser asesorados y no precipitarnos a la hora de realizar una de las que, probablemente, será la mayor inversión que realicemos a lo largo de nuestra vida.
Factor emocional
Después de haber atendido a estos factores racionales anteriormente reseñados. También hay que tener en cuenta el factor emocional: imagina cómo te sentirías tú viviendo en el inmueble que estás a punto de adquirir: ¿lo ves como un hogar dónde vivirías?