Crónica de otra puñalada para el sueño de los trabajadores
Sus propios compañeros debieron leer la lista de los cesanteados, que ya son 70 en los últimos ocho meses. Se vivieron momentos de extremo dolor. Por la noche, el pueblo los acompañó en el Concejo Deliberante. Marcharán el martes y piden el apoyo de todos
“Papi, la mami está llorando porque te echaron de tu trabajo”. Una frase desgarradora esgrimida por un pequeño de no más de cinco años, al lado de un cronista de este medio, pasadas las 21 de ayer durante una sesión especial desarrollada en el Concejo Deliberante de Villa María, que fue el cierre de un día muy triste que vivieron los trabajadores de la Fábrica Militar, y la sociedad villamariense en general, ante el despido de 42 obreros que se suman a los 28 que ya habían sido cesanteados en diciembre del año pasado, totalizando así, en menos de ocho meses, 80 familias que se quedan sin su principal sustento económico. Un panorama desolador.
Por sus propios compañeros
Antes del conmovedor mensaje que ese inocente niño le dio a su madre, pasaron muchas cosas lamentables. Pasadas las 15, frente al ingreso principal del polvorín, fueron los propios trabajadores los que tuvieron la penosa tarea de leer la nómina de compañeros que acababan de quedarse su trabajo.
“Acosta, Darío Fernando…”. Ya el primero de los 42 nombres de la lista sonó como un mazazo para el colectivo de trabajadores apostados en la puerta de la Fábrica Militar. Los llantos, los gritos de impotencia y los abrazos de los compañeros, para tratar de contener tanto dolor, fueron la imagen que marcó la jornada de ayer.
Sin embargo, el propio secretario General de ATE, Fernando Oso Mercado, marcó que » hay que estar más fuertes que nunca, para sostener la fuente de trabajo y la esperanza de que estos compañeros puedan volver a trabajar en la Fábrica».
En esa ronda de hombres y mujeres la lista caló la fortaleza de la unión y se fueron buscando para otros abrazos. Porque para ellos, la Fábrica es su vida, su familia, el hermano con el que viajan, desayunan, almuerzan. Con el que viven el día a día desde un puesto de dignidad: el trabajo.
“Vienen por el cierre”
A propósito, sobre el cruel momento que acababan de atravesar los laburantes despedidos, el propio Mercado deslizó: “Después de esto, mucho para decir no hay. Por más que uno es el compañero que más entero tiene que estar en estos momentos, somos trabajadores y no podemos dejar de sensibilizarnos con compañeros de distintos sectores”.
“El ajuste se realizó en todas las áreas, sin medir nada. Ya llevamos 70 despedidos en ocho meses. Esto nos da el aval para decir que vienen por el cierre de la Fábrica”, disparó.
En ese contexto, criticó además que “el de Mauricio Macri es un Gobierno que ajusta sin importarle la producción para la defensa ni la industria nacional, solamente están comprometidos a hacer lo que les diga el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
“Somos parte del ajuste, como lo es todo el Estado, pero esto nos tiene que dar más fuerzas, para unirnos, para estar peleando”, motivó a sus compañeros trabajadores el dirigente sindical.
Continuando con sus críticas sin tapujos hacia la fuerza política que gobierna el país, Mercado manifestó: “Ahora vamos a ver de qué se disfrazan, o si van a poder andar por la ciudad, estos personajes como Darío Capitani o Karina Bruno, quienes nunca se interesaron por la situación”.
“Tuvieron ocho meses para trabajar para que esto no pasara. En ese tiempo el sindicato ni siquiera salió a hablar del tema, pero ellos no hicieron nada para cambiar esta historia”, lamentó.
En esa sintonía, señaló además: “Solamente, como todos vieron que pasó con Ignacio Tagni en Villa Nueva, no acompañaron nuestras resoluciones. Así lo hacen en todos los niveles, tanto a nivel nacional como provincial y municipal”.
“Ellos no acompañan a los trabajadores porque forman parte de un gobierno que tiene a un presidente que desprecia a la clase trabajadora”, dijo con marcada impotencia.
Para más detalles, contó que “los despedidos son todos contratados. De planta permanente quedan solamente 31, pero nunca van a echar a un trabajador en esas condiciones porque saben que tendrían que pagarle una indemnización.
“Son tan perversos que quieren que el trabajador se quede sin trabajo de un día para el otro y que se vaya a su casa sin un peso”, redondeó al respecto.
Por último, sobre los pasos a seguir desde ATE, Mercado dijo: “El martes marcharemos en la ciudad y en Buenos Aires. Ahora queremos dejar pasar unas horas para que el compañero despedido pueda llorar y pueda ir a su casa a contener a su familia”.
“Mientras tanto, nosotros como sindicato vamos a trabajar todo el fin de semana largo para buscar evitar el cierre de la fábrica”, finalizó.
La angustia de los despedidos
En un panorama desolador, dos de los trabajadores cesanteados tuvieron la admirable fortaleza de enfrentar las consultas de los medios de comunicación presentes en el lugar.
Uno de los casos es el de Pedro Omar Suárez, de 50 años, quien contó: “En el año 1996 ya había sido dado de baja, con una antigüedad de 9 años y en el 2009 volví a trabajar hasta la fecha. En el 96 nos mandaron directamente el telegrama de despido a nuestras casas, no fue como hoy que nos dieron la lista de manera grupal”.
“Vivimos una semana muy dura, porque todos estábamos esperando que se diera a conocer la lista de los despedidos, como sucedió en el mes de diciembre del año pasado. Vamos a seguir luchando para que se termine con el despido de los trabajadores. Hay mucha gente en la calle y no hay trabajo”, agregó.
