Se trata de Yonathan Genovese, Matías Fernández y Mayco Roasenda, quienes se declararon culpables de los hechos que se les atribuían. Los dos primeros recibieron penas de tres años de prisión y el restante de dos años y un mes, todas de cumplimiento efectivo
Un albañil, un fabricante de ladrillos y un pintor fueron condenados ayer en la Cámara en lo Criminal y Correccional de Villa María, en una seguidilla de juicios de trámite abreviado sustanciados en el quinto piso de Tribunales.
Yonathan Mayco Genovese (26), Matías Fernández (32) y Mayco Gustavo Roasenda (26) comparecieron privados de la libertad por diferentes hechos delictivos cometidos en esta ciudad y en Villa Nueva durante el primer semestre de 2015 y fines de mayo de 2016.
Genovese y Fernández recibieron penas de tres años de prisión, mientras que a Roasenda se le impuso una sanción de dos años y un mes, aunque por el tiempo que lleva entre rejas será el último en lograr la excarcelación.
En todos los casos, las condenas fueron de cumplimiento efectivo, pero como los dos primeros se encuentran detenidos desde los primeros meses del año pasado, quedaron a un paso de obtener la “libertad condicional”.
Los tres presidiarios (cada uno a su turno) se declararon culpables de los hechos por los que fueron juzgados, confesiones que posibilitaron que las tres audiencias de debate se realizaran bajo la modalidad de trámite abreviado, es decir omitiéndose la recepción de pruebas testimoniales en la sala.
Robos y algo más
Yonathan Genovese es un joven albañil que registra último domicilio en barrio Almirante Brown de Villa María y en la víspera fue condenado por “robo calificado por escalamiento”, “robo simple”, “hurto agravado en grado de tentativa” y “amenazas reiteradas”.
De acuerdo con la requisitoria fiscal, perpetró un robo en la firma “Humberto Sosa Aberturas”, sustrajo una computadora y un televisor en el MuniCerca Nº 4, intentó robar en un departamento e incurrió en hechos de violencia de género al intimidar a su expareja.
Está detenido desde hace 19 meses, por lo que será liberado si sortea con éxito una pericia psicológica y observa buena conducta en el penal de barrio Belgrano.
Registra un antecedente penal (no computable) por una pena de seis meses de prisión en suspenso dictada por la Justicia villamariense a fines de diciembre de 2009, cuando fue declarado autor responsable de “resistencia a la autoridad” y “lesiones leves”. Por entonces tenía 19 años.
La audiencia fue presidida por la camarista Silvia Saslavsky de Camandone y de la misma tomaron parte el fiscal Francisco Márquez, el abogado defensor Daniel Volpe y el secretario Guillermo Picco.
Vendía drogas
En tanto, el fabricante de ladrillos Matías Fernández admitió que vendía marihuana y cocaína en un “quiosco de drogas” que había montado en su domicilio de barrio El Vallecito, en Villa Nueva, donde fue detenido en los primeros días de junio de 2015.
El proceder ilegal de Fernández encuadra en lo que se conoce como “narcomenudeo”, es decir la venta de estupefacientes en pequeñas cantidades.
Tras la confesión del acusado, la Fiscalía (Márquez) y la Defensa (ejercida por el abogado Franco Pussetto) coincidieron en solicitar el mínimo de la pena prevista por el artículo 5º, inciso “c”, de la Ley Federal 23.737, que reprime la “comercialización de estupefacientes” con prisión de tres a 10 años.
Tal como ocurrió el jueves en un juicio en el que fueron condenados tres vecinos de Oliva, se citó jurisprudencia de un reciente fallo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Córdoba.
Cabe recordar que el pasado 27 de octubre, el TSJ declaró la inconstitucionalidad del último eslabón de la escala penal prevista para el delito de “comercialización de estupefacientes” y estableció una pena de tres a 10 años de prisión para los casos de “narcomenudeo”, en lugar de la graduación original, de cuatro a 15 años, prevista por el Código Penal de la Nación, que permanecerá para los casos de mayor cuantía.
Violencia familiar
Por otra parte, Mayco Roasenda se declaró culpable de “lesiones leves calificadas”, “amenazas reiteradas” (tres hechos), “desobediencia a la autoridad” y “daño”, en el marco de una causa de violencia familiar que tuvo como víctima a su expareja, Marianela Villarruel.
Este irascible pintor fue detenido a fines de mayo pasado luego que incumpliera una orden de restricción de acercamiento y se presentara en el domicilio de la joven, ubicado en Mercedarios 1956, en barrio Los Olmos de Villa María.
Villarruel logró accionar el botón antipánico que le había entregado la Justicia y posibilitó que Roasenda fuera apresado en flagrancia por personal policial que acudió en auxilio de la mujer.
La audiencia de debate fue presidida por la jueza Saslavsky y contó con la participación del fiscal Correccional, Horacio Vázquez, y de la abogada defensora Liliana Beatriz Domenella de Ramos (de Villa Carlos Paz), mientras que la secretaria actuante fue Marcela Mattalía.
Roasenda cumplirá ocho meses de prisión a fines de enero próximo y, recién entonces, podrá solicitar la “libertad condicional”.
