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Condenaron a un carpintero por un caso de “grooming” en la provincia

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Condenaron a un carpintero por un caso de “grooming” en la provincia

La pena recayó en Marcos Dávila, quien confesó los hechos que tuvieron como víctima a una menor de 14 años, afincada en Río Segundo. Fue hallado culpable de “lesiones graves”, “coacción calificada” y “publicación de imágenes privadas”

El ejemplar fallo dictado en la víspera por la Justicia de Córdoba sienta un precedente en toda la provincia

Un carpintero cordobés fue condenado ayer a nueve años de prisión de cumplimiento efectivo por “grooming” (ciberacoso sexual) en perjuicio de una adolescente de 14 años domiciliada en la localidad de Río Segundo y se constituyó en el primer fallo que marca un precedente en la Justicia provincial.

Se trata de Marcos Dávila (36), quien al cabo de un juicio de trámite abreviado fue declarado autor responsable de los delitos de “lesiones graves”, “coacción calificada” y “publicación de imágenes privadas”.

Dávila usaba un perfil falso en la red social Facebook, en el que se hacía llamar “Brian Love” para conseguir y publicar fotos de menores desnudas.

 

Daños psíquicos

El fallo resaltó los daños psíquicos que le provocó a la chica el acoso de Dávila, quien durante el juicio aceptó los hechos y pidió perdón.

La condena se agravó porque la adolescente le envió las fotos por mensaje privado y, luego de varias amenazas hacia ella, Dávila las publicó.

El sujeto había solicitado una “probation” (suspensión del juicio a prueba), la que fue rechazada por el fiscal de Cámara, Marcelo Altamirano, quien adujo que se trataba de “un particular delito contra la integridad sexual, como lo es el ‘child grooming’, así como la posterior producción de imágenes pornográficas donde la propia víctima se habría sacado fotografías de su cuerpo, obligada por el imputado”.

 

Engaños en la web

Por su parte, la fiscal que instruyó la causa, Dolores Romero Díaz, consideró que “gracias a la ley nueva se ha podido encuadrar el caso; esto surgió a través de un engaño por redes sociales”.

Romero Díaz sostuvo que el caso se pudo encuadrar bajo la novedosa figura del “grooming”, que implica conseguir la atención del menor por medio de dispositivos cibernéticos con el objetivo de vulnerar su integridad sexual, y afirmó que el condenado “quería llegar al abuso físico”.

La funcionaria definió a estos individuos como “cazadores furtivos” ya que “se ganan la confianza de sus víctimas para luego chantajearlas y atentar contra ellas”.

“Primero inician una relación simple, sencilla, y esa es la etapa de acercamiento para atraer a la víctima”, dijo Romero Díaz, y agregó: “Lleva a cabo un camino que es lento, en el que mide a la víctima, y después viene un trabajo de seducción para captar la confianza”.

“Una vez que baja la resistencia y se acerca, empieza la coacción para lograr lo que necesita”, detalló Romero Díaz.

La fiscal señaló que, a pesar de la condena, la víctima quedará marcada con “daños psicológicos graves” por las secuelas del delito, ya que así lo indicaron las pericias realizadas en Cámara Gesell.

“La perito manifestó que tiene un daño psicológico grave en razón de la publicación de las imágenes y lo que esto significó para ella en su vida personal”, completó.

 

Rastreo y detención

Marcos Dávila fue detenido el 12 de septiembre de 2014, luego un trabajo de rastreo de la Policía Judicial para dar con la computadora desde la cual había estado operando el perfil “Brian Love” con el cual había sido engañada la jovencita.

El procedimiento se concretó en una vivienda ubicada en barrio Juniors de la capital provincial y en la computadora de Dávila se secuestró abundante material, no sólo de la denunciante, sino de otros menores.

 

¿Qué es el “grooming”?

El término proviene del inglés “groom”, que significa “acicalar” o “cepillar” en el caso de los animales. Sin embargo, según la definición de Wikipedia (la Real Academia Española todavía no ha incluido el término en su diccionario), el “grooming” es un “nuevo tipo de problema relativo a la seguridad de los menores en Internet, consistente en acciones deliberadas por parte de un adulto de cara a establecer lazos de amistad con un niño o niña en la web con el objetivo de obtener una satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o pornográficas del menor, o incluso como preparación para un encuentro sexual”.

Las principales dificultades para terminar con el “grooming” son el anonimato de los delincuentes, la inocencia de los menores y la fácil accesibilidad de Internet. “En el ‘grooming’ el acosador es un adulto y existe una intención sexual”, explican desde la Fundación Alia2, de España, cuyo objetivo es la lucha contra la pornografía infantil en Internet y el ciberacoso.

En realidad, apuntan desde la fundación, no se trata de nuevos delitos, sino de antiguas formas de abuso de menores que se han readaptado a los nuevos tiempos y al anonimato de la Red.

De hecho, desde la Fundación explican que “a pesar de que estas situaciones comienzan en la red, con frecuencia suelen trascender al mundo físico, derivando en delitos tales como el tráfico de pornografía infantil o el abuso físico a menores”.