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Con el dictado del veredicto, hoy concluye el juicio a Oscar Pessuto

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Con el dictado del veredicto, hoy concluye el juicio a Oscar Pessuto
Oscar Pessuto sabe que hoy va a ser condenado, pero no sabe qué pena le impondrá la Cámara del Crimen. Cuando se reanude el juicio, tendrá la “última palabra” y luego los jueces pasarán a deliberar para dictar sentencia

En los alegatos, la Fiscalía solicitó 12 años de prisión y la Querella 14. En tanto, la Defensa pidió una pena de tres años por considerar que se trató de un “homicidio preterintencional”

Oscar Pessuto sabe que hoy va a ser condenado, pero no sabe qué pena le impondrá la Cámara del Crimen. Cuando se reanude el juicio, tendrá la “última palabra” y luego los jueces pasarán a deliberar para dictar sentencia
Oscar Pessuto sabe que hoy va a ser condenado, pero no sabe qué pena le impondrá la Cámara del Crimen.
Cuando se reanude el juicio, tendrá la “última palabra” y luego los jueces pasarán a deliberar para dictar sentencia

Poco antes del mediodía, Oscar Alberto Pessuto (45) sabrá cómo continuará su vida en los próximos años. Y en principio las posibilidades son dos, aunque muy diferentes.

Si es declarado culpable del hecho que se le atribuye -tal como viene descripto en la acusación- por la muerte de Marcos Pablo Negro (44), recibirá una condena que estará entre los 10 años y ocho meses y los 14 años de prisión.

La pena más baja es el mínimo previsto por la legislación argentina para el “homicidio simple, agravado por la participación de un menor” (su hijo), el delito que se le atribuye a Pessuto, mientras que la más alta es la sanción que ayer pidió el abogado Luis Caronni, representante de la familia Negro, quien se constituyó en la causa como querellante particular.

En el medio aparece la condena solicitada por el fiscal Francisco Márquez, de 12 años de cárcel, por entender que el acusado debe recibir un castigo que esté por encima del mínimo legal ya que no se trata de un convicto primario.

Al respecto, el titular del Ministerio Público recordó que Pessuto registra una condena de cuatro años de prisión, impuesta por la Justicia Federal de la ciudad de Córdoba en 1994 por “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”.

Si bien aquella sanción no es computable por el tiempo transcurrido, el fiscal sostuvo que como es reincidente, no se le puede imponer la pena mínima por este nuevo delito.

Tanto Márquez como Caronni dieron por acreditado que el deceso de Negro fue producto de la feroz golpiza que le propinaron Pessuto y su hijo en medio de una riña callejera originada por cuestiones de tránsito, la tarde del martes 17 de marzo de 2015.

De izquierda a derecha, los jueces René Gandarillas, Silvia Saslavsky de Camandone y Félix Martínez, quienes hoy dictarán sentencia en el caso Negro
De izquierda a derecha, los jueces René Gandarillas, Silvia Saslavsky de Camandone y Félix Martínez, quienes hoy dictarán sentencia en el caso Negro

Ambos acusadores sostuvieron que el menor (por entonces de 15 años) golpeó en la nuca, y por la espalda, al comerciante villanovense, quien cayó al suelo, donde padre e hijo le propinaron una docena de patadas en la cabeza, causándole serias lesiones cerebrales que terminaron costándole la vida seis días después.

“En este hecho hubo un guapo que se enfrentó a otro guapo”, ironizó el fiscal cuando describió la disputa verbal que, previo a los golpes, mantuvieron Pessuto y Negro cuando circulaban en sus respectivos vehículos por avenida Carranza hacia el puente Alberdi.

Márquez repasó las declaraciones de las personas que presenciaron la feroz pelea y destacó que, según coincidieron los testigos, padre e hijo “estaban ensañados” con Negro cuando lo pateaban en el piso.

“El golpe del hijo de Pessuto lo noqueó… no sabemos si fue con una pinza, con un palo o con el puño, pero lo noqueó”, sostuvo el fiscal, y agregó: “Negro cayó de rodillas, con una mano en el suelo, y el señor (aludiendo al acusado) le dio una patada en el rostro como si fuera una pelota de fútbol”.

En el pasaje más efusivo de su alegato, Márquez afirmó: “Pessuto padre e hijo son los autores del homicidio, aunque la muerte haya tardado en llegar”.

“¡Los Pessuto lo mataron!”, dijo a viva voz el acusador público antes de pedir la pena de 12 años para el acusado.

Postura defensiva

El otro extremo es el que planteó el abogado defensor, Eduardo Luis Rodríguez, quien pidió un cambio de calificación legal porque, a su criterio, el hecho que derivó en el fallecimiento de Negro constituye un “homicidio preterintencional”.

