Argentino obtuvo un triunfazo 3-1 sobre Yrigoyen en Tío Pujio. Sacó una diferencia importante y deberá definir el próximo fin de semana en el Nicolás Avellaneda el pase a la final. Un equipo “perro”… fiel

Con la bandera que abraza desde el pasado campeonato, Argentino sigue dando pasos seguros en su carrera por la obtención del título. De visitante inició la serie de semifinales con un 3-1 sobre Yrigoyen en Tío Pujio y dio claras señales de que será difícil que le arrebaten el pase a la final.

Con dos gritos de Ramiro Cortez (tuvo varias intervenciones magníficas) y otro de Jonathan Rosales, el equipo dirigido por el Chopo Morales marcó una diferencia más que considerable pensando en la vuelta que se jugará este fin de semana en el barrio Nicolás Avellaneda.

En la previa pintaba para partidazo, producto de que Yrigoyen debía marcar su presencia en el juego de ida, y porque el Lobo generalmente juega igual en todos lo escenarios, resumiendo que ambos estaban dispuestos a asumir riesgos con el fin de la victoria.

“Callate que estás afuera”… le dijo el juez Stevenot a Miranda (DT diablo) que lo miraba detrás del paredón, tras recriminar -insulto mediante- una infracción. Así arrancó el juego.

En lo que respecta al contexto futbolístico, el Lobo no tardó en pegar el primer cachetazo, porque a los 15’ Claudio Díaz levantó un centro (tiro libre) con rosca que fue despejado por la defensa, pero oportunamente y con olfato de goleador, Ramiro Cortez ensayó una volea en el aire que se clavó en el segundo palo: golazo y a guardar (1-0). La respuesta de Yrigoyen llegó dos minutos más tarde a través de un cabezazo de Pereyra que salió apenas desviado tras una habilitación bárbara de Morre.

Argentino era más cuando tenía la pelota, aunque en este partido no pudo lucir demasiado la tenencia y el reparto, ya que el Rojo siempre le jugó encima. Remate desviado de Díaz a los 26’, arremetida de Cortez con disparo bajo a los 30’, y 2-0 a los 33. El Pulpo Ñáñez robó en la mitad de la cancha, Díaz habilitó perfectamente el Rayo que encaró, levantó la cabeza y disparó ante la salida del portero: desvió en Peralta y a cobrar. El elenco de Morales seguía marcando diferencias y por sobre todo distancia en el juego, porque cada vez sentía mejor ante un rival que estuvo incómodo durante toda la tarde.

Si algo le faltaba a Yrigoyen además de perder por dos goles, era quedarse sin un hombre fundamental: Adrián Peralta. Pucho saltó a buscar la pelota y en la caída sintió el impacto de todo su peso en la rodilla. Con llanto y dolor debió dejar la cancha, sembrando preocupación y dudas en el banco de cara a la revancha. Ingresó el Tela Oliva, jugador muy querido y de lo mejor en el local, generando el interrogante de ¿por qué no es titular uno de los que mejor rendimiento tiene?

Con un primer tiempo demoledor, por sacar provecho de cada acción concreta y no regalar espacios en el fondo, Argentino empezaba a delinear una victoria seguro en casa ajena. Por eso no extrañó que en el complemento, de movida, fuera por más. A los 2’ el arquero Pauletti salió demasiado lejos y con un claro error de cálculos le cedió el gol a Jonathan Rosales que olfateó la falla y la empujó al vació: pasó entre las piernas de Pauletti y por debajo de Depetris: 3-0.

Parecía que al partido le iban a sobrar 40 minutos, pero mantener ese ritmo vertiginoso durante todo un partido es casi imposible, porque en algún momento el corazón de Yrigoyen tenía que aparecer. Sobre los 13’ Esteban Oliva ganó la cuerda por izquierda y levantó la pelota a posición de Pereyra, quien con un frentazo certero puso el 3-1 y le dio dramatismo a un encuentro que parecía cerrado. Otra de Oliva por la izquierda terminó con un centro rasante que Guzmán no pudo tocar al gol y Depetris no pudo “mojar” después de una habilitación por arriba de Morre. Quedó la última para Argentino a través de una cabezazo de Jacobi luego de un centro del Lana Díaz, pero esta vez encontró al “1” bien parado.

Triunfazo de Argentino que se lleva una mochila llena de ilusiones al Nicolás Avellaneda para buscar su segunda consecutiva de la mano del Chopo. Dolor de cabeza para Yrigoyen, que cayó 3-1 de local, Morales (arquero del Lobo) fue casi un espectador, y bajaron las puteadas e impaciencia desde la tribuna sobre el DT Miranda.

La va a tener que remar y mucho Yrigoyen si quiere dar vuelta esta historia. No la tiene fácil, porque enfrente tiene un equipo “perro”, “guacho”, de la “calle”, con olfato y fidelidad, que ladra y que también muerde… que sabe a lo que juega, que no traiciona a su amo (jugar al fútbol) y que sigue cazando presas en su camino a la gloria. Con tres gruñidos, el Lobo apagó el fuego de la Caldera.

Minuto a minuto

Primer tiempo:

3′ – Carlos Jacobi cortó un peligroso centro de Guzmán, luego de un gran desborde del joven delantero local.

14′ – Leonardo Morales interceptó un preciso centro aéreo de Nicolás García que tenía como destino a Diego Pereyra.

15′ – Gol de Argentino (0-1). Tiro libre de Claudio Díaz, el centro sobró a toda la defensa local y por detrás entró Ramiro Cortez y de «tijera» abrió el marcador, metiendo el balón sobre el palo izquierdo de David Pauletti.

17′ – Tiro libre de Lucas Morre, Pereyra entró sólo por el medio y cabeceó afuera.

26′ – Remate de Claudio Díaz, se fue desviado por el sector izquierdo.

30′ – Ramiro Cortez remató y el balón se fue cerca del palo izquierdo de Pauletti.

33′ – Gol de Argentino (0-2). Claudio Díaz puso un pase en cortada para Ramiro Cortez, que definió ante la presión de Peralta.

34′ – Remate de Claudio Díaz, cerca del palo izquierdo.

40′ – Peralta saltó a cabecear y al caer se lesionó la rodilla izquierda y debió abandonar el campo de juego (ingresó Oliva).

Segundo tiempo:

2′ – Gol de Argentino (0-3). Salida en falso de David Pauletti, Rosales capturó el rebote y definió con el arco vacío.

6′ – Tiro libre de Nicolás García, arriba del travesaño.

13′ – Gol de Yrigoyen (1-3). Desborde de Lucas Morre, descontó de cabeza de Diego Pereyra.

25′ – Desborde por izquierda de Lucas Morre, balón despejado al córner.

40′ – Centro de Díaz, cabezazo de Carlos Jacobi, atajó Pauletti.