LIGA VILLAMARIENSE – APERTURA – 7ma. fecha – Interzonal A y B

Colón empezó ganando en un trámite que siempre tuvo como superior a un Alumni que revirtió el resultado, ganó 3 a 1 y conquistó un valioso triunfo que lo sostiene en lo más alto de su zona

Escribe: Beto Arce

Alumni le ganó con fútbol y paciencia 3-1 a Colón después de comenzar perdiendo en el inicio del complemento, y tras una etapa inicial en la que solo le faltó el gol para marcar la notable superioridad. Fue más que el elenco de Cabral y poco a poco fue gestando una victoria que diseñó desde el primer minuto para seguir en lo más alto del campeonato. El partido era “chivo” y lo sacó con mucha personalidad.

No siempre resulta efectiva la idea de buscar con intensidad desde el arranque, ya que luego se hace difícil mantener el ritmo, mucho más aun cuando se dejan espacios que pueden ser agradecidamente aprovechados por el rival. El equipo de Reano planeó esta estrategia en los primeros 45 m y llenó el área de Pedernera de situaciones desperdiciadas por la poca efectividad. De todos modos le marcó la cancha a Colón y sin palabras le dijo como sería la historia durante los 90 m.

Un gran remate colocado de Brugnaro mandó al córner el portero cabralense a los 14 m; un tremendo disparo de Torelli ayudado con un desvío casi se clava en el ángulo a los 17 m; lo tuvo Román Martini a los 21 m, pero definió suave tras la triangulación con Delsole y Núñez; lo volvió a perder Brugnaro desde una posición incómoda, pero cara a cara sobre los 21 m e increíblemente no fue gol de Núñez debajo del arco con un toque poco firme luego de las paredes entre Martini y Brugnaro a los 35 m.

Recién a los 40 m Colón pudo disponer de una oportunidad para sumar a las estadísticas, que además fue clarísima con un terrible fierrazo de Lucas Morre que apenas salió por encima del ángulo izquierdo de Scalzo. Con esa energía renovada por la confianza de haber llegado al arco terminó el Rojinegro la primera etapa.

Nadie asegura nada, todo es tan relativo como concreto, según la situación, el estado de ánimo y la claridad para resolver. El resultado seguía en tablas más allá de la diferencia existente en cuanto a las aproximaciones, por eso el complemento nos invitaba a ver algo diferente. Así no podía terminar…

Con la ley del ex, Colón llegó a ponerse arriba a través de un certero frentazo de Facundo Depetris que ganó en lo alto y la puso junto al palo luego de un tiro de esquina ejecutado por Menegotto a los 9 m. Baldazo de agua helada que resume lo expresado anteriormente y peor aún, con el resultado ahora en contra. Alumni no podía reprocharse actitud y personalidad, pero sí efectividad y distracción. Afortunadamente para su planteo -al cual jamás renunció- el empate llegó rápido: Brugnaro se hizo cargo de un tiro libre pegándole fuerte ante un pique que Pedernera no pudo descifrar, dando un largo rebote para que Peñaloza se llenara el alma de alegría y alivio (1-1).

Tan solo cinco minutos después la tranquilidad llegaría para el Fortinero. Un centro de Martini encontró bien ubicado a Núñez con un gran anticipo y un cabezazo al primer palo para decretar la victoria parcial: 2-1. Era justo que Alumni ganara, aunque la estrategia de Colón se viera colapsar y no poder aguantar la victoria que hasta entonces ni el más optimista imaginaba. Es que a la larga, atacando siempre hay más chances de ganar. No asegura el resultado, pero sí amplía las posibilidades para que eso suceda.

Párrafo aparte para el tenso momento que protagonizó Ramiro Giraudo. En el suelo junto al Sapo Delsole, llenó su rostro de furia, cerró el puño y cuando estaba por golpearlo, su ángel de la guarda cumplió el deber de cuidarlo. Cachete respiró y agradeció no haber hecho algo que quizá lo hubiese borrado de las canchas por mucho tiempo.

Lo liquidó Brugnaro con una estupenda corrida y definición en una contra letal a los 43 m tras recibir la asistencia del Sapo Delsole. Colón ya estaba jugado y dejó espacios abiertos propios de la desesperación y la búsqueda. Le costó caro, tanto que creyó poder ganarlo y recibió un revés. Pudo descontar Aguirre con un cabezazo que dio en el travesaño a los 50 m, pero ya era demasiado tarde.

Convencido de su identidad ofensiva, y seguro con su planteo, Alumni superó a un difícil Colón mientras gesta y diseña su mejor versión. No todo es a los ponchazos en la vida… La sabiduría se construye con paciencia…

La figura

Nicolás Brugnaro

Fue el más regular y activo en el partido. Participó siempre en las acciones de riesgo, e incluso se despachó con un golazo sobre el final. No es un descubrimiento a esta altura, aunque el mediocampista ofensivo se encarga de que cada presentación parezca la primera. Peñaloza también cumplió una buena tarea con gol incluido.

El árbitro

Juan Ferreyra

Dirigió con sumo cuidado un encuentro que pintaba “caldeado” desde la previa. Omitió algunas jugadas riesgosas y otras con mala fe, pero enfrió el clima con momentáneas amonestaciones. Su trabajo no fue malo y zafó también gracias al resultado final, que contribuyó para que algunos insultos que le llovieran pasaran de largo.