La subsecretaria de Habilitaciones indicó que el carro de comidas y cerveza funcionará solo un mes durante los fines de semana. Argumentó con eso la falta de llamado a licitación y añadió que ya se había hecho ese proceso para los paradores de orillas del río
Desde el Gobierno encabezado por Martín Gill confirmaron ayer que no se licitó el espacio público costero ubicado cerca de calle Mendoza en el que abrió el jueves pasado un emprendimiento que comprende mesas y sillas en torno a un carro que expende comidas y bebidas, conocido popularmente por su nombre en inglés: food truck.
Ante la consulta de EL DIARIO, desde el Ejecutivo sostuvieron que la propuesta les pareció positiva y “beneficiosa para el sector” y que nunca tuvieron otro planteo de vecinos para utilizar el lugar, cuyo reciente uso por inversores privados generó resistencia en numerosos habitantes del sector.
“Llegó una propuesta al Ejecutivo para brindar servicios en ese punto. Por ordenanza, estas situaciones son administradas por el Ente de Deporte y Turismo, que normalmente saca una licitación y que este año lo hizo solo para paradores en la orilla del río. Como ya se habían concesionado estos espacios de playa, como también el sector de calle Entre Ríos ha tenido diversos inconvenientes reiterados y vimos una propuesta y objetivo lindo, se le dio curso”, precisó Valeria Suárez, directora de Habilitaciones Unicas del municipio.
Tras reiterar que “ya se habían ocupado los paradores tradicionales” y que a ésta “se la evaluó como una alternativa beneficiosa para el sector”, apuntó que “al tratarse de un espacio público, se derivó el pedido (que ingresó por mesa de entrada) al ente para que tomara conocimiento”.
Suárez dijo que la idea es “hacer una prueba esta temporada para ver si genera un cambio en el entorno” y detalló que se abre solo los fines de semana, durante un mes.
Buscando abonar esta postura, dijo que el municipio permitió durante los fines de semana del invierno en que había eventos la instalación de carros de comida en el Parque de la Vida y recalcó que sus impulsores “llevaban gratuitamente peloteros inflables para que los niños tuvieran un espacio más de diversión”.
“A este caso lo vimos bajo esa misma óptica. Generamos todo el expediente, se otorgó la factibilidad y se solicitó que generaran el expediente de la habilitación, teniendo en cuenta que ya están habilitados como food truck”, reseñó.
Cuando se le preguntó cómo está habilitado este nuevo carro, dijo que se estableció como “espacio gastronómico desde los food trucks para el expendio de comidas, helados y cervezas artesanales, remitiéndonos a lugares de elaboración local, siempre tratando -como desde hace dos años- de acompañar emprendimientos de la ciudad”.
Consultada sobre la falta de licitación, señaló que se llamó previamente para los paradores (se adjudicaron tres) y trató de fundamentar la cuestión indicando, llamativamente, que para el Parque de la Vida-Plaza Pedro Viñas tampoco hubo proceso licitatorio. “La licitación se llama cuando se piensa en un espacio permanente, esto es algo temporal que funciona los fines de semana y solo durante un mes”, añadió, y declaró que este permiso “provisorio” se da “siempre que no altere las condiciones de seguridad del entorno, de habitabilidad y, fundamentalmente, que sea beneficioso para el sector y la ciudad”.
“Esto es a favor de los ciudadanos y de los turistas. La gente hace propios los espacios que entre todos construimos. Buscamos potenciar la costanera”, defendió la funcionaria.
Casi al final agregó que “como Estado, lo pensamos desde ese lugar y también de la oportunidad laboral y del emprendimiento”.
“Es una opción para la gente y que lleva un producto que al ser en un espacio público, se lo acerca a la comunidad”, manifestó.