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«Crónica de una mentira»

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«Crónica de una mentira»
En la parte posterior de la Casa España se prevé disponer las cocheras

El arquitecto Jorge Teobaldi solicitó aclarar y brindar detalles pormenorizados de la obra que se planea erigir en la propiedad de la Asociación Española

En la parte posterior de la Casa España se prevé disponer las cocheras

A continuación reproducimos de manera textual el escrito enviado a la Redacción de EL DIARIO, rubricado por el arquitecto Jorge Teobaldi, bajo el título “Crónica de una mentira”.

“Me dirijo a ustedes atento las públicas manifestaciones vertidas en su matutino, en los últimos días, por Hugo Las Heras (director municipal de Patrimonio Histórico) en cuanto al proyecto de construcción de cocheras en la parte posterior del edificio de Casa España en calle Mitre, contiguo al Honorable Concejo Deliberante (HCD) de nuestra ciudad.

Me veo en la obligación moral, profesional y funcional de aclarar varias cuestiones que sorprendido leo, se plantean contrarias a la realidad evidenciando un actuar de mala fe.

Hugo Las Heras realiza consideraciones injuriosas en contra de mi persona cuando, entre otras aseveraciones, alega que siendo yo el responsable técnico del proyecto de cocheras presentado por la Sociedad Española de Socorros Mutuos de Villa María, también formo parte de la comisión encargada de evaluar proyectos según Ordenanza Municipal Nº 6.402. Niego tal circunstancia, ya que no he participado en dicha comisión, según las constancias del expediente administrativo Nº 66.687 (el cual invito a consultar, por ser público) por lo que su aseveración es falsa y malintencionada, toda vez que él tomando participación en dicho expediente, sabe que no he actuado como él dice ‘como juez y parte’ según nota de ‘El Diario’ de fecha 27 de julio 2017. Configura esto una injuria, pues alega que represento intereses contrapuestos siendo esa actividad éticamente reprobada y podría configurar delito.

No solo no he participado de dicha comisión, sino que el Colegio de Arquitectos Regional Nro. 5, del cual tengo el honor de ser su presidente, ha enviado su representante en la persona del arquitecto Sergio Leroux MP Nº 1.797. Dice, asimismo, que debería ser echado de dicha institución, por la supuesta comisión de dicha falta ética, y esto me lleva a dos reflexiones: a) No puedo consentir que por participar en la dirección de la colegiatura se me pretenda proscribir del ejercicio profesional, y b) la falsedad de su aseveración de que yo ‘soy juez y parte’ ha merecido que le envíe al señor Hugo Las Heras por carta documento una intimación para que ratifique o rectifique sus dichos en dicho matutino, bajo apercibimiento de iniciar las acciones legales civiles y penales por injuria y daño moral. Será la Justicia entonces quien determine si Hugo Las Heras debe responder por daño o delito. Debe acabarse en este país la impunidad de que cualquiera diga cualquier barbaridad, dañando el buen nombre y honor de las personas y nadie les reclame nada.

Por otro lado, Hugo Las Heras en su relato parcial y direccionado deja entrever que el salón Alhambra será demolido en su totalidad o dice falsamente que el proyecto en cuestión destruirá el mural de Bonfiglioli cuando no desconoce que el grado de intervención de dicho salón es mínimo y por otro lado la solución técnica ofrecida es suficiente y eficiente para preservar el mural de Bonfiglioli existente. Parece desconocer los efectos técnicos de preservación de la solución propuesta, pero por sobre todas las cosas y esto es lo que más preocupa, por el cargo que ocupa, desconoce la situación actual del estado edilicio donde se localizan dichas pinturas, que se encuentran en serio peligro, dado que de no realizarse intervenciones al edificio, de la propuesta en esta iniciativa, con submuraciones y otros tipos de intervención (suministrada por especialistas), con efecto de contener las rajaduras y grietas de la estructura, este Patrimonio Histórico desaparecerá indefectiblemente por ruina del edificio. En este aspecto debemos hacer responsable a Las Heras por su liviana evaluación diciendo que solo se soluciona con un parche de yeso. Ignora la problemática de la estructura sin haber realizado las consultas pertinentes a especialistas en el área y que el proyecto presentado tiene contemplado.

Ha habido terceros de buena fe, que consultados por el mantenimiento del grupo pictórico han opinado en forma favorable a la conservación de la obra en cuestión, de la cual nosotros somos los primeros en respetar, dado las características del proyecto presentado.

Sin conocer los extremos e implicancia del proyecto, estos terceros, se han guiado por la falsa información proporcionada de mala fe por Las Heras, vertiendo en consecuencia opiniones que no se condicen con el estado precario en que se encuentra dicha estructura y reiteramos que de no intervenirse en ella, se perderá definitivamente el Patrimonio Histórico de la ciudad por negligencia de un funcionario inidóneo.

Por otra parte, resulta sorprendente y se demuestra la mala fe de Hugo Las Heras cuando dice que en dicho salón existen cinco columnas que representarían los cinco pilares religiosos del Islam, cuando en realidad es una falsa aseveración, dado que en el salón Alhambra existen seis columnas. ¿Error o información deliberadamente falsa?; no creo que Hugo Las Heras no haya contado bien, por lo tanto no puedo dejar de concluir racionalmente la existencia de mala fe.

