Las propias familias que habitarán las viviendas del barrio Poetas Argentinos de Villa Nueva son las que las levantaron. Hay otra casa a punto de terminarse. Son las primeras tres bajo estas características
Cáritas Diocesana inauguró ayer dos viviendas en barrio Poetas Argentinos de Villa Nueva, mientras que mostró una tercera que está en la etapa final de obra, todas generadas a partir de la construcción realizada por sus propios habitantes, en un plan que surgió del recupero de las cuotas que se abonan por otros programas implementados por la entidad diocesana.
“Los fondos provenientes de las cuotas vienen a la Diócesis, y de esta forma hemos hecho salones comunitarios, talleres, copa de leche, ampliaciones, refacciones de viviendas y es la primera vez que hacemos viviendas nuevas”, explicó David Ruiz, de Cáritas, a EL DIARIO. Luego de cortarse la cinta en una de las residencias (ubicada en calle Jorge Luis Borges, enfrente de otra que se está por terminar) y previo a hacer lo mismo en la segunda (en avenida Leopoldo Lugones al 100), Ruiz apuntó que también hubo donaciones de particulares para concretar estas unidades.
Dijo que “la idea es replicar” esta iniciativa creándose dos o tres viviendas en todos los lugares donde se levantaron planes, algo que se hará “de a poquito porque los costos son altos”. Si bien es muy importante el recupero de dinero a través del pago de los beneficiarios, explicó que el monto de las cuotas es bajo (un promedio de mil pesos), “entonces se hace difícil”.
En estos años se han generado mil casas en toda la Diócesis. Ahora está por salir el primer plan gestionado ante el Gobierno de Mauricio Macri, ya que cuando finalizó el mandato de Cristina de Kirchner cambiaron las características de los programas. “El primer proyecto presentado fue de Villa Nueva, estamos esperando el okey”, comentó Ruiz.
Volviendo a lo inaugurado ayer, el entrevistado dijo que si bien continuó la modalidad de autoconstrucción como en los planes precedentes, estas tres familias de barrio Poetas Argentinos no recibieron becas, como sí sucedió en los programas llevados adelante hasta ahora. “Entonces se hizo más difícil, pero la gente ha podido terminar su casa”, valoró.
Enorme felicidad
Carlos Daniel Robustiano no podía ocultar ayer su felicidad tras el corte de cintas del hogar que creó con su familia. “Arrancamos hace casi dos años. En septiembre de 2015 tuvimos las primeras reuniones y en octubre o noviembre empezamos a marcar el terreno, a cavar”, recordó en diálogo con este matutino.
“Salió la propuesta de Cáritas y el obispo (Samuel Jofré) y el padre Víctor (Dottori) nos alentaron, lo pusimos en oración como nos sugirió el obispo y así apareció esta oportunidad. Dios nos puso el proyecto delante nuestro junto a las familias de Luis y de Rodrigo (los otros flamantes propietarios) y así arrancamos las tres familias dándonos una mano en lo que podíamos”, repasó.
“Gracias a Dios tenemos mucha gente que nos ha ayudado, brindado su tiempo, el tiempo que no tiene uno, tanto sea en manos para colaborar, cavar, llenar cimientos, hacer el encadenado, cuidándonos los chicos”, remarcó.
Con su esposa (ama de casa, quien “trabaja más que yo”) Carlos -empleado de comercio- conformó una familia con cinco hijos. “Uno está en el cielo y cuatro están con nosotros: Felipe (6), Agustín (4), Bautista (3) y Angeles (una beba de 5 meses)”.
En el barrio, uno de los más nuevos, el más despoblado y el más alejado de Villa Nueva (está en ruta 158, en inmediaciones del puente Andino), se observan las primeras viviendas. Las calles son de tierra y llegó el agua y la energía eléctrica. “No tenemos gas ni cloacas, por lo que hay que buscar una alternativa para la calefacción”, graficó Carlos, quien con su compañera e hijos habitarán la casa desde septiembre.
“Se terminó esta etapa, que queríamos que culminara. El trayecto se hizo largo, pero si me pongo a mirar hacia atrás se hizo rápido. No lo puedo creer. Hablaba con Alejandro, el arquitecto, y se acordaba cuando marcamos el terreno, y entonces me doy cuenta de que pasó rápido. Tengo solo palabras de agradecimiento para el grupo, para el equipo de Cáritas que nos llamó a salir adelante, a no bajar los brazos, porque a veces llega un punto que parece que no te dan los tiempos. Y el obispo nos dio mucho ánimo”, expresó.
Cerca de él, la alegría y el orgullo también se apoderaban de Rodrigo Vianello, Rocío Varela y el pequeño Benicio.
En el acto estuvo presente el obispo, el presidente del Concejo Deliberante, Edgardo Garmendia, el concejal Ignacio Tagni y el tribuno de Cuentas, Sergio Aguilar, entre otros. No asistió el intendente Natalio Graglia.