El proyecto de ley de la diputada Paula Urroz generó un fuerte rechazo de los especialistas y la comunidad médica
La iniciativa de la diputada de Cambiemos, Paula Urroz, propone que tanto adultos como responsables de un menor reciban información sobre las contraindicaciones de la aplicación de vacunas y puedan aceptar o no su colocación.
Su mismo partido emitió un comunicado afirmando que es una iniciativa personal de la diputada y “no cuenta con el aval del interbloque”.
“Me parece una barbaridad, es un retroceso plantear ese debate”, expresó el doctor Carlos Gagliano a EL DIARIO, al ser consultado sobre el cuestionado proyecto.
“Una de las cosas más importantes que ha hecho la humanidad es precisamente la prevención de enfermedades a través de las vacunas. Consentimiento informado o no hacerlas obligatorias es abrir la puerta a epidemias nuevas, para reeditar viejas historias que ya hemos superado de a poco a través de las vacunas”, añadió.
La doctora y directora de la Asistencia Pública de Villa María, Mariana Demarchi, coincide: “Hoy con la ingeniería genética la evolución a la que han llegado las vacunas, llevan a que cada vez haya menos margen de error. Son tan positivas que gracias a las vacunas se han erradicado enfermedades y todo lo que ataque o pueda poner en riesgo la vida, me parece que no tiene discusión”.
“Sumado a que los que mayor carga de vacunas llevan son los niños. Ese es el límite del derecho, una cosa es decidir sobre mi vida sola y otra es decidir sobre la vida del otro. Los niños necesitan las vacunas”, señaló.
La doctora, además, manifestó que si se saca la obligatoriedad, las vacunas van a dejar de ser gratuitas y muchos sí querrán vacunar a sus hijos, pero no tendrán acceso: “Creo que en el fondo lo que se busca es recortar el presupuesto de vacunas”.
En este punto, Gagliano no piensa lo mismo: “No creo que haya recorte de presupuesto en vacunas, porque eso sería realmente un retroceso incalificable. Este tema es inaceptable desde todo punto de vista, sanitaria, sociológica, económica y socialmente. De cualquier ángulo que se quiera mirar, poner en debate la posibilidad de que se declare hacer una vacunación optativa y romper con el calendario obligatorio es inaceptable”.
Calendario argentino, destacado en el mundo
“No hay ninguna duda de que el calendario de vacunas en Argentina es uno de los mejores del mundo. Eso no solamente hay que sostenerlo, sino incrementarlo en la medida que nuevas vacunas, nuevas enfermedades se vayan presentando. Las enfermedades son una cuestión dinámica, los virus mutan, aparecen virus nuevos y el desarrollo de la investigación en ese tema no para”, afirmó Gagliano.
“Aún un chico no vacunado tiene menos posibilidades de contagiarse de una enfermedad si el entorno esta todo vacunado, porque el virus no circula”, destacó.
“Es uno de los mejores del mundo. Los países del primer mundo tienen el mismo calendario, pero no todas las vacunas son gratuitas como acá. En Centroamérica y Sudamérica no hay nadie que tenga el carné de vacunas que nosotros tenemos, de forma gratuita. La gente debe pagar, lo que genera una desigualdad”, expresó Demarchi.
Sin pruebas científicas
“Hay nuevas corrientes que hablan de las toxinas o de incorporar virus, pero la vacuna ha demostrado con creces y objetivamente en el mundo que son inmensamente mayores los beneficios que alguna cuestión circunstancial y puntual que pueda presentarse con algún sector, con alguna vacuna en particular. No he leído una sola organización de salud que esté a favor de debatir esta cuestión”.
Para los doctores, estas teorías vienen de grupos minoritarios: “Los hay y son corrientes que por ahí prenden por modas o snobs. Pero algunos países adelantados han dejado de vacunar y han tenido resultados catastróficos en algunas enfermedades”.
“Este tema no tiene discusión, Lo que pasa es que los adultos estamos entrando en una delgada línea con respecto a la libertad de elegir este tipo de cosas. Por eso tiene que haber un Estado que lo regule”, señaló Demarchi y agregó: “Es lamentable el nivel de capacitación que tienen nuestros diputados. ¿Qué estudio basado en evidencia tiene para presentar un proyecto así, más que el libre pensamiento? Hay que combatir la ignorancia”, finalizó.