Desconoce Hugo Las Heras, por su propio actuar negligente, el estado de abandono del edificio, solo se han hecho restauraciones pictóricas y al decir de él mismo que reconoce saber de la existencia de las grietas y rajaduras: ‘Las rajaduras se arreglan con un poco de yeso’ desconoce la magnitud del problema, desconoce la solución técnica con planteo claramente errado, y desconoce que nuestro proyecto, a más de darle una solución eficiente al uso económico de la propiedad privada de la Sociedad Española, salva el Patrimonio Histórico de la ciudad, del peligro de ruina (previo paso al derrumbe) en que se encuentra actualmente, con una mínima intervención del salón Alhambra.

Por otra parte, en otros proyectos de construcción, en donde se ha visto afectada la declaración como Patrimonio Histórico, la Municipalidad de Villa María, ha dado permiso (con actuación o no de Hugo Las Heras), por ejemplo, el Colegio Mariano Moreno, con actuación contradictoria de Hugo Las Heras, el cual se opuso rotundamente a la intervención de dicha propiedad y luego de una serie de entrevistas cambio de opinión abruptamente y le pidió a la comisión de profesionales la revisión de lo que él se había opuesto pidiendo la autorización para la demolición del noventa por ciento (90 %) del inmueble, invocando rescatar este patrimonio a través del lavado de vidrios con ácido para proyectar la imagen de lo que iba a demoler. ¿Me pregunto? A qué se debe ese cambio de opinión con propuestas técnicamente irrisorias.

O, por ejemplo, la primera casa histórica de Villa María, ubicada en calle Buenos Aires Esquina Mitre, con un noventa y ocho por ciento (98%) de intervención, nada se ha objetado. En virtud de ello es necesario decir que en caso de que la Municipalidad no permita, la realización de nuestro proyecto, actuaría en contra de la ley vigente por diversas razones, por ejemplo, un trato discriminatorio violando el principio de igualdad, pues requeriría a la Sociedad Española un ‘standard’ diferente al de otros proyectos en donde estaba en juego la declaración de Patrimonio Histórico.

Otro tema, que no debe dejarse de observar es que estamos frente a una propiedad privada con un derecho real de dominio que si el Estado municipal quiere restringir o poner algún límite, previamente deberá indemnizar y pagar dichas restricciones. En efecto la mera declaración por ordenanza como de Patrimonio Histórico no causa per se una restricción y/o límite al dominio pleno que detenta la Sociedad Española y si el Estado municipal pretende ejercer algún derecho colectivo, que limite al propietario previamente debe pagar indemnizándolo. Le recuerdo a Hugo Las Heras y al municipio que en nuestro país se encuentra prohibido por la Constitución Nacional la confiscación de bienes.

El proyecto presentado ha cumplido con todos los requisitos que la ley establece para ser aprobado.

El Estado no puede arbitrariamente decidir en un sentido o en otro, sino que debe hacerlo bajo el imperio de la ley y debidamente fundamentado, sin violar la igualdad de trato a los ciudadanos y empresas. Cumplidos los requisitos previamente establecidos en la ley, no puede denegar la petición al administrado, bajo riesgo de ejercer una desviación de poder ilegal.

De otra manera, en general actuaria arbitrariamente violando el principio de legalidad y en particular se constituirá en un actor de mercado, que beneficia a algunos y perjudica a otros. Lo que constituye claramente una violación de la ley, en donde tienen cabida hechos de corrupción que la ley prohíbe y exigimos no tolerar.

Por otra parte, la arbitrariedad y la mala fe son elementos que hacen configurativo de la responsabilidad civil de los funcionarios públicos y según la Carta Orgánica de la ciudad de Villa María, ley especial que se aplica al caso, nos habilita a no descartar a nivel personal y como ya lo ha anunciado la Sociedad Española, en caso de continuar el perjuicio arbitrario al que se nos somete, reclamar no solo al municipio la reparación correspondiente, sino para que los funcionarios que realizan dichas ilegales conductas, respondan con sus bienes. Es así, en nuestro país nos hemos acostumbrado a que los funcionarios públicos puedan hacer cualquier trapisonda y luego responde el Estado y el pueblo, en definitiva; ellos se marchan de la función pública sin ninguna sanción, lo que no es justo.

Se ha intentado por todos los medios desde hace más de dos años con distintas alternativas llegar a un acuerdo consensuado, pero la posición ‘absolutista’ de Hugo Las Heras ha impedido cualquier entendimiento a la luz de la razonabilidad.

Dato que no es menor es que el salón Alhambra en el pasado fue intervenido, dado que su fachada no es la original, cayendo con este hecho incontrastable el argumento de protección del diseño del arquitecto Salamone, ya que no hay composición original desde hace años. Hecho notorio con solo ver las aberturas de aluminio y vidrio incorporadas a su ingreso y el piso del salón.

Por último, duele leer las páginas del matutino en cuestión y ver que maltrata a toda la Comisión de Arquitectos e Ingenieros M. M. de Obra y Técnicos Constructores cuando los califica de partícipes en reunión ‘trucha’, cuando en realidad, por un lado él como director del Patrimonio Histórico no forma parte de dicha comisión y en consecuencia no debía ser citado y por otro lado sus opiniones aunque escuchadas, sean o fuesen pertinentes en tal o cual caso, no son vinculantes por ley.

Esta situación de enorme desinformación malintencionada, apreciaciones equivocadas e injustas injurias hacia mi persona y los profesionales de la comisión que participan por imperio de la ordenanza Nº 6.402 ad honórem, me obliga a contestar por este medio.

Desde siempre hemos exigido el respeto de la ley y el respeto a las personas por su condición de tal, por lo cual será la actuación de la Justicia en caso de ser necesario, la que tenga la última palabra”.