Salud reproductiva – Agentes de Nación y Provincia capacitaron a profesionales para que puedan colocarlo
El implante subdérmico se aplica desde hace un año en el Pasteur y desde 2015 a nivel provincial. Una vez colocado, la mujer puede volver recién al año para realizarse controles y, además, ayuda a aliviar los dolores menstruales
Agentes de Nación y Provincia dictaron ayer un curso de capacitación para que profesionales de la salud puedan colocar los implantes subdérmicos, un método anticonceptivo por el que puede optar la mujer con un alto índice de eficacia.
Tiene una valoración de 99,5%, similar a la ligadura uterina, con la diferencia de ser reversible.
Una vez colocado, la mujer podrá pasar hasta un año sin realizarse controles médicos referidos al anticonceptivo, que tiene una duración de tres años.
“Además de eso ayuda a la disminución del sangrado y del dolor asociado a la menstruación”, señalaron María Fernanda Vázquez, Inés Páez de la Torre y Beatriz Fernández, las dos primeras de la Dirección de Salud Sexual y Reproductiva de la Nación, y esta última del Programa de Paternidad y Maternidad Responsable de la Provincia.
Ayer, en el auditorio del Hospital Pasteur, brindaron una charla para profesionales de la salud referida a la colocación y extracción del implante subdérmico.
“Forma parte de la estrategia de métodos de larga duración, convenientes por su efectividad porque otorgan una larga duración en la anticoncepción, la idea es que haya una capacitación adecuada para colocarlo”, expresaron las especialistas.
También destacaron que no necesita “de la administración de la mujer”, como las pastillas anticonceptivas, por ejemplo, que deben tomarse cada día en una determinada hora.
Aclararon que, si bien tiene altísima efectividad, “el mejor método es el que cada una elije, no es que haya una expectativa para que se use más, pero sí que quienes quieran usarlo puedan acceder”.
El implante es un método que todo centro de salud público debe tener disponible.
Más conocido como “chip”, consiste en un implante de plástico flexible del tamaño de un fósforo, que libera hormonas que impiden la ovulación.
Se inserta debajo de la piel del brazo con una pequeña incisión con anestesia local.
Su efecto dura de tres a siete años y la efectividad no depende de sostener un hábito por parte de la mujer.
Uno de los mitos es que su aplicación es dolorosa, pero no es así. Tampoco es cierto que provoca aumento de peso.
La fertilidad se recupera al momento de retirarlo.