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¡Cuidado con las frutas y verduras!

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¡Cuidado con las frutas y verduras!

Hay algunas que les hacen muy mal a los gatos, que son carnívoros puros y necesitan frecuentemente dosis de vitamina D o taurina

¿Sabías que hay unas cuántas frutas y verduras que no pueden comer los gatos? A pesar de las bondades de la comida para gatos preparada en casa, hay ciertos ingredientes que son buenos para los humanos pero no para los mininos. 

Los gatos pueden comer verduras, pero no en exceso. Las frutas y verduras no deberían exceder el 10% de la ingesta diaria del gato y esto es por motivos biológicos, no por capricho:

Los gatos son carnívoros puros. Los humanos somos por naturaleza omnívoros. Podemos considerar que los perros también son omnívoros (comen carne pero también cereales, vegetales y fruta), pero los gatos no. En cuanto a la alimentación, gatos y perros son diferentes. Se suele decir que los gatos son carnívoros puros, lo que significa que el porcentaje de carne que debe contener la dieta de un gato es mucho más alto que en la del perro. Si no le das carne suficiente a tu gato, a menos que calcules la dosis exacta de suplementos artificiales (como vitamina D o taurina, que él solo no es capaz de sintetizar), tu gato se va a enfermar.

Los gatos tienen un tracto intestinal demasiado corto para digerir verdura. Los gatos tienen un tracto intestinal relativamente corto y desde luego mucho más corto que el nuestro. El motivo es que son carnívoros puros y la carne necesita menos longitud para que sus nutrientes sean absorbidos en el intestino. Los vegetales tienen gran cantidad de fibra y son más difíciles de procesar y absorber, por eso los herbívoros tiene tractos más largos.


La lista

Al margen de que los mininos puedan comer zanahorias y otras verduras, aquí te brindamos un listado con aquellas que no deben comer los gatos:

1-Uvas y pasas. Tanto las uvas como las pasas son frutas tóxicas para los gatos, ya que en grandes cantidades  pueden afectar sus riñones y en pequeñas cantidades les causan diarrea.

2-Banana. También es una fruta tóxica para los gatos; les causa diarrea (a menos que le des un trocito muy pequeño).

3-Cítricos. Naranjas, mandarinas, limones, pomelos… Los cítricos generalmente también les causan diarrea y malestar estomacal a los gatos. Pero esto es menos grave porque ellos, de modo natural, no se sienten atraídos hacia las naranjas ni los cítricos en general, con lo cual el riesgo de accidentes es bajo.

4-Cebolla y ajo. Cuando decimos cebolla y ajo, también hay que incluir las hortalizas relacionadas, como los puerros o la cebolla de verdeo. 

La cebolla y el ajo en muy pequeñas dosis de vez en cuando no son dañinos, pero sí son peligrosos en dosis considerables o repetitivas, tanto para gatos como para perros. 

Estas verduras contienen tiosulfato, que puede llegar a destruir los glóbulos rojos de la sangre en gatos y perros, con lo cual puede causarles anemia.

Entre el ajo y la cebolla, es peor la cebolla porque contiene el tóxico en dosis mucho mayores que el ajo. Por esto, te recomendamos que no incluyas ajo ni cebolla en las recetas que prepares especialmente para tus mininos ni para tus perros.

5-Papas crudas. Es falso que los gatos no deben comer papas porque son tóxicas.

La realidad es que las papas crudas, las hojas y el tallo de las plantas de la papa contienen una substancia llamada solanina. La solanina es amarga y muy tóxica, tanto para animales como para humanos, incluso en pequeñas dosis. ¿Entonces? La parte buena es que este alcaloide tóxico desaparece cuando hervimos las papas. Así que las reglas son: no tengas plantas de papa cerca de tus gatos ni de tus mascotas en general, como así tampoco de niños, y dales papas como parte de su dieta si querés, pero siempre hervidas.

6-Tomates verdes, hojas y tallos de la planta del tomate. El tomate es pariente de la papa, o sea, miembro de la familia de las solanáceas y, por tanto, también contiene solanina (la toxina amarga). Como en el caso anterior, tomates verdes, hojas y tallos de la planta del tomate son alimentos a evitar totalmente por gatos, como así también por toda clase de mascotas y por personas.

Pero recuerda que la toxina desaparece al hervir la papa, por eso, podés darle a tu gato parte de una lata de sardinas en tomate maduro, por ejemplo, o un poco de pasta con salsa de tomate.

7-Paltas. Su textura aceitosa atrae a los gatos, pero no es buena. Es lo de siempre: tu gato no va a morir porque le des un trocito de vez en cuando, pero ingestas grandes o continuadas son nocivas para los gatos a causa de la persina, una sustancia fungicida que produce la palta y está presente en sus hojas, fruto y semilla. 

Fungicida quiere decir que la planta produce persina para matar hongos y mohos que la perjudicarían, así que es lógico que la persina sea tóxica. No se sabe exactamente cuál es la dosis de persina que provoca reacciones adversas, pero sí se sabe que es tóxica para muchas especies de animales. Por ejemplo, es nociva para perros, gatos, caballos, ganado y aves.

Por qué come sólo en el centro

El comedero, la clave

Muchas veces nuestro pequeño felino empieza a pedirnos insistentemente más comida y cuando nos disponemos a rellenarle el recipiente, comprobamos con asombro que aún le queda alimento, pero que todo se acumula en los bordes, dejando un círculo vacío en el centro. 

En estos tiempos en que los gatos han conquistado Internet, el plato con los bordes llenos de comida es una de las imágenes más recurrentes dentro de la supercategoría de memes de “lógica gatuna”.

Lejos de responder a esa extraña e incomprensible lógica que les atribuimos a los gatos, la razón de este comportamiento suele ser un comedero demasiado estrecho, demasiado profundo o con los bordes demasiado altos. 

Los bigotes de los gatos funcionan como sensores, son una de las principales herramientas que tienen para interpretar el mundo y son tremendamente sensibles. Por esta razón, un comedero muy estrecho o con los bordes altos puede resultarle incómodo al animal, sobre todo a la hora de comer el alimento situado en la parte exterior, ya que sus bigotes pueden chocar con el recipiente y provocarle estrés. 

Así que, si tu gato reclama comida antes de tener vacío su plato, no lo achaques a la lógica gatuna y buscale un nuevo comedero.