Por su parte, Edgar Jorge Cejas, relató notablemente acongojado: “Hace dos años y medios pedí el traslado de Río Tercero a Villa María. Hoy me toca atravesar este tremendo momento y no puedo ni siquiera pensar. No me esperaba nunca esta situación, que me encuentra con casi 59 años, a poco tiempo de jubilarme y con más de 30 años de aportes en Fábrica Militar”.
“Tengo los años de aportes para jubilarme y, aunque no llego con la edad para hacerlo, pienso que se me tendría que haber dado la posibilidad de iniciar el trámite para contar con una jubilación”, contó con dolor y, al borde del llanto, cerró diciendo: “Este despido me agarra pagando un alquiler de más de 8 mil pesos, con hijos a cargo y sufriendo los tarifazos de gas y energía eléctrica”.
Luego de extensos, interminables y dolorosos minutos, el centro de la atención se trasladó hacia la sede de ATE, donde se determinaron los pasos a seguir.
Después, la cúpula directiva de ATE a nivel local, junto a los trabajadores despedidos y a algunos compañeros, se dirigieron hacia el Salón Blanco del Palacio Municipal, donde mantuvieron una reunión con el Consejo Municipal de Partidos Políticos.
Paralelamente, comenzaban a hacerse oficiales las cifras de despidos registrados en la sede de Fabricaciones Militares de Río Tercero, donde 100 trabajadores fueron cesanteados (ver página 45), a los que se sumaron, tal como informamos en nuestra edición de ayer, los 30 despedidos en Fray Luis Beltrán.
El pueblo los acompañó
Finalizando la jornada, el pueblo, entiéndase por ello vecinos, dirigentes sindicales, funcionarios municipales y personalidades destacadas de diferentes ámbitos de ambas Villas, dieron su primera gran muestra de acompañamiento masivo a la lucha de los trabajadores de la Fábrica Militar.
Lo hicieron colmando el edificio del Concejo Deliberante, donde se desarrolló la antes mencionada sesión especial.
Se abrieron las puertas de recinto y, lo que muchos suponían terminó sucediendo. Por el lado del bloque opositor “Juntos por Villa María”, alineado ideológicamente con el Gobierno nacional, solamente estuvo presente la edil radical Nora Landart, mientras que brillaron por su ausencia Karina Bruno, Gustavo Bustamante, Gisele Machicado y Delfin Polack.
En tanto, sí asistieron a la cita todos los concejales del oficialismo municipal: José Carignano, en su carácter de presidente del espacio legislativo, Carlos De Falco, Verónica Navarro, Rosana Suescum, Verónica Vivó, Mauro Beltrami y Mónica Lazos.
Mientras todo se disponía para el inicio, sorprendieron los cánticos lanzados por la gran mayoría, teniendo como destinatario al Gobierno nacional. Comenzaron entonando el conocido “hit del verano”, con las iniciales MMLPQTP, y continuaron con “como a los nazis les va a pasar, adónde vayan los iremos a buscar”.
Así se generó un clima realmente hostil entre medio del dolor de los trabajadores despedidos y sus familias que, a esa altura de la noche (cerca de las 20), todavía no lograban asimilar lo que estaba pasando.
El primer edil en tomar la palabra fue Carlos De Falco, quien, tras un extenso, duro y agresivo discurso para con la forma de gobernar del presidente Macri, propuso los siguientes aspectos: emitir una declaratoria del Concejo sobre la situación; declarar a la Fábrica Militar como Patrimonio Histórico de la ciudad; realizar otra sesión especial el martes por la mañana; pedirle al Directorio de la Fábrica que revea la situación de los despedidos, con un plan de acción para poner en valor el espacio; solicitarle al gobernador Juan Schiaretti que acompañe el reclamo; la adhesión del Concejo a la marcha del martes, solicitando al pueblo que acompañe el reclamo; y que las comunidades vecinas se sumen a la lucha, para que el reclamo sea de todo el Departamento San Martín.
A continuación, Mónica Lazos adhirió a todos los puntos solicitados por De Falco y destacó la presencia de Nora Landart en la sesión, como única representante de la bancada opositora.
A propósito de Landart, quien agradeció el mensaje de Lazos para con su presencia, evitó realizar un discurso político y también adhirió a las iniciativas de acompañar la marcha del martes y de declarar a la Fábrica como Patrimonio Histórico.
Además, Beltrami, Vivó y Suescum se manifestaron en sintonía con De Falco y Lazos, mientras que Navarro también hizo lo propio y además pidió: “Formar una mesa de diálogo y solicitar una audiencia con el presidente Macri para exponer la situación”.
Luego, durante algunos minutos, tomaron la palabra los trabajadores de la Fábrica y los vecinos presentes en el lugar, quienes propusieron sus iniciativas para trabajar en lo inmediato.
Así finalizó una jornada llena de dolor, de lo que fue otro golpe al corazón de la Fábrica Militar, así como también de ambas Villas y de toda la región.
“Papi, la mami está llorando porque te echaron de tu trabajo”. Una frase que seguramente retumbó miles de veces en las cabezas de unos padres que a partir de hoy, con todo el dolor y la problemática que trae aparejado quedarse sin trabajo, harán hasta lo imposible para sacar fuerzas de donde sea en pos de quitarle la preocupación y devolverle la sonrisa a ese inocente niño.
UNA CIFRA ALARMANTE
2 MILLONES DE PESOS
Si se toma como promedio un salario básico mensual de 30 mil pesos, los 70 despidos registrados desde diciembre hasta hoy generan que, en el comercio interno de la ciudad y de la región, dejen de circular más de 2 millones de pesos por mes, que son los que el Estado dejó de pagarles a los operarios cesanteados, quienes ya no cuentan más con sus ingresos para desarrollar su vida diaria.