El delito aludido es descripto por el artículo 81, inciso b, del Código Penal de la Nación, que establece que “se impondrá reclusión de tres a seis años o prisión de uno a tres años (…) al que, con el propósito de causar un daño en el cuerpo o en la salud, produjere la muerte de alguna persona, cuando el medio empleado no debía, razonablemente, ocasionar la muerte”.

Rodríguez sostuvo que su defendido “no quiso matar a Negro”, sino que fue el golpe que le asestó el menor el que le ocasionó la herida más grave y, a la postre, una lesión cerebral que le produjo el deceso.

Previo a los alegatos de las partes, Pessuto declaró sobre el hecho y, entre otras cosas, sostuvo que Negro empezó la pelea y que él nunca creyó que todo fuese a terminar de esa manera. Además, pidió disculpas a los hijos y al padre de Negro y dijo que no se considera un asesino.

Caronni pidió 14 años de cárcel para el homicida del Colorado Negro
Caronni pidió 14 años de cárcel para el homicida del Colorado Negro

Una demanda de casi $2.500.000

Además de la acción penal, la familia de Marcos Negro entabló una demanda civil para reclamar a Oscar Pessuto y su pareja, Verónica Tisera, un resarcimiento económico por el daño causado a raíz del fallecimiento del Colorado.

En su condición de actor civil, el abogado que patrocina a Ivana Gasar y sus cuatro hijos, Luis Caronni, solicitó al tribunal que se condene a los demandados a pagar la suma de 2.425.527,20 pesos, con más intereses, las costas del proceso y sus honorarios profesionales.

En la primera parte de su alegato, Caronni discriminó los montos de la siguiente manera:

Lucro cesante: $1.790.527,20.

Daño emergente: $35.000 ($25.000 por gastos funerarios y $10.000 por asistencia médica y farmacia durante la internación de Negro).

Daño psicológico: $100.000.

Daño moral: $500.000 ($100.000 por cada uno de los deudos).

De todos modos, cabe señalar que Pessuto y su familia no poseen bienes materiales con los que puedan hacer frente a la demanda. La vivienda de calle Comercio al 500 de Villa Nueva, donde actualmente viven Tisera y los tres hijos de la pareja (todos menores), es alquilada, mientras que la mujer trabaja como empleada en una panadería, donde percibe un salario mensual que apenas le alcanza para mantener los gastos básicos de su familia.

 

Pessuto y su esposa se allanaron al reclamo indemnizatorio de la familia Negro: “Ninguna de las dos familias quiso este desenlace”

Sobre el final de su alegato, el abogado Eduardo Rodríguez leyó un manifiesto que lleva las firmas del acusado y de su esposa, mediante el cual se allanan al reclamo económico formulado por la familia Negro, pero además sostienen que le deben “mucho más de lo que reclaman” y afirman que “pedirles disculpas es una necesidad que alivia nuestro espíritu”.

El texto completo del escrito se transcribe a continuación:

“A los actores civiles, ya sea por derecho propio o en representación de los intereses de los hijos menores de Marcos Pablo Negro, queremos decirles, como padres de nuestro hijo (…), que nos encontramos tan compungidos y angustiados como ustedes.

Que en el seno de nuestra familia hemos dialogado sobre estos hechos desde el día en que ocurrieron y la conclusión ha sido siempre la misma: ninguna de las dos familias quiso este desenlace.

No somos una familia adinerada; somos trabajadores, igual que ustedes. Entendemos vuestro reclamo. Comprendemos que la ley trata de compensar lo humanamente irreparable con una suma de dinero que, por cierto, tienen derecho a reclamar y nosotros la obligación de abonarla.

Sin embargo, creemos que les debemos mucho más de lo que reclaman, no sólo en dinero, sino en tratar de superar la angustia en la que viven y vivimos desde ese fatídico 17 de marzo de 2015.

Sólo Dios podrá indicarnos cómo seguir a ambas familias, ponernos en sus manos es el refugio que hoy avizoramos como única salida.

Ojalá la providencia divina nos permita, algún día, poder afrontar esta deuda que hoy la Justicia pone sobre nuestros hombros, la cual aceptamos y trataremos de honrar, pero con la tranquilidad de que el resultado final, ese desenlace fatídico, no fue la intención de Oscar y mucho menos la de (…).

Quizás, a esta altura de los acontecimientos, pedir disculpas no les sirva de mucho a ustedes; pero para nosotros, esencialmente en este Año de la Misericordia que finaliza, es una necesidad que alivia nuestro espíritu y nos da fortaleza para afrontar el resultado de este juicio.

Aceptamos vuestro pedido indemnizatorio y nos allanamos al reclamo económico formalizado en su demanda, pero más importante que ello es poder expresarles nuestro sentir”.

Oscar Alberto Pessuto yVerónica de Lourdes Tisera