Miguel “Tata” Castellano confesó dos hechos perpetrados en barrio La Floresta de Villa Nueva. Por esos delitos se le impuso un año de prisión, pero como estaba “debiendo” buena parte de una sentencia anterior, se unificaron las dos penas
Un joven villanovense fue condenado ayer por segunda vez en menos de dos años, motivo por el cual fue declarado reincidente y se le impuso una pena unificada de tres años y cuatro meses de prisión que deberá cumplir casi íntegramente.
Se trata de Miguel Armando Castellano, alias “Tata”, de 23 años, quien fue declarado autor penalmente responsable de “robo simple”, “lesiones leves” y “hurto” por dos atracos perpetrados en barrio La Floresta de la vecina ciudad, en mayo pasado.
A poco de comenzada la audiencia presidida por el juez Félix Martínez, Castellano confesó su culpabilidad en ambos hechos, circunstancia que posibilitó que el juicio oral y público se realizara bajo la modalidad de trámite abreviado, es decir, omitiéndose la recepción de pruebas testimoniales en la sala que la Cámara del Crimen posee en el quinto piso del los Tribunales locales.
Los ilícitos que se le atribuían fueron cometidos sobre calle San Luis del populoso barrio de Villa Nueva: el primero, cuando el acusado le arrebató un celular BlackBerry a una adolescente que iba por la vereda, quien resultó golpeada al resistirse al robo; el segundo, cuando del interior de una camioneta le sustrajo una billetera a un comerciante que estacionó frente a una despensa.
Unificaron penas
A la hora de los alegatos, primero el fiscal Francisco Márquez y luego la defensora oficial Silvina Muñoz coincidieron en solicitar una condena de un año de cárcel por los hechos cometidos hace apenas cinco meses en Villa Nueva, aunque unificaron esa pena con otra que el joven convicto tenía pendiente y que había sido impuesta el 11 de noviembre de 2013.
En aquel proceso penal, el primero que enfrentó Castellano en su precoz carrera delictiva, la Justicia villamariense lo condenó a tres años de prisión por nada menos que 11 ilícitos: “Robo agravado por la intervención de un menor reiterado” (tres hechos), “coacción reiterada” (dos hechos), “amenazas reiteradas” (dos hechos), “resistencia a la autoridad”, “hurto simple”, “violación de domicilio” y “encubrimiento agravado”, cometidos en distintas fechas de los años 2010, 2011, 2012 y abril de 2013, hasta que fue apresado un mes después en una vivienda de La Floresta.
Aquella condena de tres años le permitió dejar la cárcel cuando completó ocho meses de detención, a mediados de enero de 2014. En efecto, a tenor de lo establecido por el artículo 13 del Código Penal de la Nación, Castellano obtuvo la “libertad condicional” el 19 de enero del año pasado, ya que estaba detenido desde el 19 de mayo de 2013.
El marco legal
Cabe recordar que dicha norma legal establece que “el condenado (…) por tres años o menos, que hubiere cumplido (…) ocho meses de prisión, observando con regularidad los reglamentos carcelarios, podrán obtener la libertad por resolución judicial, previo informe de la dirección del establecimiento e informe de peritos que pronostique, en forma individualizada y favorable, su reinserción social”.
Al ser liberado gracias a ese beneficio excarcelatorio, Castellano quedó “debiendo” dos años y cuatro meses, los que ayer se unificaron en tres años y cuatro meses con la condena impuesta por los hechos de mayo pasado.
Ahora, este joven nacido en Villa María el 2 de marzo de 1992, pero con último domicilio en Corrientes sin número de Villa Nueva, deberá cumplir casi íntegramente toda la pena y sólo podrá acceder (si se le concede) la “libertad asistida”, instituto legal que permite salir de la cárcel seis meses antes del cumplimiento total de la pena.
Como el “Tata” Castellano lleva 13 meses entre rejas (ocho por la causa anterior y cinco desde que fue nuevamente detenido), deberá pasar otros 27 meses “a la sombra”, aunque si se le otorga la “asistida” podría salir cuando complete 21 meses, en julio de 2017.