La cirugía con fines estéticos es cada vez más accesible. Sin embargo, no está exenta de riesgos. Por eso es importante informarse previamente para caer en las manos adecuadas
Escribre: Dr. Roberto Martínez Rinaldi
MP 20.951 – ME 8.237
ESPECIALISTA EN CIRUGIA PLASTICA, ESTETICA Y RECONSTRUCTIVA
Las tendencias en cirugía plástica cambian en forma permanente, e incluso en algunos casos pueden variar de región en región, aún dentro de un mismo país. Esto tiene que ver con diferentes factores, entre ellos las influencias de los pares y los estereotipos de belleza del lugar.
Argentina, no está fuera de esta tendencia, y los requerimientos de los pacientes se han ido modificando a la par de los grandes cambios sociales que se han producido en los últimos años, entre ellos la disponibilidad de más información sobre los procedimientos existentes, al alcance de todos a través de un click. Incluso, muchos hombres se están animando a pasar por el quirófano, cuestión impensada años atrás.
El perfil del nuevo paciente
El perfil del paciente de 2016 es muy diferente al de años atrás. Se trata de un paciente mucho más activo, con escaso tiempo para su vida privada y, por ende, con tiempo muy limitado para exponerse a una recuperación larga. En paralelo, las expectativas en cuanto a la cirugía son cada vez más elevadas, buscándose técnicas que permitan resultados más naturales y que minimicen los tiempos de recuperación, entendiendo que hay tiempos mínimos que no pueden evadirse en pos de un correcto posoperatorio.
Esto nos ayuda a nosotros (los cirujanos) a trabajar en forma permanente por mejorar de continuo las técnicas empleadas y a buscar siempre la posibilidad de ir de lo menos invasivo a lo más invasivo, ayudando así a una rápida reinserción laboral y social.
Pero debemos entender que pese a la continua búsqueda de procedimientos más seguros, una cirugía conlleva siempre algún tipo de riesgo. Sin embargo, gran parte de los mismos se reducen cuando, además de escoger al cirujano más preparado, confiamos en instituciones que disponen del equipamiento y recursos necesarios para una correcta intervención, minimizando todo riesgo ya sea al momento de la cirugía como en el posoperatorio.
Los requisitos “mínimos”
En la actualidad, los pacientes llegan al consultorio con una idea clara de lo que quieren, cómo lo quieren y con quién lo quieren. Y gracias a los medios de información y a las campañas de concientización éstos ya conocen en general los recaudos mínimos que hay que tener. En otras palabras, los pacientes llegan al quirófano con mucha más información de la que disponían años atrás, lo cual es un elemento muy positivo para cuidar que la intervención se esté llevando a cabo bajo todas las condiciones de seguridad.
Cuando hablamos de “requisitos mínimos” nos referimos, por ejemplo, a que el Centro Médico elegido cuente con la habilitación de los organismos de contralor (Ministerio de Salud), y con un equipo de profesionales reconocido y entrenado. Esta es una información que debe siempre chequearse.
Pero, al margen del establecimiento, debemos asegurarnos que el cirujano plástico interviniente esté habilitado para ejercer sus funciones, que tenga matricula de especialista vigente y que sea miembro de sociedades científicas nacionales e internacionales. Esto avala los requisitos de formación científica. En nuestro país se puede solicitar información sobre este aspecto en la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (Sacper).
Estos puntos básicos son importantes ya que, en su afán de “abaratar costos”, algunas personas pueden caer en instituciones o consultorios privados que no cuentan con las habilitaciones correspondientes, ni están preparados para cirugías de este tipo, lo cual constituye un verdadero riesgo para su salud.
