En la actual temporada se registra más frío que en las últimas, y con ello la posibilidad de que muchas personas deban recurrir a dispositivos médicos como nebulizadores, con el fin de paliar síntomas de afecciones respiratorias. En este artículo se detallan las precauciones que deben tomarse para adquirirlo, utilizarlo y conservarlo correctamente
Un nebulizador es un dispositivo cuya función es convertir un determinado medicamento líquido en un aerosol de partículas muy pequeñas que, al ser inhaladas, alcanzan las vías aéreas. Se utiliza para el tratamiento de asma, alergias y otros trastornos respiratorios, en especial durante la época invernal.
La adquisición de un nebulizador debidamente autorizado y la correcta utilización del equipo resultan fundamentales a fin de evitar complicaciones para la salud, sobre todo si tenemos en cuenta que los principales usuarios son personas vulnerables como niños, adultos mayores y quienes padecen enfermedades respiratorias crónicas.
Tipos de nebulizadores
Es importante tener en cuenta que existen dos tipos de nebulizadores: los que funcionan a pistón y los ultrasónicos (silenciosos). Las principales variantes entre uno y otro son el tamaño de las partículas que ingresan al inhalar el aerosol y su velocidad de ingreso en las vías aéreas respiratorias. Es por ello que ambos se aconsejan para tratar patologías diferentes.
Por ejemplo, para afecciones como laringitis, bronquitis y asma se recomienda el uso del nebulizador a pistón, pues éste libera micropartículas pequeñas que penetran en las vías respiratorias bajas y medias donde se encuentran las ramificaciones más pequeñas de los bronquios.
En cambio, para afecciones como rinosinusitis, rinitis alérgica y faringitis se recomienda el uso del nebulizador ultrasónico. Este emite vibraciones de alta frecuencia que generan ondas de ultrasonido sobre la solución, produciendo partículas de mayor tamaño que las de los nebulizadores a pistón, las cuales se perciben como una niebla. Las macropartículas se depositan en las vías aéreas superiores y ayudan a reducir la inflamación de la garganta, facilitan el paso del aire por la laringe y normalizan así la frecuencia respiratoria.
Precauciones para la adquisición de un nebulizador
El nebulizador es un producto médico, y por lo tanto debe estar registrado ante la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Algunos de los equipos se fabrican en el país, mientras que otros son importados.
Al adquirir estos dispositivos, es importante asegurarse de que se encuentren autorizados. Ello puede verificarse observando que en el rótulo del producto conste la siguiente información:
Nombre genérico del producto.
Marca y modelo.
Nombre y domicilio del fabricante o importador, autorizado por la ANMAT. Nombre del responsable o director técnico de la empresa (según el producto sea nacional o importado).
Número de serie del equipo.
Condición de venta (generalmente es venta libre).
Debe estar incluida la leyenda “Autorizado por ANMAT PM- (Número de legajo de la empresa) – (Número de producto)”.
Estos productos médicos también deben estar acompañados del manual de usuario o instrucciones de uso, autorizados por la ANMAT.
Tanto la información presente en los rótulos como en las instrucciones de uso debe estar en español, aceptándose también el remplazo de algunos términos como “fabricado” por el símbolo de la fábrica (símbolos universales).
Cómo utilizarlo
Antes de utilizar el nebulizador, resulta necesario leer las instrucciones que deben acompañar al equipo y seguirse los siguientes pasos
1- Llenar el recipiente del equipo con la cantidad de medicamento recetada. Para evitar derrames, hay que cerrarlo herméticamente.
2- Conectar la manguera y colocarse la mascarilla. Generalmente, los nebulizadores tienen dos mascarillas de distinto tamaño: una para adultos y otra para niños.
3- Encender el equipo.
4- Respirar por la boca hasta que se consuma todo el medicamento, evitando que la mascarilla se salga de su sitio.
5- Cuando se haya consumido todo el medicamento, apagar el equipo.
Cuidado del equipo y prevención de infecciones
Como todo aparato eléctrico, es importante que el nebulizador permanezca fuera del alcance de los niños.
Una vez utilizado el equipo, tanto éste como sus accesorios y recipientes deben ser lavados, de acuerdo a las indicaciones del fabricante.