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Confesión y cuarta condena para “Cara e’ choro” Almirón por robos

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Confesión y cuarta condena para “Cara e’ choro” Almirón por robos
En menos de tres años, Carlos “Cara e’ choro” Almirón fue juzgado y condenado cuatro veces, pero siempre por delitos menores. Ahora estará en la cárcel hasta junio del año venidero

A mediados de junio intentó robar en una casa de barrio Ameghino luego de patear una puerta. Como no logró su cometido, minutos después entró a otra vivienda y se llevó un alhajero y un crucifijo de acero. Deberá cumplir íntegramente la pena

En menos de tres años, Carlos “Cara e’ choro” Almirón fue juzgado y condenado cuatro veces, pero siempre por delitos menores. Ahora estará en la cárcel hasta junio del año venidero
En menos de tres años, Carlos “Cara e’ choro” Almirón fue juzgado y condenado cuatro veces, pero siempre por delitos menores. Ahora estará en la cárcel hasta junio del año venidero

Un joven cordobés de tan sólo 21 años fue condenado ayer por cuarta vez desde octubre de 2012, en esta ocasión por dos delitos contra la propiedad perpetrados hace apenas tres meses en barrio Ameghino de Villa María.

Se trata de Carlos Emanuel Almirón, conocido en el ambiente policial como “Cara e’ choro”, quien volvió a sentarse en el banquillo de los acusados de la Cámara del Crimen local por un “robo simple” y un “robo en grado de tentativa”.

Almirón, nacido en la capital provincial el 25 de diciembre de 1993, pero radicado en barrio Los Olmos de esta ciudad desde hace varios años, había salido de la cárcel en abril de este año y fue nuevamente detenido a mediados de junio.

Minutos antes de ser atrapado, este joven ladrón había intentado cometer un robo en una vivienda de barrio Ameghino, para lo cual empezó a patear insistentemente una puerta con la intención de romperla y, de ese modo, poder ingresar al inmueble.

La acción delictiva fue advertida por un vecino del lugar, que dio inmediato aviso a la Policía, por lo que Almirón tuvo que darse a la fuga sin lograr su cometido.

Pero no conforme con eso y apenas unos minutos más tarde, el malviviente entró en otra finca del mismo sector de la ciudad, de donde se apoderó de un alhajero que contenía un crucifijo de acero quirúrgico.

Cuando Almirón estaba en plena faena, llegaron los dueños de casa, quienes sorprendieron al “visitante” y lo pusieron en fuga, al tiempo que lograron recuperar los objetos sustraídos.

Almirón fue apresado casi inmediatamente, ya que la Policía iba tras sus pasos luego del fallido robo anterior.

 

Juez y partes

La audiencia de debate realizada en la víspera fue presidida por el camarista Félix Martínez y contó con la participación del fiscal Francisco Márquez y del abogado villamariense Donato Ansalone (quien estuvo a cargo de la Defensa), mientras que el secretario actuante fue Guillermo Picco.

Como el joven presidiario admitió su culpabilidad en ambos hechos, el juicio se realizó bajo la modalidad de trámite abreviado, es decir sin la necesidad de que comparecieran en la sala los testigos citados por las partes.

Luego de incorporarse por lectura toda la prueba colectada en el expediente, el acusador público solicitó la pena antes descripta y la declaración de reincidencia del acusado, postura a la que luego adhirió el letrado defensor.

Por tratarse de un convicto reincidente, Almirón deberá cumplir íntegramente la condena impuesta y sólo podría obtener el beneficio de la “libertad asistida”, un instituto legal que permite la excarcelación seis meses antes del cumplimiento total de la pena.

Así, el joven cordobés estaría en condiciones de dejar el Establecimiento Penitenciario antes de la próxima Navidad. Pero como se trata de un interno con mala conducta dentro del penal de barrio Belgrano, es prácticamente un hecho que podrá salir cuando complete la sanción, o sea en junio próximo.

 

Antecedentes

Carlos “Cara e’ choro” Almirón recibió su primera condena el 29 de octubre de 2012 (tenía 18 años), oportunidad en la que se le aplicó una sanción de dos años de prisión en suspenso por hechos de “amenazas reiteradas”, “lesiones leves”, “robo reiterado”, “encubrimiento”, “violación de domicilio”, “hurto en grado de tentativa”, “robo en grado de tentativa” y “daño”, todos cometidos a lo largo de ese mismo año en Villa María.

En aquella oportunidad, justamente por tratarse de un convicto primario, recibió una condena de ejecución condicional que lo dejó “en capilla” ante una eventual reincidencia delictiva.

Poco tiempo después, Almirón volvió a las andadas y aquella pena en suspenso se transformó en una sanción de cumplimiento efectivo en un segundo proceso oral y público.

No obstante, el joven recuperó la libertad en forma condicional luego de pasar ocho meses entre rejas, por lo que quedó “debiendo” un año y cuatro meses. Pero apenas dos días después de dejar la cárcel (mediados de diciembre de 2013), mantuvo una violenta discusión con su pareja, que lo llevó por tercera vez a la cárcel.

Se inició así una nueva causa penal en su contra, por la que el 20 de agosto de 2014 fue juzgado y condenado a un mes de prisión efectiva tras ser declarado autor responsable de “amenazas reiteradas” y “desobediencia a la autoridad”. Pero como estaba debiendo parte de la sanción anterior, se unificaron las dos sentencias y pudo recuperar la libertad recién en abril de 2015.