Néstor “Chachán” Guzmán fue considerado autor responsable de tenencia de estupefacientes en su celda de la Unidad Penitenciaria y condenado a dos años de prisión, que por una pena anterior se unifica en ocho años y nueve meses. Además, el juez René Gandarillas pedirá al fiscal de turno que investigue cómo ingresa la droga a la cárcel de Villa María
“La condena fue justa, tanto en lo que hace al interés particular como a la prevención en general, porque es importante que el resto de los penados sepa que es delito tener droga en la cárcel”, dijo Francisco Márquez, fiscal de Cámara, quien sostuvo la acusación contra Néstor “Chachán” Guzmán. El condenado tiene 33 años, es adicto a las drogas desde los 13 y está en prisión por un violento robo y por abuso sexual cometido en el año 2005. En una requisa realizada en noviembre de 2013 encontraron en su celda 27 bolsas conteniendo alrededor de 24 gramos de cocaína.
Por ese delito, fue juzgado en la Cámara del Crimen en un juicio que comenzó el lunes y concluyó ayer, con la condena que le impide pedir la libertad condicional en julio de este año.
El fallo del juez René Gandarillas establece que Guzmán fue responsable de “tenencia de estupefacientes”, delito por el que le dieron una pena de dos años de prisión. Como le faltaba completar la pena anterior, el magistrado la unificó en 8 años y nueve meses.
Además, dispuso la declaración de reincidencia, por lo que no estará en condiciones de pedir la libertad condicional.
“Creo que lo más importante del juicio fue lo último que ordenó el doctor Gandarillas, que es el pedido al fiscal que corresponda, para que investigue cómo entra la droga en la cárcel. No puede ser que no podamos evitar que ingresen estupefacientes en una especie de fuerte, como es la unidad penitenciaria”, aseveró al concluir el juicio el fiscal Márquez.
Ultima palabra
Al momento de cederle la “última palabra” antes de la sentencia, Guzmán dijo al juez que quería “una oportunidad” para él y para la familia. “Tengo dos hijas grandes y no sé lo que es llevarlas al jardín, a la escuela”, dijo. “No quiero que me pase eso con la más chica”, agregó.
Además, pidió ayuda para rehabilitarse de su adicción a las drogas.
Alegatos
En la jornada de ayer se incorporó un croquis dibujado por el propio Guzmán, quien explicó que la droga estaba debajo de la cucheta que compartía con otro preso, Daniel “Sapito” Vega.
Cabe recordar que Vega declaró el lunes como testigo, aseverando que la droga era de él, pero que “Chachán” se había hecho cargo para no perjudicarlo, porque estaba pronto a salir en libertad y esa inconducta podría afectarlo.
En su alegato, el fiscal Márquez remarcó que en una primera oportunidad Guzmán negó los hechos, después dijo que la droga era de él y luego, ya en juicio, señaló que era de Vega.
Hizo hincapié en dos puntos: el primero, es que cuando declaró en sede tribunalicia que era responsable de la tenencia, Vega ya había sido exonerado por la unidad penitenciaria de ese hecho, por lo tanto, no necesitaba mentir para ayudar a su compañero de celda
El segundo vinculado a la calidad de la droga que, según los testimonios de Vega y Guzmán, era de mala calidad y por eso la habían “guardado”. “Entonces me pregunto -dijo el fiscal-, si no la consumían, era para vender. Igual, no voy a pedir el cambio de la figura penal”, señaló Márquez al indicar que no agravaría la situación del condenado.
Pidió dos años y unificar con la pena anterior en 9 años y seis meses. Siete meses más que los que finalmente dictaminó el juez
Luego, en un extenso alegato, el abogado defensor de Guzmán, Eduardo “Tati” Rodríguez planteó su preocupación porque todo el costo procesal de ese juicio no motivó a ningún funcionario judicial a preguntarse cómo es que ingresa la droga al penal, por lo que pidió que giren las actuaciones a un fiscal de instrucción, algo que, como señalamos, hizo finalmente el juez.
Destacó que su defendido evitó ser “buchón” y se hizo cargo de los estupefacientes que, según la defensa, tenía el compañero. “Si hay una ley que prevé que un arrepentido que ofrezca datos para esclarecer redes de narcotráfico tendrá una reducción de la pena, me pregunto por qué nadie la usa. ¿Saben por qué? Porque ser buchón dentro de la cárcel equivale, en algunos casos, a una pena de muerte. Muchas veces un detenido prefiere más años de cárcel que un nicho en La Piedad. Si no, recuerden lo que le pasó a “Ojito” Pérez”, quien murió en la cárcel, recordó.
Agregó que “la pena que se le quiere imponer a Guzmán por ser adicto y tener la desgracia que en el penal haya cuchetas y no camas individuales, supera la máxima que prevé la ley para casos de narcotráfico”, expresó, al referirse a la pena unificada por el delito anterior.
En consecuencia, pidió la absolución de su defendido por una “duda razonable”, la misma que motivó al fiscal de Instrucción sobreseer a Vega y, subsidiariamente, considerar que si Guzmán era considerado responsable de tenencia, se entendiera que era para consumo personal y que no se lo penara por ello.
De esta manera, el autor del violento asalto ocurrido en 2005 y que tuvo como víctima a la familia Ghirardi, de la zona rural de James Craik, deberá permanecer varios años más tras las rejas.
Otro juicio, mismo tema
Se llevará a cabo hoy en los Tribunales de Villa María un juicio por tenencia de estupefacientes que tendrá a otro interno de la cárcel de Villa María sentado en el banquillo.
Se trata de Carlos Antonio Robledo, quien está condenado a ocho años por lesiones graves con arma y coautor de un hecho de robo. En una requisa realizada el 21 de mayo de 2014 le encontraron 15 gramos de marihuana. Será defendido por la letrada Silvina Muñoz.