Uno por “lesiones leves calificadas” y el otro por un “robo calificado con arma de utilería”
Carlos Moreno y José Benítez Franco recibieron idéntica pena en sendos juicios realizados en la Cámara del Crimen de Villa María. El primero golpeó a su pareja tras discutir por celos y el segundo cometió un asalto en una despensa con una pistola 9 milímetros… pero de juguete
Un hombre domiciliado en Oliva y otro oriundo de Rosario fueron condenados ayer por distintos hechos delictivos cometidos en esta ciudad en abril y mayo de 2017, respectivamente.
Se trata de Carlos Diego Moreno (33) y José Miguel Benítez Franco (29), quienes recibieron idéntica pena en sendos juicios sustanciados en la Cámara del Crimen, pero por el tiempo que llevan detenidos podrían obtener la “libertad condicional” con buena conducta y una pericia psicológica favorable.
Moreno fue declarado autor responsable del delito de “lesiones leves calificadas” cometidas en perjuicio de su pareja, Abigail Alfonso, a quien golpeó en el rostro por cuestiones de celos durante una discusión que mantuvieron arriba de un automóvil.
En tanto, Benítez Franco fue hallado culpable de “robo calificado por uso de arma no operativa” ya que, utilizando una pistola de juguete, asaltó una despensa de barrio Las Playas y se llevó 600 pesos, una bolsa de pañales y un desodorante.
La única diferencia entre ambos es que Moreno registra una sanción anterior por “tenencia de estupefacientes”, también de tres años de prisión, pero en suspenso, mientras que Benítez Franco es un convicto primario.
Un tipo violento
El primero de los nombrados se encuentra detenido desde el 19 de abril del año pasado, luego que agrediera físicamente a su novia embarazada, en medio de una pelea callejera originada por celos.
La pareja circulaba en un vehículo por calle San Juan y, producto de la discusión, Moreno detuvo la marcha del rodado y comenzó a insultar a la joven. Luego le tiró el cabello y le propinó un par de golpes de puño en el rostro.
El violento episodio fue advertido por circunstanciales transeúntes que pasaban caminando y uno de ellos decidió llegarse hasta la sede de la Policía Federal (ubicada en calle Lisandro de la Torre, a la vuelta del lugar del incidente) para denunciar lo que sucedía.
Cuatro efectivos de la fuerza de seguridad concurrieron en auxilio de la joven, quien con la cara ensangrentada les confirmó que Moreno le había pegado “por celos”. El agresor fue detenido y trasladado a la Comisaría de Distrito, donde se iniciaron las actuaciones sumariales, con intervención de la Justicia.
Sin embargo, algunas semanas después del hecho y durante la instrucción del proceso, Alfonso declaró que había mentido y negó que su pareja le hubiera pegado. Igual tesitura adoptó el lunes pasado, durante la primera audiencia del juicio, cuando compareció como testigo principal de la causa.
No obstante, el juez Félix Martínez terminó imponiendo la pena solicitada por el fiscal Francisco Márquez al pronunciar su alegato.
Un arma de juguete
El 10 de mayo del año pasado, Benítez Franco ingresó a una despensa ubicada en la esquina de Arturo M. Bas y El Salvador y, utilizando una réplica de una pistola Smith & Wesson 9 milímetros, amenazó a la dueña del comercio y se llevó el dinero en efectivo y otros elementos.
La rápida intervención de la Policía permitió la detención del asaltante, en cuyo poder secuestraron los objetos robados, además de la pistola de juguete de color negro.
Como el arma utilizada era de juguete, la sanción que prevé el Código Penal para esos casos tiene una escala que va de los tres a los 10 años de prisión.
El rosarino confesó el hecho, por lo que el juicio fue de trámite abreviado y le impusieron la pena mínima.