Gisela Arce compró un terreno en 2013 y este año se enteró que el mismo espacio estaba a nombre de Mariana Guardia, la ingeniera del loteo. Presentó una denuncia penal

Hace casi cuatro años, Gisela Arce y Lucas Bonetto adquirieron un terreno en barrio Aguaclara de Villa Nueva, y en este 2017 se encontraron con que el mismo estaba escriturado (o al borde de serlo) por otra persona, Mariana Guardia, por lo que el lote en cuestión tendría dos dueños diferentes.

En este marco, la pareja de villamarienses que se siente afectada por este cuadro presentó una denuncia penal ante la Justicia local para que un fiscal analice si se está ante un hecho de estafa y en ese caso quiénes son los responsables.

Entrevistada por EL DIARIO, Arce contó que en septiembre de 2013 adquirieron un lote de 633 metros cuadrados ubicado en ese barrio villanovense, operación por la cual se firmó un boleto de compraventa en la Escribanía Marchini – Lozita. Previo a comprarlo, concurrieron a la Inmobiliaria que por entonces José María Antonio Salusso tenía en calle Lisandro de la Torre 276 de Villa María, en donde (según sus dichos) le ofrecieron este lote que en ese momento pertenecía a un exempleado de la firma, Sergio Bernardi, algo que constaba en un boleto en que intervino la misma inmobiliaria.

Concretado el traspaso de ese espacio a manos de Arce y Bonetto, la pareja lo mantuvo limpio durante todos estos años «y en conservación», ahorrando para poder construir. «Nunca nos cruzamos con nadie que llegara al lugar a limpiarlo ni tampoco nadie pagó los impuestos municipales todo este tiempo», afirmó Gisela.

En junio de 2016 comenzaron con los planos necesarios para una futura construcción, los que fueron presentados en octubre en el Colegio de Arquitectos.

Además, a fines del año pasado mantuvieron una reunión en el barrio junto a otros vecinos para tratar inconvenientes impositivos que presentaban los lotes de este sector, algo de lo que EL DIARIO dio cuenta en varias ediciones. Ese problema impedía la escrituración de los mismos.

Aquella reunión fue encabeza por Mariana Guardia, ingeniera, y Agustín Girotto, abogado, quienes actuaron por parte de Salusso. En la ocasión se acordó entre los vecinos hacer diversos aportes para saldar la deuda del Impuesto Inmobiliario Provincial y destrabar el tema de la escrituración. Arce remarcó en la entrevista con este matutino que aquella noche «nadie se presentó como dueño de nuestro lote» y que Guardia tampoco dijo contar con tierras en ese barrio.

La historia continúa con una presentación de planos que se hizo en la Municipalidad de Villa Nueva en marzo pasado y que comienza a develar lo que había ocurrido. De ese trámite, Gisela obtuvo el permiso para edificar. Cuando solicitó el cambio de titularidad del impuesto municipal (habida cuenta de que los cedulones tributarios siempre estuvieron a nombre de Salusso por el eterno conflicto de este sector que obstaculizaba la escrituración) Arce fue anoticiada de que ya existía un boleto de compraventa ingresado en esa dependencia, que reflejaba que pertenece a Mariana Guardia.

Al conocer esto, buscaron explicación a Bernardi (el dueño del lote cuando lo compraron), quien les sugirió que concurrieran a la Escribanía Sgro, donde el abogado Agustín Girotto les dio el teléfono del letrado de Salusso, quien a su vez les pidió que consiguieran toda la cadena de boletos, ya que previo a Bernardi el terreno había pasado por varias manos. Eso hizo la pareja, la que finalmente obtuvo las distintas pruebas y pudo determinar que «tanto el boleto originario como las transmisiones y cesiones posteriores fueron realizadas mediante la intervención del escribano Sergio Guillermo Lozita».

La denunciante señaló que Mariana Guardia le explicó que lo había recibido como parte de pago, luego que Salusso le diera a elegir entre seis lotes.

El boleto de la ingeniera está fechado en el año 2013, lo que a la pareja denunciante le despertó diversos interrogantes. Se preguntaron por qué, si la especialista terminó sus labores para Salusso en 2017, se le pagó por ello en 2013. También se plantearon por qué Guardia nunca abonó los impuestos municipales y cómo, si ella lo obtuvo sin saber todo esto, no se preguntó cómo el terreno estaba libre de deudas sin que pagara los tributos. «Para escriturar, Guardia debió haber presentado el libre deuda, por lo que supo entonces que alguien venía pagando las tasas», consideraron.

“Nosotros no estamos imputando ni responsabilizando a nadie, solo queremos que la Justicia investigue y determine qué es lo que pasó”, aclaró Gisela.

EL DIARIO buscó la palabra de la conocida ingeniera. Amablemente, Guardia dijo que iba a considerar hacer declaraciones, pero no volvió a comunicarse con este periodista. También se lo llamó, sin suerte, a Salusso.   D.B