Argentino sufría en su cancha ante Alem de Villa Nueva y su arquero era figura, pero apareció el ingresado Franco López para darle el triunfo y desatar el festejo. Fue 1-0 en cancha del Lobo, ante un León que se fue muy molesto con el árbitro
Escribe Federico Gazzoli
Muchos la catalogaban como una final anticipada y, por la intensidad con la que jugaron los protagonistas, realmente así lo fue.
La primera semifinal entre Deportivo Argentino y Leandro N. Alem de Villa Nueva fue un encuentro que se jugó con la adrenalina a flor de piel. Es que en cancha del Lobo se vieron las caras dos viejos conocidos y lo hicieron con varios condimentos especiales.
Por ejemplo, en el banco tricolor estaba sentado Mauricio Chopo Morales, quien recientemente llevó a los de barrio Nicolás Avellaneda a convertirse en bicampeones de la Liga Villamariense. También para el León estuvieron en cancha Carlos Jacobi y Rodrigo Márquez, protagonistas de ambos títulos de un Argentino cuya gran figura es Claudio Lana Díaz, de reciente paso por Alem en el último Torneo Federal C.
Con todos esos “aderezos”, comenzó a cocinarse un encuentro en el que, durante los primeros minutos, los rivales se dedicaron a analizarse para intentar descubrir por dónde llegar a lastimar.
Lo mejor del dueño de casa se veía cuando se juntaban a jugar los hermanos Ñáñez y el Lana Díaz, quienes con algunas interesantes triangulaciones doblegaron el doble cinco rival integrado por Nicolás Pedernera y Pablo Fernández.
Mientras tanto la visita complicaba mayormente con la pelota parada, gracias a las reiteradas faltas cometidas por la defensa del Lobo en tres cuartos de cancha del ataque de Alem. Además, el viento a favor fue un gran aliado de la buena pegada de Pablo Fernández a la hora de mandar los centros al área, donde Carlos Jacobi fue referencia constante en materia de cabezazos y complicó en un par de ocasiones (hasta le anularon dudosamente un gol por una posición adelantada señalada por el segundo asistente).
Cerca de la media hora de juego los dos tuvieron sus claras chances como para abrir el marcador. El local, por medio de los pies de un Lucas Sachetto que, de espaldas al arco, giró en el área rival y remató de zurda a las seguras manos de Matías Gómez. La visita, a través de Pablo Fernández, que anticipó al Pulpo Ñáñez y metió un potente derechazo bombeado que Facundo Vega mandó al córner, gran volada mediante, cuando la pelota se le metía en su ángulo superior derecho.
Ese anticipo no fue una ocasión aislada, sino que fue el parámetro que explicó lo que estaba sucediendo en ese momento de la tarde dentro de la cancha: después de un comienzo no tan claro, la dupla de volantes centrales de Alem “afinó la máquina” y comenzó a ganar en el mediocampo, sobre todo gracias a la buena labor del mencionado Fernández.
Así finalizó una primera mitad en la que el cero fue el denominador común, aunque el equipo villanovense tuvo las situaciones más claras como para quebrar esa paridad.
Las manos de Vega
En la parte complementaria, más allá de un tiro libre de Claudio Díaz que se fue por encima del travesaño cuando se jugaban 4’. Alem extendió el dominio del primer tiempo y generó así cuatro chances netas de gol, pero volvió a toparse con los seguros guantes de un inexorable Vega, que tapó todo lo que le tiraron: dos derechazos del Indio Martínez, un tiro libre de Maximiliano Le Roux y un mano a mano con el Panzón Márquez.
Los del Chopo Morales ganaban en control del balón pero no podían plasmarlo en el marcador, hecho que terminarían pagando demasiado caro por aquella eterna teoría futbolera que reza “los goles que no se convierten en el arco rival se terminan sufriendo en el propio”.
