El Profesorado de Lengua y Literatura de la UNVM, coordinado por la licenciada Beatriz Vottero, lanzó un proyecto-homenaje a la memoria de la poeta villamariense y difusión de su obra. Se llevarán a cabo actividades a lo largo de un año que incluyen encuentros con escritores, talleres en colegios y la producción de un documental con invalorables testimonios
Hace 37 años, Edith Vera escribió… “Los que amaron el sol/ te concibieron/ como otro sol,/ girasol./ Dices una sola, magnífica palabra:/ día./ Tienes un solo gesto:/ el de mirar el cielo./ Vives con tus hermanos./ Junto con ellos, mueres./ Campo de girasol/ sol sobre sol./ Y la luz no se apaga./ El vértigo./ El incendio.”
Increíblemente, aquel poema hoy casi puede leerse como su autobiografía; la de un alma que vivió para brillar con luz propia entre sus hermanos, con el gesto permanente de mirar el cielo hasta consumirse en el fuego de su propia naturaleza.
El texto pertenece a “La palabra verde y los caracoles”, uno de sus tantos libros inéditos. Pero si este poema ha llegado hasta nosotros, ha sido gracias a la biografía de Marta Parodi “Con trébol en los ojos”, publicada en 1996, la referencia que mejor documenta su producción poética y su paso por la tierra, haciendo las veces de invalorable antología.
Y así, para que la memoria de Edith siga ardiendo como un girasol incombustible en la pampa desnuda de su ciudad, es que el Profesorado de Lengua y Literatura de la UNVM ha propuesto una serie de actividades en el aniversario de su 90 natalicio.
La licenciada Beatriz Vottero, coordinadora de la carrera, explica así esta iniciativa. “La idea es difundir no sólo la producción más conocida de Edith, que es su poesía para chicos, sino también rescatar poemas desconocidos y dar a conocer su propia historia; la de esa mujer que tuvo una impronta muy fuerte en la educación villamariense como directora del Jardín Antonio Sobral y que fuera separada de su cargo en el 79 por la Dictadura Militar.
Si bien, afortunadamente, pudo sobrevivir, sufrió persecusiones y allanamientos en su casa, fue silenciada y dejada de lado por las instituciones culturales villamarienses y ni siquiera con la llegada de la democracia se le restituyó su cargo. Luego sufrió la pobreza extrema y el silenciamiento e indiferencia de parte de la cultura local, al punto que muere en 2004 en la absoluta soledad de un geriátrico”.
Documental sobre una autora imprescindible
-El proyecto de actividades, ¿incluye la publicación de su obra completa?
-No, ese libro sigue siendo una gran asignatura pendiente, ya que por problemas legales no se ha podido llevar a cabo. Pero Eduvim (la editorial de la UNVM) hará todo lo posible para conseguir los derechos. Aún vive su hermana, que es su heredera directa, y hay que hablar con ella. Hay muchas editoriales del país interesadas en la obra de Edith y también de Chile, donde la conocen mucho. Pero creo que esa tarea de rescate nos corresponde a nosotros, a nuestra ciudad y a nuestra universidad. De momento, tenemos el proyecto de producir un audiovisual.
-¿Un documental?
-Sí, porque aún vive en Villa María y en el país gente que la conoció en su mejor etapa, antes de su aislamiento a causa de la dictadura. Desde el Profesorado queremos hacer una película con entrevistas a esas personas y difundiendo su poesía.
-Parece increíble, pero 20 años después el libro de Marta Parodi sigue siendo la única fuente para acercarse a la poesía de Edith Vera.
-Sí, y lo curioso es que fue la propia Edith quien la eligió a Marta, no de manera directa, pero allanándole el camino. Creo que Edith tenía perfecta dimensión del valor literario de su obra y de que su biografía merecía ser contada. Por eso, en los últimos años de vida, asistió al taller de Marta. Y luego surge en Marta el deseo de escribir la biografía de Edith. Marta no sólo terminó siendo su biógrafa, sino también la compiladora de textos que hoy se conocen gracias a su maravilloso trabajo.
-Este homenaje a Edith se inició el pasado 27 de agosto, ¿cómo fue ese encuentro?
-Muy sencillo y a la vez muy mágico. Nos reunimos en un aula del Campus con muchas personas que la querían a Edith. Fue como decís vos, para el día de su cumpleaños. Y ahí adentro se creó ese intimismo que a ella le hubiese encantado. Lo invitamos a Raúl Manfredini y a Cecilia López, que cantaron los poemas de “Las dos naranjas” que habían musicalizado. También vino Gloria Casas, que fue compañera de Edith de esa primera promoción de maestras de Nivel Inicial del Rivadavia. Gloria conservaba un ejemplar de “Las dos naranjas” pintado a mano por Edith y se lo regaló a Raúl, que se emocionó muchísimo. También vino Clara Orfila, narradora y maestra jardinera que fue alumna de Edith. Fue una reunión casi familiar.
-¿Tendrás algún apoyo oficial en este proyecto-homenaje?
-Sí. Ya hablé con el intendente electo Martín Gill y él me dijo “hay que hacerlo, voy a comprometer al municipio para que trabaje con la universidad en conjunto”. Hay mucha gente del Centro de Difusión e Investigación de la Literatura Juvenil (Cedilij) de Córdoba que se quiere sumar también. Nos gustaría capacitar gente que dicte más talleres, como los que están dando Natalia y Daniela, con mucha llegada en los chicos.
-¿Has dado poemas de Edith en la universidad?
-Sí. Y es increíble la reacción de los alumnos. La mayoría no son de Villa María y cuando les contamos que Edith era de acá, sencillamente no lo pueden creer. Ese fue mi disparador para este proyecto, dar a conocer su vida y obra para que la amemos. Porque no se puede amar lo que no se conoce. Pero cuando la conocés a Edith, no podés hacer otra cosa que amarla. Conocerla es amarla. Y te enamorás de inmediato de su obra y de su persona, como nos pasó a todos.
“Vives con tus hermanos./ Junto con ellos, mueres./ … /sol sobre sol./ Y la luz no se apaga./
Iván Wielikosielek