Después de dos años, el defensor de La Palestina volvió a su pueblo para disfrutar de la “familia” y “recargar las pilas” con vistas a la próxima temporada en México, donde armó “un lindo grupo” con los otros argentinos. Y tiene abierta la puerta a un retorno al “Pirata”: “Siempre tendrán la prioridad”
No son días normales en las calles de La Palestina. Los vecinos de aquella localidad han recibido la visita, después de dos años, de uno, de sus hijos pródigos, ese joven alto, flaco que siguen por la tele durante todo el año.
Es el futbolista Diego Novaretti, quien vive sus últimos días de vacaciones en familia y en su tierra, como más le gusta, antes de regresar a suelo azteca.
Allí está “Chaquito”, rodeado de amigos y de la gente que más lo quiere, aquella que lo mima como en ninguna otra parte del mundo. Y a pesar de que pronto debe volver a México, aprovecha para disfrutar estas horas libres: “Hacía mucho tiempo que no regresaba al país y me encontraba con las personas que tanto quiero, uno trata de estar a la orden del día con ellos a la distancia, pero poder visitarlos y volver es verdaderamente increíble. Pude pedir para estar una semana más con todos ellos y por suerte me lo aceptaron en el club. Ahora, a tratar de aprovechar este último tiempo en mi lugar, recargando pilas de cara a una nueva temporada”, comenzó el defensor.
Novaretti es una de las caras más importantes en la defensa del León, el equipo que lo contrató luego de su paso por Europa, en Lazio. Y justamente en el conjunto “Esmeralda”, es cuando el ex-Belgrano encontró nuevamente protagonismo como a él más le gusta: “Por suerte, luego de un inicio de año complicado, ya que venía de una inactividad en el Calcio, terminé jugando casi todo el torneo, a pesar de una lesión, llegando a las semifinales y perdiendo contra el Pachuca, equipo donde está Franco Jara, al cual uno se siente contento porque terminaron campeones y ellos lo disfrutan como lo hubiésemos disfrutado nosotros también”, continuó.
Claro que fue clave para el jugador de “La Fiera” mexicana, la rápida adaptación al equipo y los argentinos con los que allí comparte plantel: “Es muy importante estar en el equipo con compañeros de nuestro país, ahora en el plantel somos seis argentinos y nos acompañamos el uno con el otro para acortar las distancias. Con el cordobés Guillermo Burdisso, ladero de zaga, tengo un feeling especial por ser comprovinciano, pero también nos llevamos perfecto con el resto de los muchachos, “Maxi” Moralez, Mauro Boselli, Juan Cuevas y Germán Cano. Son claves para armar ese lindo grupo que se junta a cenar una vez a la semana y vive buenos momentos”, expresó.
Diego Novaretti tiene 31 años y hace casi siete que juega en el exterior (partió del “Pirata” para jugar en Toluca de México). Por supuesto que, luego de la salida de Belgrano, las ganas de volver siempre estuvieron y es una cuenta pendiente para él: “Las ansias de regresar al fútbol local están constantemente, de volver algún día seguro que la prioridad va a ser de Belgrano, eso charlamos con la gente amiga que tengo acá. Pero por ahora la cosa no está fácil, antes necesito aclarar la situación con el presidente Armando Pérez, porque no me hicieron quedar de la mejor manera. Mi corazón siempre dice de volver al “Pirata”. También pienso en mi familia y en el bienestar de los míos, lo analizaremos a la hora de pegar la vuelta”, continuó el futbolista.
Fassi y Pizzi
También se hizo tiempo para comentar del dirigente del cual todos hablan, Andrés Fassi, que está relacionado directamente con Pachuca y con su equipo, León: “Lo que ha realizado Andrés es muy valorado, lo que hizo con Pachuca, Talleres y un equipo de la segunda de México (Zacatecas) es buenísimo. Le pueden aportar mucho al fútbol local y ya lo está demostrando. Por su puesto que no los felicité por el ascenso de Talleres, pero me pone contento por Córdoba”, cerró a modo de risueño el hombre nacido en “Tierra Santa”.
Por último, Novaretti comentó su relación con Juan Antonio Pizzi, actual técnico de Chile, quien lo recibió como DT en el León: “Volver a México fue un cambio grande, Pizzi me fue claro y siempre habló de frente, para que yo me ganara el lugar después de mi paso por Italia. Cuando viajó a la selección trasandina tuvimos una linda charla y quedó todo bien, a pesar de que me hubiese gustado jugar más con él. Luego llegó Luis Fernando Tena y va continuar la próxima temporada”, cerró el futbolista que lleva el número seis en la camiseta del “Felino”.
El avión hacia México está por despegar, Diego y su familia ya empiezan a extrañar ese cariño que por acá reciben y que nadie les puede brindar en otro lugar del planeta, “cuando uno vuelve después de un año o más, observa todo y se da cuenta de las cosas que se va perdiendo, se nota el paso del tiempo en mis padres, amigos y en mi pueblo también, cosas que van cambiando mientras uno no está, pero la vida del futbolista es así y ya tenemos que pensar en lo que viene“, cierra Novaretti, con cierta melancolía, sabiendo que debe continuar escribiendo su historia un año más en el León, para que “su Palestina” siga orgulloso de ese “gringo bueno”, que siguen siempre por televisión.
Diego Pellegrini (h)