El cronómetro señalaba 32’ y el Lobo lastimó al Léon por donde menos lo esperaba, la pelota parada, teniendo en cuenta que ese había sido el principal fuerte de los villanovenses en los primeros minutos del encuentro. Desde la izquierda, Lana Díaz envió centro al área, la defensa de Alem despejó cortó, Franco López mandó centro a la hoya de chilena, Gómez salió “a casar mariposas” y nuevamente el despeje tricolor quedó en su área, para encontrarse nuevamente el balón con la pierna derecha de López, quien empujó la pelota hacia un arco vacío y se llenó la garganta de gol, así como toda la parcialidad de Argentino, que festejaba mientras todo Alem le recriminaba al segundo asistente que el autor del tanto estaba en posición adelantada.
Argentino estaba ganando 1 a 0, triunfo parcial al que intentó aferrarse ajustando las marcas en el fondo y apostando a algún contragolpe.
Mientras tanto Alem, que entró en desesperación porque se quedó con las manos vacías a pesar de haber hecho el gran gasto, siguió pensando en el arco contrario, aunque solo se quedó en la intención porque nunca más pudo volver a inquietar a Vega.
Corrieron los minutos y Rekers señaló el final. El Lobo lo ganó con el corazón en la mano y cimentó el triunfo desde las atajadas de Vega. El León perdió y quedó herido, así se notó por el airado reclamo contra el árbitro por la jugada del gol, pero no está muerto. En siete días intentará revertir la historia y su dirigencia deberá decidir si afrontará la revancha en “La Leonera” o en Plaza Ocampo.
Uno x uno
Deportivo Argentino
Escribe: Alexis Zegatti
Facundo Vega: gran figura de la tarde. Tuvo intervenciones claves para mantener su arco en cero. Sacó un remate de Fernández y un tiro libre de Le Roux que se metían. Seguro toda la tarde.
Gastón Negro: mostró seguridad y controló al rival que se movió por su zona. No se complicó y cuando pudo intentó proyectarse. Salió lesionado en la segunda parte.
Germán Danna: cumplió, al igual que toda la defensa. Sin mayores complicaciones lograron controlar a Páez y Márquez. Promedió un buen encuentro. Otro que abandonó el campo por lesión.
Agustín Calderón: el mejor de la zaga defensiva. Bien arriba y abajo. En ningún momento se complicó. Sobre el final abusó del pelotazo.
Facundo Ledesma: sufrió algunos sobresaltos, pero no generaron complicaciones en la defensa. Cuando se acomodó cumplió un buen papel. Mostro versatilidad para adaptarse a cualquier puesto de la defensa.
Jonathan Rosales: le faltó mayor explosión en los últimos metros. Le ganó a su marca, pero no logró hacer la diferencia con su velocidad.
Franco Ñáñez: comenzó bien, pero con el correr de los minutos se fue diluyendo. Alem le cortó el circuito y no le permitió ser el primer pase para comenzar la jugada. Estuvo lejos de su nivel.
Ariel Galíndez: por momentos discute más de lo que juega, pero cuando lo hace marca la diferencia. Junto a Rosales son los pilares para que Díaz pueda marcar la diferencia. No explotó su velocidad, estuvo muy atento al “barullo” del medio.
Claudio Díaz: intermitente. No encontró un socio y cuando se sacaba de encima la marca de Pedernera no tenía con quién descargar. Mostró algunos “chispazos”, pero no fueron suficientes.
Gonzalo Ñáñez: el Cota comenzó tirándose unos metros más abajo para jugar con Díaz, pero no lograron conectarse. Terminó aguantando y luchando contra los centrales del León.
Lucas Sachetto: aguantó todo lo que pudo de espaldas. Lo mandaron a hacer el trabajo sucio entre los centrales del rival. Chocó, luchó, guapeó, pero siempre lejos del área rival. Fue remplazado por Carrera.
Facundo López: remplazó a Danna. Firme en la marca, la revoleó para no complicarse. En medio de un “rebotero” y tras una chilena definió entre varios rivales para el 1 a 0. Tuvo un cruce certero en un pase entre líneas que lo dejaba a Márquez de cara al gol.
