Vecinos autoconvocados denuncian que la audiencia pública se realizó cuatro meses después del comienzo de la construcción. Piden también que “se conozcan los estudios reales sobre el uso del agua de nuestro suelo”
Tras la polémica por la instalación de la planta de generación de energía en nuestra ciudad, un grupo de vecinos y vecinas autoconvocados conformó la Asamblea No a la Termoeléctrica en Villa María.
Desde ese espacio se emitió ayer un primer comunicado pidiendo “una pausa total al proceso de instalación”, al mismo tiempo que especifican algunos puntos que justifican la postura.
El hecho de haberse realizado la audiencia pública en el mes de mayo, cuatro meses después del inicio de las obras, es otra de las irregularidades que cuestionan desde la Asamblea, ya que esa instancia es necesaria para que el emprendimiento obtenga el visto bueno de la Secretaría de Ambiente de la Provincia para comenzar a emplazarse.
“Sin desconocer toda la legalidad que ha posibilitado la aprobación de la instalación de una central termoeléctrica en nuestra ciudad y amparados en el derecho humano a la vida, en el artículo Nº 41 de nuestra Constitución Nacional, y en el Principio de Prevención -artículo 4º de la Ley de Política Ambiental de la provincia de Córdoba (Nº 10.208)- pedimos se disponga una pausa total al proceso de instalación de la central termoeléctrica en Villa María”, sentencia el comunicado difundido ayer.
Seguidamente, explica que el pedido de cese de obra es hasta tanto:
-“Se habilite un mecanismo para la auténtica participación de la población en la toma de decisiones referidas al uso del patrimonio natural común, ejerciendo nuestro “derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras.
-Se conozcan los estudios reales sobre la capacidad de uso del agua de nuestro suelo.
-Se expliciten los mecanismos que se utilizarán para el tratamiento del agua de rechazo, ya sea por parte de la empresa MSU Energy, como de la Cooperativa 15 de Mayo o la comisión interventora”.
Bajo el subtítulo “falacias de los aspectos positivos”, el texto elaborado por la Asamblea señala que de los 500 puestos de trabajo que hoy demanda la obra “quedarán unas 30 personas, que deberán tener estudios sumamente calificados y, según lo ocurrido en plantas idénticas, algunas vienen del exterior”.
“Es incoherente que teniendo en la ciudad una carrera de grado en Ambiente y Energías Renovables se sigan implementando tecnologías obsoletas”, expresaron los vecinos en el comunicado, al mismo tiempo que consideraron de “altísimo riesgo” el hecho de no tener certezas sobre los destinos del agua de rechazo de la central, sabiendo que la planta de tratamiento de efluentes está “colapsada”.
Respaldaron el comunicado de los vecinos autoconvocados la Asamblea Socioambiental Villa María-Villa Nueva, Asamblea No a la Termoeléctrica en Bárker, Autoconvocados Contra la Contaminación de Pilar, Asamblea por el Cuidado del Ambiente y la Salud de Benito Juárez, Junta Vecinal Villa Rosa, Foro Medio Ambiental San Nicolás y la ONG Cuenca del Río Paraná; todas organizaciones que encararon luchas similares en cada una de sus localidades, ante la instalación de centrales idénticas.