Ocho aspectos que debés tener presente antes de una cirugía
Existen cuestiones muy concretas que es importante que revises o que te preguntes antes de decidirte por una cirugía estética que, insistimos, conlleva riesgos mínimos cuando son realizadas por manos expertas y en espacios físicos preparados y habilitados. Estas son:
1- Asegurate de recibir un diagnóstico personalizado. Los pacientes suelen llegar al consultorio como resultado de haber visto un cambio positivo en algún amigo o familiar que se realizó una cirugía estética exitosa. Pero no siempre la intervención que fue buena para uno lo es para otro. Entonces, no confíes ciegamente en un profesional que te garantice resultados idénticos a los de otra persona, porque esto es algo improbable ya que cada cuerpo es diferente. Un buen profesional dedicará el tiempo adecuado para revisarte, conversar sobre tus expectativas y plantearte diferentes opciones -si las existiera- para cumplir con tus objetivos. Y no te extrañes si alguna vez te desaconseja realizar algún tipo de cirugía que estabas decidida a hacer, por no ser una indicación conveniente en tu caso.
2- Pedí al cirujano los certificados de las prótesis o material utilizado. Cuando se trata de cirugías de aumento mamario, es importante que tu cirujano te muestre los certificados de las prótesis que te colocará. Al tratarse en general de prótesis importadas, esto significa que para ser aptas deben haber pasado por la autorización de sus países de origen y a su vez deben tener el visto bueno de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
Esto también puede averiguarse en el sitio www.anmat.gov.ar, previo conocimiento de la marca a utilizarse.
3- Realizá los análisis prequirúrgicos de rutina. Es imposible pensar en una cirugía estética sin controles clínicos previos. Cada vez que se realice un procedimiento en el cual haya que aplicarse anestesia, es fundamental que se efectúen los exámenes prequirúrgicos correspondientes, los cuales determinarán si tu organismo está apto para una intervención, por más sencilla que parezca.
4- Evacuá todas las dudas que te surjan antes de la cirugía. La decisión de una cirugía estética es importante. Lamentablemente, la falta de un correcto diálogo entre el medico y el paciente puede derivar en falsas expectativas de resultados. Si bien los resultados no son garantizados ya que se trata de una ciencia biológica, debe primar el criterio de un profesional entrenado para indicar el procedimiento más adecuado para cada paciente en particular.
5- No te quedes a mitad de camino. La “necesidad” de un procedimiento estético es una decisión muy personal. Esta te ayudará a verte y sentirte bien y, por ende, influirá de manera positiva en tu autoestima y desenvolvimiento social. Obviamente que el cirujano evaluará tu caso e indicará el o los procedimientos adecuados.
6- Cuidado con sumar demasiados procedimientos en una sola cirugía. Si bien hay prácticas que se pueden combinar, el intentar cumplir demasiados objetivos en una sola intervención aumentará el tiempo de quirófano y te expondrá a mayores riesgos. Y aquí es en donde el criterio del cirujano tiene un peso importante. Qué y cómo combinar será una decisión criteriosa del cirujano para minimizar riesgos. Un ejemplo de esto son los pacientes con descenso masivo de peso luego de la cirugía bariátrica, quienes solicitan procedimientos múltiples en un solo procedimiento.
7- No te apures, ni te dejes apurar. La afirmación “menos es más”, se aplica muchas veces al mundo de la cirugía estética. Un “retoque” hoy puede ser excelente para empezar, y dentro de unos años avanzar hacia pasos más grandes. Lo ideal es que seas atendida por un profesional con el cual puedas trazar -siempre de común acuerdo- un plan de acción. A veces no es el momento indicado para una liposucción, por ejemplo, y un buen cirujano te pedirá antes un descenso de peso, u otros pasos intermedios previos a la intervención quirúrgica. Todo se basa en dialogar y hacer un plan de trabajo que te lleve, ya sea directamente a la cirugía o a pasos intermedios que tal vez te arrojen resultados mejores a los esperados.
8- No gastes de más, pero tampoco de menos. Obviamente que los costos van a variar de acuerdo a la experiencia y trayectoria del profesional, y a la institución elegida. Verificá siempre qué es lo que te conviene, pero no escatimes ni ahorres en seguridad. Es preferible prevenir que curar.