Gastón Tejeda: jugó media hora. Alternó buenas y malas. Cuando fue superado por su rival había un compañero para relevarlo. Cumplió.
Diego Carrera: El juvenil remplazó a un exhausto Sachetto. Le imprimió velocidad y no se achicó cuando tuvo que enfrentarse a Artico, Jacobi y Agosto. Lo bajaron cuando se iba al gol.
Leandro N. Alem
Escribe: Pablo Luna Broggi
Matías Gómez: tuvo una tarde regular. Le costó salir a cortar los centros que caían sobre su área y quedó tirado a medio camino en el gol de Argentino. Tampoco estuvo preciso con los saques de larga distancia por influjo del viento.
Martín Artico: mostró firmeza en el fondo pero nada pudo hacer en la jugada del gol para evitar la conquista del Lobo. Sobre el final se “jugó la vida” y frenó una jugada de gol agarrando al delantero de la camiseta.
Cristian Agosto: fue la voz de mando dentro del campo de juego para el visitante. Como siempre, demostró su experiencia y serenidad en momentos complicados del partido.
Carlos Jacobi: jugó un partido muy especial para sus sentimientos y demostró todo su profesionalismo. Estuvo firme y concentrado gran parte del partido. Incluso hizo un gol, pero se lo invalidaron por posición adelantada.
Fabián Martínez: hizo un desgaste enorme y sorprendió ofensivamente un par de veces. Casi abre el marcador, pero el guardameta local le desvió el remate rasante hacia el tiro de esquina.
Nicolás Pedernera: le tocó la tarea más difícil y fea: hacerle marca personal a Claudio Díaz. Lo siguió por toda la cancha y le dejó poco espacio para jugar, pero el 10 igual se las ingenió para zafar un par de veces y generar las jugadas de mayor peligro.
Pablo Fernández: se impuso en mitad de cancha, pero sufrió la severidad del juez. Cada vez que cortaba una jugada rival, el colegiado pitaba falta y no podía armar juego.
Yamil Elhall: buen partido del Turco. Aportó aire por las bandas y fue clave para la buena actuación de Márquez.
Maximiliano Le Roux: no gravitó durante el partido y se equivocó feo sobre el final, al contestar con una pedrada ante un proyectil que cayó desde la tribuna local y le impactó en la nuca.
Rodrigo Márquez: otro que puso a prueba sus sentimientos. Al Panzón no le pesó el partido y fue de lo mejor de Alem. Tuvo varias claras, pero no pudo terminarlas de la mejor manera.
Maximiliano Páez: no tuvo peso ofensivo y se fue ofuscado por su actuación cuando lo remplazaron.
Ricardo Juárez: entró bien, pero en un mal momento. Alem era una bola de nervios y el Ricky no pudo desenmarañarla.
Matías Girardi: se lo notó ágil y veloz sobre los últimos minutos, pero no tuvo demasiadas oportunidades de mostrarse.
La figura
Facundo Vega
Desde sus manos, el Lobo comenzó a construir la victoria. El joven arquero se mostró siempre atento y lúcido para responder cada vez que fue llamado a intervenir. Tuvo grandes atajadas, entre ellas ante un gran remate de Pablo Fernández en el primer tiempo y en un tiro libre de Le Roux durante la parte complementaria.
El árbitro
Fernando Rekers
Mala actuación. No estuvo a la altura de un encuentro en el que tanto había en juego. Dejó dudas en varias jugadas divididas, ignoró reiteradamente infracciones, a veces cobró “a pedido” y hasta tuvo problemas para hacer respetar la distancia de la barrera en algunos tiros libres. En el primer tiempo pitó el final faltando siete segundos para cumplirse el tiempo reglamentario, siendo que el partido estuvo detenido, al menos, durante un par de ocasiones. El segundo asistente, Brian Rekers, dejó dudas en una posición adelantada que le cobró a Jacobi (que había cabeceado al gol) y se fue muy cuestionado por todo Alem, que pidió offside en el tanto de Argentino.