El seguridad quedó imputado por el hecho. Los familiares del chico ultimado se movilizaron reclamando justicia y aseguraron que el adolescente no estaba armado y que el custodio le disparó por la espalda
Un chico de 14 años identificado como Lucas Sebastián Ruschi fue asesinado en las últimas horas cuando fue sorprendido robando al cura Mariano Oberlín -reconocido por su trabajo social y lucha contra el narcotráfico en la ciudad de Córdoba- y uno de sus custodios, al advertir la maniobra, le disparó y terminó con la vida del chico. El custodio del sacerdote, tras el hecho, quedó imputado.
El jefe de la División Homicidios de la Policía de la Provincia, Fernando Jones, precisó a los medios locales que el hecho ocurrió el jueves por la noche noche cuando el padre Oberlín realizaba limpieza en el fondo de su parroquia del barrio Müller, en la ciudad de Córdoba.
“Dos jóvenes armados se acercan al padre y le roban su celular entre otros elementos y cuando el policía que custodia al párroco advierte la situación, da la voz de alto y comienza un intercambio de disparos con el saldo lamentable de una persona fallecida”, manifestó el funcionario policial al referirse a la muerte del adolescente identificado como Lucas.
Jones dijo que el chico estaba acompañado por otro menor, también armado, y que fueron recuperados los elementos sustraídos al padre Oberlín.
Movilización
Mientras tanto se movilizaban en el barrio Müller los familiares del chico ultimado, ya que, según una de sus hermanas, identificada como Vanesa, se trató de un caso de “gatillo fácil”, al sostener que su hermano “no estaba armado. Mi hermano venía en la moto y un policía le disparó por la espalda”, afirmó al referirse al custodio del sacerdote.
“Si dicen que estaba robando, por qué no le dispararon en las piernas. No pueden hablar de enfrentamiento porque mi hermano no tenía arma. Le plantaron el arma”, dijo la hermana del chico ultimado. En tanto, la fiscal Eugenia Pérez Moreno se hizo cargo de la causa que en principio fue caratulada como ‘homicidio en legítima defensa”.
El padre Oberlín es un reconocido referente de la lucha contra el narcotráfico en su barrio y los alrededores y lleva adelante una serie de programas inclusivos, con respaldo municipal, provincial y nacional, para sacar a los chicos de la calle y de las drogas. Por esa tarea, la Justicia dispuso que tenga custodia personal las 24 horas.
En Facebook
El sacerdote se pronunció ayer en Facebook sobre lo ocurrido. Transcribimos parte de lo escrito por el cura:
“Hace un tiempo venía recibiendo amedrentamientos. Unos seis meses atrás estábamos con gente de la Provincia viendo un terreno frente a los colegios de Campo de la Ribera, donde pretendíamos evaluar la posibilidad de hacer un emprendimiento de reciclado de escombros y de ramas, y dos chicos que salían del colegio gritaron: ‘Hay cinco mil pesos para el que lo mate al cura’.
Dos policías en moto que estaban ahí en ese momento se acercaron para decirme que me cuidara y sospecho que deben haber dado aviso para que me pongan protección. A partir de ahí me insistieron algunas veces con que aceptara tener una custodia. La primera vez que me ofrecieron eso fue cuando hice públicas las amenazas que habían recibido las madres que venían denunciando la existencia del paco en el sector, pero nunca quise aceptarlo. En medio de todo esto, varias veces algunas personas me gritaron en la calle con furia: “Andá, che, cura vigilante”, “Dejá de batir la cana, che, culi…”… Una de esas veces una moto se paró frente a mí en la puerta de los galpones para gritarme algo de eso, estando al lado de Miguel Ciciliano, que había ido de visita y puede atestiguarlo. Hasta que hace un par de meses, en distintos lugares y de distintas maneras, algunos niños (de 5 años en adelante), cuando me veían en la calle, me decían: ‘Eh, cura, yo te vi por la tele… A vos te quieren matar’.
A partir de ahí decidí aceptar la custodia. Pero con la condición de que no sea cualquier policía, sino Martín. Desde que llegué a la parroquia hace casi siete años, él y toda su familia fueron algunas de las personas más cercanas y colaboradoras que encontré. Entre otras tantísimas cosas que hicieron en favor del proyecto que venimos desarrollando durante los tres años que tardamos en reciclar la casa del barrio San Martín que habíamos comprado para poner en valor y cambiarla por los galpones en los cuales estamos desarrollando los talleres, él fue el colaborador más incondicional, haciendo las veces de albañil, carpintero, herrero, plomero y cuanto hiciera falta, siempre en sus horas libres, fuera del trabajo”.
En Villa María
Vale recordar que el pasado martes Oberlín había estado en Villa María, invitado por el intendente Martín Gill, con quien se reunió para pornerlo al tanto de la obra que viene realizando en la capital provincial y acompañó al jefe del Ejecutivo local a la Unidad Penitenciaria Nº 5 de barrio Belgrano para el acto de inauguración del adoquinado de tres calles de la ciudad realizado por internos de esa prisión. De ese acto participó también el ministro de Derechos Humanos de la Provincia, Luis Angulo.
En aquella oportunidad, el sacerdote había dicho, respecto al flagelo de las drogas, que hay que hacer “algo urgente y contundente”.